Conferencia sobre el cambio climático en Doha (COP18)

La 18ª Conferencia de las Partes en Doha (Qatar), el país con más emisiones de CO2, es la última antes del vencimiento del plazo, el 31 de Diciembre, para que las naciones industrializadas cumplan su compromiso inicial de reducción de gases de efecto invernadero, y anuncien un nuevo pacto vinculante para el segundo periodo, que comenzará en 2013.

Pero llega con menor expectación y pobres ambiciones que sus antecesoras, debido a un fenómeno que empieza a conocerse como “fatiga climática”. No es algo nuevo, sino un proceso iniciado tras la cumbre de Copenhague del año 2009, a partir de la cuál la cobertura de las cumbres climáticas ha ido en retroceso, especialmente por parte de los periodistas europeos, que hasta entonces habían sido clara mayoría.

El mal ejemplo dado por la diplomacia internacional, incapaz de llegar a acuerdos sustanciosos en cumbres anteriores, y las escasas perspectivas de avance han sembrado el pesimismo. El pobre acuerdo de Copenhague supuso un duro golpe para el liderazgo mundial de Europa en cuestiones climáticas. Y luego llegó la crisis. Es difícil decirle a la gente que se preocupe por un problema a largo plazo cuando el índice de paro ronda el 25%.

Después de unas reuniones sobre cambio climático celebradas en Bangkok (Tailandia) el pasado Septiembre, los países más pobres alertaron sobre un posible final del Protocolo de Kyoto. Pidieron a los países más ricos fijar objetivos para la reducción de emisiones, así como a cumplir las promesas hechas en Copenhague (2009), y reiteradas en Cancún (2010) y en Durban (2011), para proporcionar ayuda financiera a los países en desarrollo para adaptarse y luchar contra los efectos del cambio climático.

Analistas testigos de las conversaciones en Bangkok señalaron que las naciones ricas están decididas a apartarse del lugar de liderazgo que mostraron cuando se creó el Protocolo de Kyoto, no dando señales a las naciones en desarrollo de que vayan a haber nuevos recortes obligatorios de emisiones para el periodo 2013-2020. Aún si se sale del punto muerto sobre el futuro del Protocolo de Kyoto en Doha, los escenarios para los próximos años no dan mucho lugar al optimismo para las personas más perjudicados por los desastres climáticos, las más pobres, pues los objetivos de la primera etapa no se cumplieron.

Con este horizonte, arrancó ayer la cumbre, con el claro objetivo de prolongar los compromisos del Protocolo de Kioto, y sentar las bases para un pacto internacional vinculante posterior que, por el momento, encuentra mucha resistencia. Esta falta de compromiso implica que, por el momento, los países que tomarían parte en el mismo sólo generan un 15% del total de emisiones contaminantes mundiales. Pese a las reticencias de países como China o Indica a implicarse en un marco vinculante, y a la negativa de otros países desarrollados como Japón, Ruisa y Canadá de formar parte de un segundo periodo, Europa mira a EEUU tras la reelección del presidente Obama, con la esperanza de que promueva una atmósfera más proclive a las negociaciones.

Como preámbulo, la ONU lanzó ayer una advertencia sobre la aceleración del cambio climático y los graves riesgos que conlleva la falta de acción. Mientras, los primeros debates se centraron en advertir del efecto ya palpable del aumento de las temperaturas en los países menos desarrollados, como Bangladesh, Kenia o la Micronesia.

Para entender las negociaciones que se están llevando a cabo en Doha, se incluyen a continuación las decisiones tomadas en sus predecesoras, Cancún 2010 (COP16) y Durban 2011 (COP17):

CANCÚN 2010 (COP16)

Los acuerdos alcanzados en Cancún, México, produjeron la base para la respuesta internacional al cambio climático y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero más amplia y de largo alcance vista hasta entonces. Ésta incluía el paquete más completo acordado hasta la fecha para ayudar a las naciones en desarrollo a protegerse de los efectos del cambio climático, y construir sus propios futuros sostenibles.

Algunos de los acuerdos más destacados que se alcanzaron fueron:

– Establecer objetivos claros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, comprometiéndose a un aumento de la temperatura máxima de 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, y considerar la reducción máxima de 1,5 grados en el futuro cercano.

– Hacer plenamente operativo en 2012 un mecanismo tecnológico para impulsar la innovación, el desarrollo y difusión de nuevas tecnologías respetuosas con el clima. En este sentido, los gobiernos acordaron incluir la captura y almacenamiento de carbono (CCS) en los proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).

– Establecer un Fondo Verde para el Clima para proporcionar financiamiento a proyectos, programas, políticas y otras actividades en los países en desarrollo, a través de ventanas temáticas de financiación.

– Fomentar la participación de todos los países en la reducción de estas emisiones, de acuerdo con las diferentes responsabilidades de cada país y las capacidades para hacerlo.

– Proteger los bosques del mundo, reduciendo las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal (REDD). 

