A VUELTAS CON HUBBERT Y JENATZY
A VUELTAS CON JENATZY Y HUBBERT
La teoría del pico de Hubbert nos dice que en algún momento se alcanza un nivel de explotación (extracción) de una materia prima que no puede ser rebasado por muy avanzada tecnología que se use o por muchos pozos que se hagan en el caso del petróleo.
El “pico de producción” del petróleo puede haber pasado ya, muchos autores lo creen así, lo interesante es que luego llegarán el del carbón, el del gas natural, el del uranio…. La energía nuclear no ha demostrado ser la solución. El ser humano necesita encontrar fuentes alternativas de energía, pero sobre todo es necesario aprender a vivir dentro de los límites impuestos por el planeta. En el futuro el transporte será diferente, y los vehículos eléctricos constituyen una opción atractiva. ¿De veras?
La utilización de la energía eléctrica en vehículos no es nueva, no la están vendiendo como una innovación y no es exactamente así, además los problemas que tuvo y que la postergaron siguen estando de actualidad hoy día y es por aquí por donde se debe innovar.
En 1881 Trouvé fabricó un triciclo con dos motores eléctricos alimentado por una batería de acumuladores, en 1899 un vehículo eléctrico desarrollado por Camilo Jenatzy alcanzó los 100 km/h, los problemas actuales el peso y la autonomía propiciaron su derrota frente a los combustibles fósiles. Se dejó de innovar en este sentido. Lo que propicia una reflexión sobre la presión de los mercados en el desarrollo de innovaciones.
El estado actual de la tecnología sigue siendo insuficiente para hablar del vehículo eléctrico como la solución definitiva, es de suponer que en los próximos años veamos avances y mejoras tecnológicas en cuanto a las baterías, acople de los vehículos a la red, nuevos métodos más eficientes de fabricación, mayor eficiencia de los motores eléctricos, etc. Así, el uso de automóviles híbridos o eléctricos podría suponer una mejora en cuanto a eficiencia energética y emisiones de gases de efecto invernadero, aunque mucho menor de lo que se publica en medios de comunicación convencionales. De hecho estamos siendo testigos de lo hasta aquí expuesto.
Por otra parte, el uso de electricidad en el transporte permite la posibilidad de disponer de diversas fuentes energéticas, posibilitando un sistema que nos libre de seguir quemando combustibles fósiles. En las ciudades se reduciría la contaminación, gozando de un aire más limpio y de un entorno menos ruidoso.
Nos han vendido la revolución eléctrica en los motores como algo beneficioso y extraordinario, pero debemos preguntarnos si “todo el campo es orégano”. Y realmente podemos buscando una solución hacer que nuestro paciente empeore.Algunos de los inconvenientes que se han planteado a esta “revolución” son:
- Supondrá una mayor demanda de electricidad con el consiguiente relanzamiento de la energía nuclear y de nuevo la obertura del viejo debate nuclear: La mayor demanda de electricidad y la necesidad de tener fuentes que aseguren una continuidad a lo largo del tiempo, pueden servir de excusas para los defensores de la energía nuclear. Los graves problemas de seguridad y residuos que padece esta tecnología deben hacer que la sustituyamos por fuentes más limpias y renovables. No debemos olvidar, además, que la nuclear no constituye una fuente inagotable de energía y que tampoco consigue proveer de la independencia que se persigue
- Efecto rebote: La aparente limpieza de la energía eléctrica podría fomentar el uso del coche privado todavía más que en la actualidad (efecto rebote o principio de Jevons), sin que la gente perciba sus implicaciones ambientales, al quedar estas relegadas a los ámbitos de la fabricación y de la producción de energía, normalmente apartados de la mayoría de los usuarios.
- Sobreexplotación de materias primas: Pueden aparecer problemas de sobreexplotación de materias primas así como generación de residuos al final de la vida útil. Esto es especialmente importante para las baterías y de materiales “raros” que estas necesiten.
- Mayor número de automóviles: La moda del automóvil eléctrico podría suponer el crecimiento del número de automóviles, más que la sustitución de automóviles con motor de combustión por coches eléctricos. No sería raro, por tanto, que las familias conserven el coche convencional para diferentes usos y añadan el vehículo eléctrico para recorridos metropolitanos o urbanos.
- Hay que tener muy presente que cada coche que se fabrica tiene un coste alto. Además de los estudios mencionados sobre el ciclo de vida de los automóviles, existen otros trabajos que concluyen que la fabricación de un automóvil consume tanta energía como la que gasta ese coche a lo largo de 60.000 km recorridos. Otros concluyen que la fabricación equivale al 15% del consumo total de energía durante su uso.
- Además, hay estimaciones que vaticinan que en 2050 circularán 3.000 millones de automóviles por el mundo, frente a los más de 800 millones actuales. Sean eléctricos o de motores térmicos, es difícil que nuestro planeta soporte tal incremento de presión sobre sus recursos.
UNED – Más allá del pico del petróleo – 31/10/14… – RTVE.es
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