Perfectamente sostenible

Fuente: ABC

El complejo Palmas Altas, nueva sede de Abengoa, es un ejemplo de la arquitectura moderna, funcional y sostenible. Este campus empresarial, diseñado por Richard Rogers y «Vidal & Asociados», generará el 60% de la energía que consume.

La VIII Semana de la Arquitectura dedicó ayer sus visitas guiadas a la nueva sede de Abengoa en Palmas Altas, una obra inaugurada en septiembre por SS. MM.los reyes de España y que ya es un referente en la arquitectura sostenible. Este campus empresarial, presupuestado en 132 millones de euros, ha logrado construirse en un tiempo récord de dos años.

El complejo, con 50.000 metros construidos y capacidad para 4.000 trabajadores, ha sido diseñado por Richard Rogers -premio premio Pritzker 2007 y arquitecto de la torre 3 en la «Zona 0» de Nueva York—, los españoles «Vidal y Asociados Arquitectos», el estudio de Juan Fernández Carbonell y la ingeniería Arup.

La multinacional sevillana, que busca soluciones innovadoras al desarrollo sostenible con negocios en el sector solar, bioenergía y medioambiental, entre otros, ha querido predicar con el ejemplo al construir su nueva sede en Sevilla. Comprometida en la lucha contra el cambio climático, la multinacional ha apostado por un complejo de edificios que no superan las cuatro plantas y que cuentan con sistemas que generan el 66% de la energía que consumen, así como mecanismos de eficiencia energética, lo que le permite reducir sus emisiones de CO2. Con ello, Abengoa propone un modelo de oficinas que choca frontalmente con un rascacielos.

«Abengoa entiende que los rascacielos son lícitos, pero quería un campus sostenible que refleje lo que es y a lo que se dedica. El complejo de siete edificios que no superan las cuatro plantas de altura, con una plaza como centro neurálgico, es menos impactante que un rascacielos, pero más respetuoso con la ciudad de Sevilla», explicó uno de los arquitectos del estudio «Vidal y Asociados».

Abengoa ocupará cinco de los siete edificios del complejo. La multinacional se ha mudado ya a uno de esos edificios, teniendo previsto culminar la mudanza en diciembre. En 2010 trabajarán en el complejo 1.900 trabajadores de Abengoa y otros 1.100 de empresas y organismos, que presumiblemente ocuparán dos edificios del campus.

Cuatro edificios que ocupará Abengoa están separados del resto por un foso con vegetación, lo que delimita las áreas sin crear barreras visuales. No obstante, los dos bloques estan unidos por zonas comunes que darán servicio a todo el complejo: una plaza con fuentes y vegetación. Allí los usuarios del campus cuentan con servicios comunes: guardería, restaurantes, gimnasio, centro médicos, minimarket... Los edificios, orientados al Norte y Sur para reducir la radiación solar, son básicamente de hormigón y cristal. Los edificios, ubicados de tal manera que se dan sombra unos a otros, cuentan con atrios, grandes voladizos, lamas y velas de malla metálica para reducir el área de exposición directa al sol.

El concepto empresarial de Abengoa y su imagen corporativa está presente en todo el complejo, que cuenta con sistemas de generación de energía (disco stirling, planta de trigeneración, paneles fotovoltáicos, pila de hidrógeno...), así como medidas activas y pasivas para mejorar la eficiencia energética, hasta el punto de prever un ahorro de 1.390 toneladas al año de C02.

Entre las medidas activas se citan los sistemas de aire acondicionado, con la implantación de un sistema de «vigas frías» instaladas en los techos de las oficinas y que conducen en su interior agua fría que reduce el consumo energético al no requerir ventiladores (fan coil) incluso con 40 grados de temperatura exterior.

Aunque el gris domina el conjunto, todos los elementos de circulación (escaleras, rampas o cajas de ascensores) están pintados de amarillo o verde, según el momento del día, lo que da una nota de color al campus.

El interior de las oficinas es principalmente diáfano, lo que facilita la relación de trabajadores, y algunas salas de reuniones para garantizar la privacidad. Los techos son metálicos y perforados para amortiguar el sonido.

Las escaleras se han diseñado para que sean livianas y estén separadas del edificio para dar acceso al parking, que cuenta con 1.500 plazas.

Los suelos exteriores son fundamentalmente piedra caliza de San Vicente y adoquín blanco portugués.


Autor: M. J. Pereira