Sin embargo, en esta reunión, los países enviaron una señal cada vez más fuerte de que no habría cambio hacia una economía global baja en carbono. Y el análisis realizado por la ONU (“The Emissions Gap Report. Are the Copenhagen Accord Pledges Suffcient to Limit Global Warming to 2º C or 1.5º C?”, November 2010) mostraba que los objetivos de reducción de emisiones y las medidas anunciadas en Cancún eran insuficientes a largo plazo para mantener el mundo por debajo del aumento máximo de la temperatura global de dos grados acordado.  

DURBAN 2011 (COP17)

En Durban, Sudáfrica, se alcanzó un acuerdo que reforzaba el marco multilateral de lucha contra el cambio climático, reiterando la intención de proseguir con la reducción de emisiones contraídas en Cancún. Pero la suma total de la emisión total de estos países asciende hasta el momento a sólo el 60% de lo necesario para limitar el aumento de la temperatura a 2º C por encima de los niveles preindustriales, por lo que los gobiernos expresaron su profunda preocupación por esta brecha, y la urgente necesidad de adaptarse al cambio climático, especialmente en los países en desarrollo. 

Los tres elementos centrales que supusieron el gran éxito de la cumbre fueron:

– La creación de un marco legal, aplicable a todos los países, que deberá adoptarse en 2015 e implementarse a partir de 2020, que facilite la acción climática (Plataforma de Acción de Durban mejorada). Este punto fue histórico al representar los esfuerzos de mitigación de todos los países bajo un mismo acuerdo. Dentro de este proceso, se acordó trabajar para aumentar el nivel de ambición de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero, para cerrar la brecha entre los compromisos de reducción de emisiones en 2020, y conseguir el objetivo de mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2º C y los 1,5º C.

– La puesta en marcha del Fondo Verde para el Clima establecido en Cancún, esperando que fuese uno de los principales canales para asistir a los países en desarrollo con una aportación de fondos públicos y privados de 100.000 millones de dólares anuales en 2020.

– La continuación del Protocolo de Kioto a través de un segundo periodo de compromiso, que empezaría el 1 de enero de 2013, evitando así un vacío jurídico entre el primer periodo de compromiso, que finaliza a final del 2012, y un segundo periodo, que durará cinco u ocho años, a decidir en 2012. Japón, Rusia y Canadá ya anunciaron que no formarían parte de este segundo periodo.

Las Partes reconocieron la necesidad de poner en marcha medidas contra el cambio climático de manera que se eviten los impactos negativos de las mismas, tanto sociales como económicas, en los países en desarrollo.

Entre las enmiendas propuestas al Protocolo de Kioto, destacó la inclusión del NF3 como nuevo gas Kioto.


Comienza la cumbre de Doha

Este lunes se ha inaugurado en Doha la 18ª conferencia de la ONU sobre cambio climático. Esta Conference Of Parties (COP 18) busca avanzar en las complejas negociaciones sobre la limitación de gases con efecto invernadero.

La cumbre tiene muchos temas pendientes sobre la mesa como determinar los compromisos del segundo periodo del Protocolo de Kioto y la ayuda a los paises en desarrollo. En esta conferencia se deben concretar varias de las ideas que se adoptaron en la anterior reunión de Durban (Sudáfrica) en 2011, así como lograr un nuevo acuerdo global de reducción de emisiones más ambicioso.

Por un lado, los participantes en la cumbre deberán determinar la duración del segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, que comenzaría en 2013, con los países en desarrollo apoyando un periodo de cinco años y la Unión Europea (UE) uno de ocho. El problema de cara a este segundo periodo es que en Durban sólo la UE, Suiza y Noruega expresaron su intención de participar en él, mientras que otros países desarrollados como Canadá, Japón y Rusia se desvincularon y un tercer grupo con Australia a la cabeza se mantiene indeciso. En estas condiciones, el compromiso es asumido únicamente por países que generan solo un 15% del total de las emisiones contaminantes mundiales.

El otro asunto en el que se pretende avanzar es en el diseño de un nuevo protocolo de reducción de emisiones, de carácter global. En este protocolo se comenzó a negociar ya en mayo de 2012 por el grupo de trabajo Plataforma de Acción de Durban (ADP, en su siglas en inglés) que tiene el mandato de elaborar el citado instrumento legal antes del año 2015, para que entre en vigor en 2020.

Sobre la ayuda a los países más desfavorecidos, el acuerdo de Durban también dejó para la cumbre de Doha la captación de fondos para sustentar el Fondo Verde para el Clima. Este fondo pretende proporcionar 100.000 millones de euros a estos países a partir de 2020 para afrontar las consecuencias del cambio climático.

La cumbre, que tendrá lugar hasta el día 7, a la vista de la magnitud de los retos, supone una gran oportunidad de avanzar en el desarrollo sostenible.


IDEAS PRÁCTICAS PARA REDUCIR COSTES

Personalmente considero que una correcta política de inventarios, garantizará una reducción considerable de los costos de una empresa. Dicha aseveración la hago, en virtud de que en el año 2007 trabajé como Analista de Logística y Adquisiciones en una Compañía de Generación Hidroeléctrica, en donde en un inicio las solicitudes de compra de materiales y suministros por parte de los Jefes de Bodega para el mantenimiento de la central, se efectuaba cuando las existencias prácticamente llegaban a cero, lo que ocasionaba obviamente retrasos en las entregas de repuestos, y reclamos por parte del área de mantenimiento al Departamento de Compras. Adicionalmente los pedidos que se realizaban, no consideraban un stock, por lo cual se convertía en un círculo vicioso de retrasos innecesarios.

Bajo estas consideraciones, se creó un programa que analizaba la rotación de repuestos de materiales y suministros, y se la clasificaba en alta, media y baja, de conformidad con los pedidos realizados por el personal de mantenimiento. Además se analizaba la cantidad que se requería por ítem, basado en un historial documental que se encontraba en la bodega (Hojas Kárdex) y en encuestas directas con el personal técnico, quienes tenían dentro de su planificación de mantenimiento, los repuestos que requerían para fechas específicas. El programa también generaba una alarma cuando el stock se reducía a un mínimo establecido, el cual se encontraba en función del tiempo que conllevaba en adquirir dichos materiales o repuestos, que en ciertos casos eran proveedores nacionales y en otros internacionales.

Toda esta información se encontraba disponible en un Sistema Computacional Contable, sin embargo la misma no había sido procesada ni sistematizada, lo que generaba que el Departamento de Compras, durante varios años sea considerado como el cuello de botella de la Empresa.

Con el establecimiento de un programa de máximos y mínimos de stocks en bodega, se podía conocer los materiales de mayor rotación, la cantidad requerida necesaria para un correcto funcionamiento de la central, el precio al cual había sido adquirido y la empresa o persona que proveyó dichos bienes. Ahora en la Empresa, se compra a tiempo un número adecuado de repuestos y suministros, lo que por economía de escala permite generar ahorros considerables, tanto logística como financieramente.

 


EL PAPEL DEL DIRECTIVO EN LA CREACIÓN DE VALOR PARA EL ACCIONISTA

La misión actual de un director financiero, debe superar la visión meramente administrativa, y centrarse en las aportaciones que éste, como cualquier otro directivo, debe realizar para la empresa. En definitiva, aparte del hecho de ser considerado el  controlador de los recursos de la empresa, el papel de dicho profesional es el de tomar decisiones acertadas que creen valor económico añadido para el negocio y, por tanto, para el accionista.

Las decisiones de inversión forman parte del presupuesto de capital de una empresa, y éstas deberán estar basadas en un método no empírico de medición del valor, el cual considere no solamente el beneficio sino también el coste que ha supuesto generar ese beneficio. En definitiva si el beneficio obtenido supera el coste de los recursos implicados, podremos decir que se ha creado valor.

De lo manifestado, sería pertinente entonces definir a la creación de valor como el presupuesto remanente que una empresa es capaz de generar después de haber amortizado la inversión inicial y pagado a los propietarios del capital una remuneración proporcional al riesgo que soportan. Desde el punto de vista de los accionistas, se crea valor cuando la empresa ha generado una rentabilidad superior a la esperada por éstos de acuerdo con sus expectativas.

Claro está que esta creación de valor no es responsabilidad exclusiva de la dirección financiera, ni siquiera de la dirección general, sino de toda la organización empresarial que debe estar orientada hacia la consecución de ese logro. Es lógico por tanto que el conjunto de políticas que se lleven a la práctica en la empresa, sean coherentes con el objetivo común, que corresponde a la maximización del valor de la inversión realizada por los accionistas.

Conviene señalar que este objetivo de creación de valor para el accionista no es incompatible con los intereses del resto de personas que tienen relación con la empresa como son: clientes, proveedores, empleados y sociedad en general. En cualquier caso el objetivo de creación de valor es un objetivo puramente financiero y responde a un criterio puramente técnico y no de tipo filosófico.

Parece entonces coherente señalar que la función del Director Financiero se revaloriza en momentos de crisis, ya que es la persona encargada de obtener recursos financieros cuando hay problemas de liquidez, instaurar medidas de contención del gasto cuando la rentabilidad no es la deseada y, en todo caso, actuar de “apagafuegos” ante problemas internos.

Finalmente el Director debe utilizar una metodología que le permita valorar sus inversiones, para lo cual tiene una amplia gama de herramientas, sin embargo existe un consenso común en el mundo financiero, de aceptar el criterio del valor actual neto (VAN) como el principal entre todos los demás.

Para que se cree valor en la empresa, el VAN de la inversión deberá ser positivo y por tanto estaremos invirtiendo en activos que generan un valor adicional para la empresa, en caso contrario dichos activos se destruyen. La formulación teórica del criterio es muy simple, consiste en actualizar los flujos netos de caja que promete generar la inversión a una tasa de descuento ajustada al riesgo de la inversión.

