El síndrome postvacacional
«Nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas»
Elbert Hubbar, escritor estadounidense
En esta época del año, es casi un lugar común hablar del síndrome postvacacional, igual que en primavera sobre las alergias o tras las Navidades sobre cómo quitarse los kilos de más. Normalmente, al hablar de este síndrome (aunque hay especialistas que niegan su existencia), nos referimos a la ansiedad o presión emocional que se sufre al tener que volverse a adaptar al trabajo diario después de un período vacacional más bien prolongado. A pesar de la alarmista denominación, más que una enfermedad se trata de un proceso adaptativo, que puede resultar difícil para mucha gente (algunos estudios sugieren que este síndrome afecta casi a un tercio de los trabajadores, por ejemplo uno de Adecco).
¿Por qué se produce? Los expertos refieren los cambios de horarios, de obligaciones, de estilo de vida en general, la predisposición a la ansiedad o a la depresión…., pero creo que un elemento especialmente relevante para sufrirlo es la falta de motivación o de valoración que muchos trabajadores sienten en su desempeño profesional.
Una cierta «oxidación» por la vuelta a la rutina laboral, creo que es bastante normal (por lo menos, a mí me pasa a menudo), pero hablamos de algo más serio. Los síntomas pueden ser variados y de diferente intensidad: tristeza, desmotivación, apatía, insomnio, ansiedad, irritabilidad, cambios de humor, trastornos digestivos, taquicardias, dolores de cabeza….
Afortunadamente, suele remitir al cabo de poco tiempo pero si excede al mes, a lo mejor es conveniente acudir a un especialista. Para prevenir este síndrome, los expertos recomiendan tomar algunas medidas:
- Volver de vacaciones un par de días antes de comenzar el trabajo, y hacerlo de forma relajada
- Levantarse pronto los días anteriores a la incorporación para ir acostumbrando al cuerpo al nuevo horario
- Comenzar la actividad de manera gradual
- Realizar primero las tareas más gratas y delegar aquellas para las que no se esté adecuadamente preparado
- Mantener una actitud realista y proactiva
- No llevar trabajo a casa
- Practicar la relajación
- Dormir adecuadamente y mantener horarios regulares
- No dejar de hacer algunas cosas que se hacían en vacaciones, como dar paseos, leer, ir al cine…
- Tomar las cosas con filosofía, haciendo un esfuerzo por valorar lo importante que es tener un puesto de trabajo en estos tiempos
Pero me gustan algo más los consejos que brinda El Mundo Today. No sé si pueden ser útiles, pero son francamente divertidos, y entre los que indica destacaría:
- Cubrir el suelo con arena de playa, conchas secas o colillas y extender una toalla para ver la tele
- Que el abuelo pasee vociferando por la casa vendiendo cocos y mojitos a tres euros
- Cubrir las ventanas con posters del skyland de La Manga
- Poner un tendedero en el salón con toallas y bañadores mojados
- Visionar capítulos antiguos de «Los Serrano» o de «Se ha escrito un crimen», y, añadiría, también clásicos de esta época como «Verano azul»
Sea como sea, os deseo una excelente vuelta de vacaciones y es un placer reencontrarme con mis escasos pero fieles seguidores.
¡¡Feliz retorno!!