Las empresas necesitan personas emocionalmente inteligentes para relacionarse con su entorno de una forma dinámica y eficiente. El éxito de muchos proyectos depende tanto de que sus integrantes dispongan de esta capacidad como de la calidad técnica de los mismos.
Es obvio que las empresas necesitan personas con coeficientes intelectuales altos, para desarrollar todas las tareas lógicas y racionales que deben afrontarse, tanto en el día a día como a medio y largo plazo. Pero también necesitan personas emocionalmente inteligentes para actuar personalmente e interactuar socialmente de una forma dinámica y eficiente. En este taller analizaremos el concepto de inteligencia emocional y su impacto en el liderazgo de las organizaciones, apoyándonos en recursos audiovisuales para la parte práctica de la sesión.
Ponentes: