Factor Fundamental de la Excelencia Empresarial
¿Qué es lo que, en el fondo, hace a una empresa excelente? La respuesta más fácil para la pregunta arriba sería: varios y diversos factores se suman para producir al final una empresa excelente. Respuesta fácil, rápida, correcta, pero… inútil, porque no nos lleva a ningún aprendizaje relevante, a no ser la pasiva constatación de que la realidad es compleja y que, tratándose de excelencia empresarial, cada caso es un caso: no es posible generalizar. Sin embargo “la realidad es sumamente simple” y las causas convergen para un único, o muy pocos, factores clave. Por eso, vale la pena insistir en buscar ese factor crítico, pues encontrarlo puede traer una ventaja competitiva decisiva para los que descubran y sepan explotar tal factor.
Para algunos, el secreto está en la tecnología. Al final, estamos en un mundo cada vez más sofisticado y dependiente de soluciones tecnológicas, y está claro que nadie puede ser competitivo con tecnología obsoleta. Además, no vemos ninguna empresa excelente que no cuente con tecnología de punta. Pero usted compra la tecnología más avanzada hoy, y al día siguiente los competidores también compran, de modo que ahí se fue la ventaja competitiva. Y, para desespero de los compradores y alegría de los vendedores, enseguida lanzan al mercado una nueva tecnología, de modo que nos deparamos continuamente con la tentación de entrar en el modismo tecnológico. No sería este, por lo tanto, el factor fundamental que buscamos. La tecnología es necesaria, sin embargo no es suficiente.
Para otros la diferencia está en Marketing. Al final de cuentas, si el mercado no conoce las virtudes del producto, nadie compra. Pero es evidente que no podremos mantener ventas crecientes y sustentables si el producto no fuera la mejor solución para los clientes. ¿Será entonces que la clave del negocio son productos excelentes? Al final, la expresión más evidente de la excelencia son productos que atraen y fascinan a los clientes. Pero si tales productos no están bien hechos, si no hay personas brillantes que sepan identificar necesidades no satisfechas de los clientes y tener ideas innovadoras que las satisfagan, no existe producto competitivo. Hmm… Parece que estamos llegando a un factor de fondo. ¿Serían entonces las personas que desarrollan el producto el factor clave que buscamos?
Puede ser, pero si no hay procesos excelentes que realicen tales productos, por más geniales que sean, al final tendremos clientes insatisfechos con problemas de calidad del producto o servicio. Y, por lo menos en la aplastadora mayoría de los casos, no es posible tener procesos excelentes si no hay personas que sepan como operarlos. Y, de nuevo, llegamos a las personas como el factor clave fundamental de la excelencia. No es en vano que circula por ahí la conocida frase: “el principal activo de una empresa son las personas”.
Pero aun falta algo… Hay personas en todas las empresas, sean ellas excelentes o pésimas. Por lo tanto, la respuesta no puede estar simplemente en las “personas”, genéricamente hablando. Nunca me gustó mucho aquella frase, porque coloca a las personas como “activo”, igual a cualquier otro bien material que la empresa posee. “El principal activo de una empresa no son las personas. Las personas correctas, si.” Eh aquí el factor clave de la excelencia!.
Estas “personas correctas” darán lo mejor de sí, no por el hecho de cuánto van a ganar con eso, sino simplemente porque su código genético de excelencia no les permite hacer trabajo “más o menos” bueno. Ellas disfrutan del trabajo que hacen, y no necesitan de zanahoria ni látigo para motivarse; ellas están auto-motivadas. Insisten en practicar la excelencia aun estando en empresas mediocres, que colocan limitaciones y barreras formales e informales frente a las personas. Personas correctas no necesitan de un jefe que las vigile y controle, porque son auto-disciplinadas. Les basta un líder que les muestre un propósito inspirador, que sea compatible con sus estándares internos de excelencia. Bienaventurada la empresa que sepa identificar, atraer, retener y desarrollar tales personas!