Parece claro que el Director Financiero está en una posición ideal para actuar de catalizador en este nuevo escenario de los negocios y, lo que es más importante, transmitir al resto de trabajadores de la empresa, a los mercados financieros y a los clientes, considerando a los proveedores y potenciales inversores, la orientación del negocio hacia la creación de valor.


REHABILITACIÓN DE MINICENTRALES HIDROELÉCTRICAS EN ECUADOR-PERSPECTIVAS

ANTECEDENTES

A lo largo de todo el país se encuentran diseminados pequeños proyectos de generación hidroeléctrica que en su momento sirvieron de base para la electrificación de ciudades, pueblos, comunidades, etc. Dichos proyectos fueron construidos por municipios y consejos provinciales de todo el país principalmente de la región Andina y estribaciones de los Andes.

Una vez que el INECEL Instituto Ecuatoriano de Electrificación puso en marcha la construcción de grandes centrales de generación como Pisayambo o Pucará, Paute, Agoyán y la construcción del Sistema Nacional Interconectado S. N. I. por parte de INECEL, la oferta de energía y la facilidad de cubrir la demanda de las empresas de distribución hizo que muchas de estas centralitas que suman alrededor de 120 MW sean  abandonadas, una por obsolescencia de sus equipos, otras por descuido de sus dueños quedando la obra física, obras de toma, desarenadores,  desripiadores, canales de conducción y tanque de presión abandonados, que constituyen más del 60% de la inversión necesaria en proyectos de generación hidroeléctrica.

SITUACIÓN ACTUAL

Gracias a la disponibilidad de recursos hídricos con que cuenta el país, se ha planteado la política del aprovechamiento intensivo de las diferentes cuencas hidrográficas a fin de explotar y balancear las dos vertientes que poseen potencial hidroeléctrico. Todo ello, mediante la realización de estudios e investigaciones para llevar a la fase de construcción a proyectos hidroeléctricos que permitirán disminuir sustancialmente los costos operativos del S.N.I. y satisfacer la demanda nacional con la posibilidad de generar saldos para exportación que podrán significar un importante ingreso para el país.

El Ecuador continental se divide en dos vertientes, 31 sistemas hidrográficos, 79 cuencas hidrográficas y 137 subcuencas hidrográficas. Las dos vertientes principales que están presentes en el país son: la del Pacífico y la del río Amazonas, que desemboca en el Océano Atlántico.

Las centrales hidroeléctricas más grandes del S.N.I. se encuentran ubicadas en la vertiente Amazónica, donde la época lluviosa ocurre generalmente de abril a septiembre, mientras que la época de sequía, es de octubre a marzo. Por esta razón, los mantenimientos de las plantas térmicas, preferentemente se los programa para la estación lluviosa y los de las unidades hidráulicas para la estación seca.

RECUPERACIÓN DE MINICENTRALE S HIDROELÉCTRICAS

El Ministerio de Electricidad y Energía Renovable del Ecuador, en el año 2007 suscribió con el Colegio de Ingenieros Mecánicos de Pichincha –CIMEPI, un convenio marco de cooperación interinstitucional, para la rehabilitación de mini centrales hidroeléctricas, el cual contempla la ejecución de 3 etapas que se detallan a continuación:

I ETAPA:     

Inventario a nivel de detalle de 15 mini-centrales  hidroeléctricas existentes en el centro sur del país.

II ETAPA:

Estudios de factibilidad de tres proyectos hidroeléctricos una vez concluida la primera etapa, y

III ETAPA:

Rehabilitación completa de una mini-central hidroeléctrica como plan piloto.

En cumplimiento de las actividades para la primera etapa, el CIMEPI evaluó e inventarió 21 mini centrales hidroeléctricas, misma que se encuentran ubicadas en las provincias del centro sur y sur del país: Chimborazo, Cañar, Azuay, El Oro, Loja y Zamora Chinchipe.

El informe presenta a nivel de inventario la situación actual de cada central, potencia a suministrar, costos de rehabilitación,  equipamiento electromecánico, consideraciones ambientales y costo de la energía, TIR, VAN, de las centrales que a criterio del CIMEPI están en capacidad de ser rehabilitadas.

Bajo los aspectos mencionados, el CIMEPI determinó que 10 de las 21 minicentrales, podían ser rehabilitadas, y cuyas características se resumen de la siguiente manera:

Cordovez (1,8 MW); Cemento Chimborazo (1,6 MW); Gualaceo (0,232 MW); Coyoctor  (0,36 MW); Zaruma (0,8 MW); Amarillo (0,675 MW); Carlos Mora  (2,4 MW); Isimanchi  (0,2 MW); Oña (0,1 MW); Pache (1,266 MW).

