Experiencia única y confianza en tu organización

Está claro que la Gestión de la Calidad es fundamental para el buen funcionamiento de una empresa y que el hecho de estar certificado ofrece una garantía a los clientes.  Sin embargo la realidad no es esta y grandes organizaciones multinacionales, certificadas desde el sur al norte y del este al oeste, están lejos de garantizar la excelencia en la calidad a sus clientes.

La razón es simple, sus modelos de negocio, donde el único protagonista es el accionista. Esto les lleva a por supuesto cumplir con todas las normativas habidas y por haber, además de grandes inversiones en la implantación de sistemas de gestión de calidad y cambios continuos para su mejora, con lo que se da por hecho que debería de funcionar.  Desde la Dirección  hasta el barrendero de la empresa se adaptan a los nuevos procesos pero en la mayoría de los casos es por obligación y nunca por voluntad propia que hacen que estos sistemas sean ineficientes.

La traducción exacta para esto es, la inexistencia de una cultura empresarial sana y si unos empleados que carecen de confianza y motivación. Por lo que mi reflexión es que las personas hacen posible la excelencia en la calidad del servicio o producto que ofrecemos y que esta depende del grado de implicación de cada uno de los empleados de la organización.  Digo cada uno, porque es la forma de conseguir nuestro objetivo, ofrecer una “experiencia única” al cliente. Cada proceso dentro de nuestra cadena de valor depende de otros tantos y estos a su vez de otros muchos, con lo que todos dependemos de todos. Los recursos humanos de cualquier organización son la piedra angular del buen funcionamiento y la diferencia entre triunfar o fracasar. Por lo que la gestión de talento, la motivación y el desarrollo de cada uno de los empleados es fundamental. El trabajo debería de ser un lugar donde te sientes bien (en familia) y donde te desarrollas tanto profesional como personalmente. Un lugar donde tus conocimientos y actitudes se tienen en cuenta y forman parte de un objetivo común.

Una vez conseguido que todos los miembros de tu organización estén motivados (incentivos, etc…), involucrados y con voluntad de para cambiar en cualquier momento, se puede implantar el sistema de gestión más conveniente para tu industria ya que garantizas el éxito de su integración. Esto nos facilitará uno de los procesos más importantes para nuestra organización, conocer a nuestros proveedores y como no a nuestros clientes, necesitamos conocerlos como la palma de nuestras manos y no tratarlos como tal sino como socios de por vida en la cual creceremos de la mano, que es la única forma de superar las expectativas de nuestros clientes=socios.

La cultura empresarial es la clave y los cimientos para conseguir la excelencia en la calidad y para ofrecer al cliente una “experiencia única”.

Espero que con esta reflexión os haya abierto el gusanillo de participar en mi proyecto de fin de máster, ya que como os comenté, se trata de crear una cultura empresarial de confianza.

Un abrazo,

Jorge

 


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