“Si reflexionamos profundamente sobre el factor fundamental que explica el éxito de una empresa, no encontraremos la respuesta en ningún aspecto tangible como capital, tecnología o estrategia, pero si en la imponderable virtud de personas que creen en un futuro mejor, que tienen un corazón enseñable y que se esfuerzan diariamente para alcanzar un estado superior de desempeño”
La competitividad en la economía global
Recientemente he participado en un foro de debate sobre el tema del título y he hecho algunas reflexiones que me gustaría compartir con vosotros sobre estos dos términos, «competitividad» y «economía global», especialmente desde la óptica de los productos industriales, que son los auténticos protagonistas del comercio internacional competitivo. En primer lugar, me planteo qué no es competitividad. Y desde luego, no es producción low cost, al menos desde la óptica de la competitividad como objetivo deseable y sostenible. Algún ejemplo: el conglomerado chino Hon Hai, proveedor de Apple, ha anunciado un salario medio de 700 $ mensuales en 2013. Esta cifra superaría ya el salario mínimo de 11 países de la Unión Europea y se acercaría al nivel medio de algunos de los recién incorporados. Por otro lado, y sin salirnos de Apple, la producción del iPod en 2006 utilizaba 41.000 trabajadores de los que el 34%estaba en Estados Unidos y el restante 66% fuera, principalmente en China. Los trabajadores norteamericanos estaban implicados en actividades de alto valor añadido tal como I+D, diseño, branding, marketing, etc mientras los de fuera se centraban básicamente en ensamblaje. Las diferencias de valor añadido quedaban claras en las masas salariales respectivas: el 34% norteamericano percibía el 70% del total.
Este ejemplo ilustra una realidad: no importa tanto el volumen de exportación que es lo que sugieren las estadísticas y rankings internacionales, sino la composición de nuestras exportaciones. La competitividad debe leerse en clave de valor añadido, es decir, de la posición que nuestras exportaciones ocupan en la cadena de valor de la exportación. El gráfico que os acompaño, elaborado por Golsdman Sachs Global, deja claro que la exportaciones de las economías llamadas «maduras» copan los puestos de arriba de la cadena de valor y queda todavía mucho camino para las emergentes, que no pueden contentarse con los puestos actuales.
Yendo más allá, tampoco es competitividad la exportación forzada o meramente coyuntural debida a caídas del mercado interior que provocan salidas a precios no realistas ni sostenibles, o las debidas a una búsqueda forzosa de divisas. Ni siquiera los modelos de industrialización forzosa, con apoyos en tipos de cambio, subvenciones, disponibilidad barata de materias primas o mercados interiores cautivos pueden ser receta aconsejable de competitividad. y por supuesto el subdesarrollo nunca puede ser una fuente de competitividad sostenible. El proceso de desarrollo se basa en una mejora de los estánmdares socioeconómicos y de la productividad que impone mayores rentas y costes ralentizando la competitividad. Competitividad no es dumping social o medioambiental. Según la prensa reciente, el Ministerio de Medio Ambiente chino ha constatado que las movilizaciones por motivos medioambientales han crecido a un ritmo del 30% anual en los últimos 15 años. Y en 2010 hubo en China 180.000 «incidentes de masas», eufemismo traducible a desórdenes públicos (manifesytaciones, huelgas, etc.). Como indica el gráfico, debido a Morgan Stanley Research, el proceso de desarrollo socioeconómico de las economías emergentes es la fuente principal de crecimiento económico, pero a la vez acerca sus niveles de coste a las economías maduras, amenazando su competitividad. El proceso de desarrollo es fundamentalmenbte una creación de capital humano que debe ir permitiendo sustituir la ventaja comparativa low cost, insostenible a largo plazo, por una productividad creciente, basada en el valor añadido.
Pero este planteamiento forma parte ya de lo que sí es competitividad. Basten de momento para este post estas primeras reflexiones sobre lo que no es competitividad. En alguno próximo entraré en ese otro apartado de lo que sí es competitividad dentro de la economía global en las que se mueven hoy las industrias de futuro.
Un saludo a tod@s y de nuevo mi bienvenida a un master que os debe incorporar a ese proceso de formación de competitividad sostenible.
¡Cómo conocí a EOI!