DESARROLLO DE LA SEGUNDA Y TERCERA PARTE DEL PROYECTO

El 1 de septiembre de 2010 el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, firma el contrato para el desarrollo de los Estudios definitivos de la central hidroeléctrica Gualaceo, con el objeto de poner en operación la mencionada central.

La central hidroeléctrica Gualaceo, se encuentra ubicada a 4 Km del cantón Gualaceo, en la localidad de Rauray, a orillas del río San Francisco, en la provincia del Azuay. Fue construida a finales de la década de los sesenta, en el año 1968, con el objeto de proveer energía a la población del mismo nombre.

Inicialmente fue concebida para generar 515 kVA, en dos grupos de generación, sin embargo, por efecto de carga (carga inicial de Gualaceo), se instaló un solo grupo.   

Luego de 16 años de operación, en el año 1984 la central paraliza su operación, hasta la fecha. Esta central actualmente pertenece  a ELECAUSTRO, se encuentra fuera de operación, y tiene una potencia instalada de 232 KW.

Los estudios desarrollados para la Rehabilitación de la Central, ponen de manifiesto la factibilidad de Rehabilitación de la Minicentral Hidroeléctrica Gualaceo, que incluso puede repotenciarse hasta 500 KW, con un costo de aproximadamente USD  850 000,00

Actualmente, el MEER transfirió los recursos a ELECAUSTRO, a fin de que pueda iniciar con los trabajos de Rehabilitación, cuyo proyecto será replicable toda vez que los resultados obtenidos por el proyecto piloto sean favorables.


LAS CENTRALES TERMOSOLARES EN EL ECUADOR

De acuerdo al Atlas Solar elaborado por el Consejo Nacional de Electricidad-CONELEC, la radiación directa máxima promedio en Ecuador es de 5119 Wh/m2/día, registrando este valor en las provincia de Loja, al sur del país, y valores promedio de hasta 2543,01 Wh/m2/día, en varios sectores.

En lo que se refiere a temperaturas ambientales por región, tenemos: En la Costa las temperaturas medias oscilan alrededor de los 28 °C (invierno) y los 25 °C (verano).

La Sierra registra climas diversos con una temperatura media de 13,6 °C.

La región del Oriente más próxima a la cordillera, acusa características subtropicales, con temperaturas que oscilan alrededor de los 20 °C; y temperaturas que revelan insignificantes oscilaciones estacionales, según lo prueba el dato de que se registre una temperatura media de 24 °C en el mes de julio y 25 °C en el mes de enero.

En cuanto a los factores económicos, que permitirían un ingreso de una central termosolar, podemos mencionar que el Ecuador cubre ingentes recursos económicos en el pago de subsidios de los derivados de petróleo, por ejemplo en el caso del diesel utilizado para la generación termoeléctrica, el Ecuador gasta anualmente 111,70 millones de dólares.

Cabe destacar que el Ecuador está propulsando un cambio de su matriz energética al año 2020,  actualmente del 34% en generación térmica, 43% en generación hidroeléctrica, 12% con gas natural, 10% importaciones y el 1% con biomasa, a un escenario del 86% en hidroelectricidad, 3% en generación térmica, 8% en energía renovable, 1% en importaciones y un 2% en gas natural.

Por otro lado hay que considerar la grave crisis en el abastecimiento de energía eléctrica ocurrida en el último bimestre del 2009 hasta el 15 de enero de 2010, en donde el país se enfrentó a una crisis en el abastecimiento de energía eléctrica, causada por la presencia de una sequía extrema que produjo una disminución considerable de los caudales afluentes a las principales centrales hidroeléctricas del país.

Sin embargo, a más de la falta de agua en las centrales de generación, se presentaron una secuencia de hechos que llevaron al sistema eléctrico a un desbalance entre la oferta de generación y el consumo de energía, entre las principales se indican las siguientes: falta de inversión en capacidad de generación, elevada injerencia política en el marco regulatorio, nula posibilidad del Estado para llevar adelante la planificación del sector con carácter de obligatoria, sistema no adaptado para enfrentar condiciones extremas de falta de lluvias y dependencia energética del sistema eléctrico de otros países. Por lo que se generó una frase en el sector industrial y comercial que decía “No hay energía más cara que la que no se produce”, haciendo que varias empresas y negocios acudan a los generadores térmicos para no disminuir su producción.

Hoy por hoy, con la creación del Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, se ha logrado recuperar la rectoría del sector eléctrico, con lo cual se ha dado impulso al desarrollo de las energías renovables y a la seguridad del abastecimiento eléctrico. Tal es así que se está construyendo el primer parque eólico en el continente (A excepción de las Islas Galápagos en donde se tiene un parque eólico de 2,4MW) cuya potencia instalada es de 16,5 MW y que entrará en operación a finales de este año.

Si bien es cierto en Ecuador no se tiene una central fotovoltaica instalada a la red, hoy en día con la Regulación No.004-11, emitida por el CONELEC en abril del año pasado, que fija una tarifa preferencial, plazo y período de vigencia, se ha logrado captar el interés de muchas empresas internacionales que desean invertir en el Ecuador y operar sus propias plantas.

