Concurso de Acreedores sinónimo de Cierre de Empresa

Con el Concurso de Acreedores se trata de organizar las finanzas del concursado para conseguir que el mayor número de acreedores cobren lo máximo posible y evitar la desaparición de los negocios y sus duras consecuencias. ¿Se consigue? Pues no, en muchos de los casos no, es más un 95% de las empresas que lo utilizan cierran. Por este motivo y con el fin de que todos salgamos ganando se debería de cambiar el planteamiento enfocándonos de verdad en la posible continuidad de la empresa.

Para cambiar esta tendencia del cierre de empresas y el significado que ha adquirido el Concurso de Acreedores en nuestra sociedad, en la gestión del concurso los elementos que deberíamos de abordar son los siguientes:

– El Análisis de la situación de la empresa

Tenemos que conocer la tesorería disponible en el corto y medio plazo dentro del concurso, y conocer claramente los orígenes de la insolvencia: los costes, la financiación del circulante, el mercado, la estructura de deuda en relación a fondos propios, las variables fundamentales del negocio y cómo se ven influidas por los hechos mencionados y el equipo de gestión. Para esto, se deben separar los intereses del deudor (accionista) de los de la sociedad. Con un análisis claro se pueden plantear los siguientes puntos.

– El plan de viabilidad

Debe de centrarse en las fortaleza de la sociedad en su mercado y realizar todos los ajustes que sean necesarios (estrategia, producto, costes, desinversiones en activos no estratégicos, clientes, proveedores, equipo de gestión, etc…). El objetivo de este plan debe de ser la implantación de las medidas necesarias para volver a tener un ebitda positivo, adaptando los periodos de cobro y pago post-concursales a los de una sociedad en su sector, restringiendo la financiación en los meses siguientes al concurso, y durante los primeros años invirtiendo en el mantenimiento del negocio y no en su crecimiento. Esto nos permitirá obtener dinero para el repago del total o parte de la deuda, en los plazos que, en principio, puedan ser atendidos por el negocio.

– El plan de acción

Debe de ser concreto e identificar al equipo que lo va a gestionar y el tiempo de implantación, los requerimientos y restricciones de los acreedores, tanto los financieros como aquellos que sean clave para el sostenimiento del negocio como los proveedores estratégicos, que sin su aprobación será imposible llegar a ningún acuerdo.

La viabilidad de la compañía y de que por lo menos llegue a fase de convenio depende de que este planteamiento se considere a medio largo plazo.

Debemos de buscar la mejor solución y si a este planteamiento de gestión de concurso se le añaden propuestas como las de Rubén, el cierre de empresa será mínimo y la productividad de España reventará los mercados.

Un saludo,

El Poyatos

 


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