Todo empezó hace 2 años, cuando sentí la necesidad de complementar mi carrera profesional con un máster. Recuerdo que busqué en varias universidades locales e internacionales, visité conferencias, ferias y demás presentaciones de programas educativos de maestrías y pocas lograban cumplir todas mis necesidades en un máster. Fue entonces cuando una universidad local, PUCMM, publicó un Máster Executive en Project Management en alianza con la EOI. Recuerdo cuando recibí el correo, el pasado viernes 6 de Junio. Fue allí que escuché por primera vez de EOI. Consulté la estructura del programa y me gustó, luego visité su página web y para mi sorpresa se trata de una de la mejores escuelas de negocios del mundo, con más de 50 años formando líderes y que desde 1997 ofrece formación online en sus programas de máster.
Luego, el 26 de Agosto el INDOTEL junto a la MESCYT publicaron una convocatoria a becas en varias universidades internacionales; entre ellas la EOI, dicha convocatoria contemplaba 2 programas Máster Executive Online: el primero en Dirección de Empresas Tecnologías e Industriales y el segundo en Gestión de la Telecomunicaciones y Tecnologías de la información.
Analicé todos los programas ofertados y el Mastér Executive en Dirección de Empresas Tecnológicas e Industriales llenó las expectativas que hacía tiempo buscaba. Fue entonces un 23 de Agosto que apliqué y me sometí al proceso de selección. Finalmente, el 28 de Septiembre recibí la grata noticia de mi admisión al máster.
Hace cuatro días que empecé y estoy convencida que hice la mejor elección, seleccionando a EOI para forjarme como líder. Me gusta la metodología y su estructura. Esto es solo el comienzo de una relación de por vida con EOI, con mis compañeros, profesores y sus egresados.
Tus dos principales enemigos
¿Cuántas veces has dejado de hacer algo que en realidad querías? ¿Cuántas veces has dejado de expresar lo que sientes y de hacer valer tu punto de vista?
Hoy te quiero revelar que esas cosas que has dejado de hacer principalmente las ha dejado de hacer o por miedo o por vergüenza, ellos son tus dos enemigos principales.
Durante muchos momentos en nuestra vida, nos privamos de muchas cosas por diferentes miedos como el miedo a hacer el ridículo, el miedo a fracasar, el miedo a que no funcione etcétera. Por otro lado de esas cosas que hemos dejado pasar también ha sido culpable la vergüenza pues nos da pena con la gente, nos aterra el qué dirán y el que pensará el vecino.
Debes ser consciente que el miedo siempre estará presente en tu vida junto con la vergüenza pues son sentimientos naturales en el ser humano y jamás se van a desaparecer de ti, por lo cual debes aprender a enfrentarlos y a vivir con ellos. Si te preguntas para qué sirve el miedo? Seguramente responderás que para nada o para cosas negativas, pero en realidad el miedo sirve para hacerte más fuertes pues cuando experimentas miedo tu cuerpo produce adrenalina, acelera tu ritmo cardíaco y eso hace que puedas pensar y reaccionar más rápido, pero nuestro problema es que cuando lo experimentamos nos bloqueamos y no actuamos. La única forma de vencer un miedo es enfrentándolo así que la próxima vez que tengas miedo saca fuerzas de tu interior, respira profundo y atrévete a actuar.
Tu segundo enemigo es la vergüenza o la pena que te da hacer ciertas cosas, pero te invito a que no te centres en lo que los demás puedan pensar, decir o criticar si no que te sientas bien contigo mismo, con todas tus fortalezas y debilidades hagas lo que quieras siempre siendo tú mismo. Ten en cuenta que por lo general para llegar a lo que tú deseas debes hacer cosas diferentes a las que haces, cosas que quizá para muchas personas sean ridículas, tontas, estúpidas o demás pero vas a dejar que la vergüenza te impida alcanzar tus sueños?
Recuerda siempre ser tú mismo, hacer lo que quieras y lo que te parezca correcto sin que importe lo que puedan llegar a pensar los demás, pues al fin y al cabo es tu vida y tú eres el único dueño de ella.