Todos estos aspectos, y una decisión política en apoyo a las renovables, hacen favorable el ingreso de cualquier tecnología que utilice nuestros recursos naturales para la generación eléctrica. Tal es así, que una empresa española actualmente está tramitando el título habilitante para el desarrollo de una Central Termosolar de hasta 50 MW en la zona sur del país.


PRESENTE Y FUTURO DE LA ENERGÍA SOLAR FOTOVOLTAICA

Los países desarrollados han asumido el compromiso de disminuir sus emisiones de gases efecto invernadero mediante la introducción de energías renovables y medidas de eficiencia energética, en sustitución del uso de combustibles fósiles.

El crecimiento de la energía solar fotovoltaica a nivel mundial en el año 2010, superó el 70% de la potencia instalada en el 2009. Solamente en el 2010 se instalaron en el mundo, principalmente en los países industrializados (China, Asia Pacífico, EEUU, Japón, la Unión Europea y otros) 39600 MW de generación fotovoltaica, mayormente conectados a la red, ocasionando que el precio por vatio instalado se redujera en un 71,4% en comparación con el año 2000, lo que representó en ese año un auge de este tipo de tecnología renovable.

En España en cambio hay un crecimiento irregular que varía año a año, en virtud de los Decretos que entraron en vigencia a partir del año 2008, con lo cual en el 2009 apenas se instaló un 1,53% de la potencia total con sistemas fotovoltaicos, mientras que en el 2010 hubo un incremento del 12,78%, seguramente por el nerviosismo del mercado, que no sabía cómo iban afectar estas medidas a sus economías.

Como parte de un modelo de transformación, que combata la crisis económica y social, la Unión Europea planteó en el año 2010 una estrategia que enfrente las debilidades estructurales de los sistemas vigentes hasta esa fecha, con lo cual, el desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación, la promoción de un uso más eficaz de los recursos, que sea más verde y competitiva y el fomento de un alto nivel de empleo que tenga cohesión social y territorial, sean los tres pilares fundamentales que le permitan encontrar nuevos mecanismos para afrontar los retos del siglo XXI.

Uno de estos aspectos considera la lucha contra el cambio climático, el desarrollo y la inserción de las energías renovables en la matriz energética y el uso racional de la energía a través de la implementación de medidas de eficiencia energética. Dichos lineamientos considero, serán de cumplimiento irrestricto para los Gobiernos de turno, quienes avocados por el incremento exponencial de la demanda energética y ante los cada vez menos insalvables abismos, en relación a los precios de las tecnologías para la generación de energía eléctrica, optarán nuevamente por darle el lugar preponderante a las fuentes que consumen recursos naturales renovables.

El escenario tendencial, garantiza una rentabilidad para los sistemas fotovoltaicos en los diferentes sectores de consumo para esta década, considerando un incremento de la tarifa convencional en un 5%, y  con la participación de los industriales quienes pueden lograr la paridad en el año 2013 con la entrada en operación de generación fotovoltaica en el orden de 20 kW hasta los 2 MW. De igual forma al año 2016, el sector residencial se verá enormemente favorecido al transformarse en autoproductor y no necesitará de primas por parte del Estado para incentivar la inversión en esta tecnología.

Por otro lado, con las fluctuaciones del precio del crudo y la inestabilidad de los sistemas económicos de los países productores de petróleo, harán insostenible una matriz basada en generación con derivados de petróleo. Los nuevos avances en la integración del mercado europeo de la energía podrían añadir un porcentaje a su PIB, a parte que el fomento a las energías renovables crearía nuevos puestos de trabajo en la UE, además de los ahorros producidos para el Estado, por la aplicación de medidas de eficiencia energética.

Sólo un conjunto específico de medidas garantizará un impacto considerable, en pro de fomentar a las energías renovables. Dichas medidas pueden resumirse en las siguientes:

–      Inclusión en una Ley de la Constitución de un País, para la lucha contra el cambio climático y la diversificación de la matriz energética.

–      Estrategia definida dentro de una Planificación de Estado.

–      Normativa y Regulación vigente que fije el precio, el tiempo y la forma de pago de las energías renovables.

–      Normalización, Estandarización y Certificación de tecnologías.

–      Incentivos y fomento de industrias.

–      Socialización y capacitación de estas tecnologías con la población.

Por otro lado, la formulación de la política y la estrategia podrían quedarse solo en una fase enunciativa si no son respaldadas por los elementos básicos que permitan ponerlas en práctica. Esto significa, no solamente el marco legal y reglamentario, sino también una organización institucional que permita contar con los elementos técnicos y los recursos humanos para regular, supervisar y promover el desarrollo de las fuentes renovables de energía y la eficiencia energética en los sectores productivos.

