La nueva sede, en la Avenida de la Moncloa

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En el diario “ABC” del día 12 de julio de 1967, puede leerse “Bajo la presidencia del ministro de Educación y Ciencia, don Manuel Lora Tamayo, quedó inaugurado ayer tarde, poco después de las siete, en la Avenida de la Moncloa, de la Ciudad Universitaria, el nuevo edificio de la Escuela de Organización Industrial, destacando a la vez la ausencia del titular de la cartera de Industria, don Gregorio López Bravo, por tener que despachar con el Jefe del estado en aquellos momentos”.

No faltaron los discursos de rigor entre los que destacó especialmente el del Director de EOI, Fermín de la Sierra quien definió el acto y su significado como el fin de una etapa importante de la historia de la Escuela y el arranque de una nueva.

El edificio que ahora abría sus puertas ofrecía no sólo una mayor capacidad y comodidad para ampliar las labores docentes, 3.400 m2 distribuidos en cuatro plantas, sino que, al mismo tiempo, brindaba la oportunidad de intensificar otra faceta clave para un centro de tal naturaleza, como era la de la investigación.

De la Sierra recalcó dos circunstancias de la vida española claramente favorables para el futuro inmediato, el elevado ritmo de expansión económica y social del país y la necesidad de servicios como los que prestaba la Escuela en el pujante panorama empresarial.

De esta manera culminaba con éxito uno de los grandes objetivos que a medio plazo se habían planteado los fundadores de EOI, la necesidad de disponer de instalaciones propias, no podemos olvidar que la Escuela fue creada “con carácter experimental por dos años” (BOE del 6/8/1955), debía ganarse a pulso su sitio en el mercado.

La construcción de la nueve sede no estuvo exenta de polémicas y retrasos, en febrero de 1958 la Junta de la Ciudad Universitaria cedió a EOI una parcela de 13.115 m2, y se presentó un presupuesto estimado para las obras de 12.000.000 de pesetas, a partir de ese momento se iniciaron una serie de gestiones que intentaban repartir el esfuerzo económico entre diferentes organismos. Hasta enero de 1962 no se materializó la primera adjudicación para empezar las obras, 5.000.000 de pesetas donadas por el INI (Instituto Nacional de Industria). La valoración final de las obras fue de 18.000.000 de pesetas.

Un rápido balance indicaba que después de diez años de su fundación, la Escuela contaba con un edificio en propiedad y su posición en el mercado era cada vez más destacada.

 

Felisa Arribas Drta. Comunicación Estratégica EOI

 


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