Los altos precios del petróleo, que se prevé preva­lecerán en el futuro, provocarán un efecto de re­emplazo doble. Por un lado, constituyen un incen­tivo para la producción y demanda de energías alternativas y, por otro, darán lugar a una mayor utilización del carbón. Adicionalmente, hay un bajo crecimiento poblacional y por tanto el in­cremento de la demanda de energía eléctrica va en paralelo. En algunas regiones, los sustitutos del pe­tróleo para la generación eléctrica más probables son el gas natural y la energía nuclear, a pesar que ésta última debido al Tsunami en Japón, ha generado ciertas dudas en cuanto a seguirla considerando como una fuente segura para el futuro.

En resumen, las energías renovables tendrán un rol creciente entre los años 2000 y 2020 por el agotamiento de los hidrocarburos, el petróleo y el gas natural y la disminución del uso de la biomasa tradicional (leña) y del carbón. Las restricciones am­bientales han ido deprimiendo la posible expan­sión de los energéticos más contaminantes, a la vez que la tecnología desarrolla nuevos combus­tibles como el etanol, el biodiésel e hidrógeno a partir de fuentes renovables y de menor impacto ambiental. Esas fuentes ya están ingresando in­tensamente en el mercado ante los crecientes precios de los hidrocarburos líquidos y gaseosos. Paralelamente, se registra una fuerte entrada de la generación de electricidad con energía eólica y solar cuyos costos de inversión son más bajos. Así entonces, varios países del mundo entre ellos el Ecuador consideran a la energía fotovoltaica dentro de su mix energético, que aproximadamente estará en el orden del 2% de su potencia instalada al año 2020.


Impulso y Desarrollo a la producción y uso de la biomasa y los biocarburantes en Ecuador

Actualmente no existe una formulación específica de políticas y estrategias sobre eficiencia energética y uso de energías renovables en Ecuador, sin embargo existen elementos que tienen una vinculación directa con el desarrollo de estas fuentes
de energía limpia, entre estas podemos citar:

1. CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR

2. PLAN NACIONAL DEL BUEN VIVIR 2009-2013

3. POLÍTICAS ENERGÉTICAS DEL ECUADOR 2008 – 2020

Constitución de la República.-

La Constitución de la República define claramente en los artículos 413 y 414, la competencia del Estado de promover el desarrollo de las energías renovables diversificadas, así como la adopción de medidas adecuadas para mitigar el cambio climático, a través de la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación y la contaminación atmosférica.

Plan Nacional del Buen Vivir 2009-2013.-

Dentro de este documento de planificación del Gobierno Nacional se establecen los siguientes aspectos relacionados con la eficiencia energética y las energías renovables:

“Objetivo
4:
Garantizar los derechos de la naturaleza y promover un ambiente sano y sustentable”.

“Política 4.3: Diversificar la matriz energética nacional, promoviendo la eficiencia y una mayor participación de energías renovables sostenibles” [2].

Estrategias:
La producción, transferencia y consumo de energía debe orientarse a ser radicalmente sostenible a través del fomento de energías renovables y eficiencia energética”

Políticas Energéticas.-

El Gobierno Nacional determinó las Políticas para el Desarrollo Sustentable del Sector Energético, que consideran las siguientes políticas de Estado, a corto, mediano y largo plazo (en el ámbito de las energías renovables y la eficiencia energética):

a) Impulsar un modelo de desarrollo energético con tecnologías ambientalmente amigables.

b) Formular y llevar adelante un Plan Energético Nacional, que defina la expansión optimizada del sector en el marco de un desarrollo sostenible.”;

c) Promover el desarrollo sustentable de los recursos energéticos e impulsar proyectos con fuentes de generación renovable (hidroeléctrica, geotérmica, solar y eólica) y de nueva generación eléctrica eficiente, incluyendo la nuclear, excluyendo la generación con base en el uso del diesel.

d) Promover la constitución de empresas de distribución de energía eléctrica proactivas, eficientes y competitivas, guiadas por los principios de economía solidaria, manteniendo el principio de servicio público.

Bajo los aspectos mencionados, se aprecia que Ecuador de manera general, dentro de todos los aspectos legales, económicos y sociales, contempla la promoción de las energías renovables, pero además menciona que estas prácticas no deben poner en riesgo la soberanía alimentaria de la nación.

La inserción de las energías renovables ha adquirido un rol cada vez más creciente, debido a la importancia de alcanzar un adecuado nivel de garantía y sostenibilidad en el suministro energético, considerando el entorno y el ambiente de los consumidores.

El potencial de biomasa en el Ecuador es de gran importancia por su tradición agrícola y ganadera, cuyas actividades generan gran cantidad de desechos que pueden ser aprovechados energéticamente.

La utilización de las energías renovables en el país, en la mayoría de los casos está destinada para la generación de electricidad para autoconsumo, de los cuales existen excedentes que son colocados en el mercado eléctrico. La Regulación No.004-11 emitida por el Consejo Nacional de Electricidad, fijó una tarifa preferencial para los excedentes obtenidos con fuentes renovables, los cuales se detallan a continuación.

BIOMASA Y BIOGAS < 5 MW        11,05             12,16

BIOMASA Y BIOGAS > 5 MW          9,06             10,56

En el Ecuador se han instalado algunas centrales a biomasa, principalmente en base a la utilización del bagazo de caña en el sector privado entre las que desatacan: Ecoelectric (36,5 MW), San Carlos (35 MW) y Ecudos (29,8 MW).

Por otro lado, principalmente se han generado proyectos de carácter piloto que  proporcionen información y experiencia
necesarias para definir políticas y decidir sobre el alcance de la ejecución de nuevos proyectos. Los proyectos piloto en marcha se resumen a continuación.

1.- Plan piloto de etanol en Guayaquil:

El programa consiste en mezclar la gasolina con 5% de etanol que significa una demanda de alrededor de 40 mil litros por día del producto. El Ministerio de Minas y Petróleos y Petrocomercial, conjuntamente con las comercializadoras de combustibles y los productores de etanol, ultiman las condiciones económicas y financieras, así como los arreglos logísticos (surtidores, infraestructura de almacenamiento) para la puesta en marcha del proyecto.

2.- Proyecto piloto de biodiesel:

El uso del biodiesel permite reducir las importaciones de diesel, disminuir los niveles de contaminación y abre perspectivas interesantes para la agroindustria nacional.

En la actualidad, la producción nacional de biodiesel a partir del aceite de palma, se exporta en su totalidad.
Un proyecto piloto de uso de biodiesel para los vehículos de transporte público urbano, posiblemente en la ciudad de Cuenca, también se analiza. A la vez se estudia la factibilidad de utilizar este combustible para la generación de termoelectricidad.

3.- Producción de aceite de piñón en Manabí:

El fomento a las plantaciones de piñón (Jatropha Curcas) en la provincia de Manabí forma parte de una estrategia más amplia para combatir los procesos de erosión y desertificación que afectan a algunas regiones de la Provincia.

El objetivo de este proyecto piloto consiste en la producción de aceite de piñón para ser utilizado en la generación de electricidad como complemento de los proyectos de generación eólica y solar de electricidad en la provincia de Galápagos. La complementariedad y las sinergias que se crean bajo los dos objetivos: energías limpias para Galápagos y el combate de la erosión y desertificación en Manabí, son múltiples. Por una parte, se ataca de manera simultánea los problemas ambientales que afectan a dos provincias del país, se alivia el problema de abastecimiento energético en Galápagos y se contribuye al Estado del Arte y desarrollo económico y social de pequeñas organizaciones campesinas de la localidad.

Bibliografía:

1.- Estrategias y Lineamientos de Política para Introducir las Energías Renovables y la Eficiencia Energética en los Subsectores Productivos Priorizados por el MCPEC.

2.- Estado del Arte y Novedades de la Bioenergía en el Ecuador – Daysi Fuentes

3.- Regulación CONELEC -004-11

4.- Plan Maestro de Electrificación 2012-2020 – Capítulo 5 -CONELEC

 


Cumbre Sobre Cambio Climático COP 17

La XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17), viene postergando una decisión definitiva y trascendental que en estos dos últimos años, se ha estado diluyendo desde la cumbre en Copenhague. Que a mi criterio, después de Kioto, marca un antes y después sobre negociaciones internacionales en materia de cambio climático. Esto por cuanto, previo a dicha reunión, se prepararon varias mesas de análisis y discusión en diferentes países, a fin de estructurar una propuesta que a la final nunca pudo concretarse.

La propuesta inicial de reducción de emisiones de CO2 a nivel mundial para países desarrollados, en al menos un 50% al año 2050 respecto a 1990, y del 25% al 40%, al año 2020; se tiene que conformar con una extensión del protocolo de kioto, a ser adoptado en el 2015 y entrar en vigencia en el 2020.

La simple declaración de emisiones a la ONU, no garantizará un girón importante de timonel, en esta lucha contra el cambio climático, en donde al parecer las naciones industrializadas parecen haber abandonado el barco a su suerte, mientras que los países en vías de desarrollo demandan importantes recursos para esta causa, pero sin sumarse a los acuerdos.

Ojalá que los 100.000 millones destinados para esta causa, a partir del 2020, no sean tardíos para palear en algo esta embarcación mundial, de por sí anegada de discordias.

 

 

El acuerdo mantiene el objetivo de que la temperatura global no suba más de
dos grados centígrados. Sobre cuándo las emisiones deberán alcanzar su máximo
solo se dice que “lo antes posible” y no se establecen objetivos para
2050. Tampoco se ha incluido la recomendación del IPCC de que las emisiones de
los países desarrollados deberían reducirse para 2020 entre un 25% y un 40%
sobre el nivel que tenían en 1990.[39]

 


Saludos

El desarrollo de la energías renovables, dependerá de los mejores talentos



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