Mente de Principiantes
Siempre el inicio de una nueva experiencia se vuelve algo memorable en la vida de las personas, ¿cómo no recordar el primer día de Escuela? ¿el primer empleo? ¿el primero negocio?. Y cómo no recordar las ganas y el ímpetu con que empezaste dichas experiencias, es como que quisieras conquistar un nuevo mundo, en dónde estás atento a todo lo que pasa alrededor, investigas, exploras, preguntas y tratas de sobrepasar todos los obstáculos y barreras que se te presentan en el camino. A esto le llamaremos mente de principiante y aplica también para los emprendedores. Cuando inicias un nuevo negocio, tu mente se encuentra en ese momento 100% enfocada en tu nueva aventura, te diviertes investigando y leyendo, el aprendizaje resulta tan natural como el que haría un niño en la escuela, te entregas con pasión y te lanzas totalmente a lo desconocido.
Esto puede ser aplicable en todo lo que emprendamos, sería perfecto tener siempre una mente de principiante, mantenernos con las mismas ganas y empeño durante todo el camino como el primer día. Sucede a veces que a medio camino nos detenemos y dudamos y se nos vienen aquellos pensamientos negativos que intentan hacer que abandonemos nuestros sueños o nos conformemos con ir “pasándola” y perdemos la pasión de aquel primer día.
Es ahí donde debemos recargar las baterías y reinventarnos, pensar que siempre habrán piedras en el camino (que para eso están) pero que lo más importante es ser perseverante y seguir hacia adelante. Mantener la humildad es la clave, está bien que seamos los mejores en nuestra área pero siempre pensá que podes aprender algo nuevo y podrás superarte a ti mismo. Por muy buenos que seamos en algo siempre podemos aprovechar la experiencia y el conocimiento de los demás.
Rutina, conformismo, fracaso, límites: son palabras que debes quitar de tu diccionario y reemplazarlas por muchas ganas, deseos de superación, progreso, entrega, pasión y experiencia.
Mente de principiante al final es vivir cada día de tus estudios, negocios, empleo como si fuese el primer día en que iniciaste dicha aventura.-
El Atrapado Sin Salida
O mucho me equivoco o estar atrapado sin posibilidad de escapar ha de ser una situación cuando menos frustrante; recuerdo el énfasis que hacía sobre esta idea mi profesor Carlos García en mis años de estudio en la Universidad de El Salvador.
Dicho concepto aplicado a los niveles organizacionales se puede interpretar de la siguiente manera:
Al simplificar los estratos organizaciones dentro de una empresa visualizamos tres niveles primarios, tal como se puede apreciar en la siguiente ilustración.
Desde un punto de vista pragmático se puede afirmar que un recién titulado inicia en el nivel más bajo, y en la medida que acumula experiencia, su retribución salarial se ve incrementada.
Partiendo de la premisa de que a mayor nivel de autoridad, mayor cuota de responsabilidad y mayor compensación financiera, podríamos decir que un individuo en el nivel operativo recibe un salario más bajo que uno ubicado en el nivel inmediato superior, sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que, en muchas empresas hay una “franja de traslape salarial” entre los niveles; ahora bien, el “atrapado sin salida” sería una empleado ubicado en esta “franja”, el cual considera que gana lo suficiente sin tener que incurrir en mayores responsabilidades; sin embargo, si esta persona no da el “salto” al siguiente nivel, se enfrenta a un problema de estancamiento de su carrera profesional aunado al inconveniente de que tarde o temprano llegará al techo o límite superior del sueldo asignado a su estrato.
Lo anterior no necesariamente significa que no existan salidas, lo que sucede es que a menudo éstas se encuentran bloqueadas por barreras de diferente tipo. Llegado a este punto recuerdo un seminario titulado “Pasos hacia el éxito” al cual tuve la oportunidad de asistir, y del cual puedo concluir que las primeras barreras que debemos derribar para dar el “salto” son las mentales o autoimpuestas.
Sentido de Pertenencia: Una Gran Contribución al Exito Empresarial
El objetivo de este blog es brindar mi punto de vista sobre la importancia del sentido de pertenencia como factor clave en los resultados de una empresa.
Escogí este tema, porque estoy seguro que entre más sentido de pertenencia tenga el personal, mejor serán los resultados. Las grandes empresas incluyen dentro de su planificación estratégica esta realidad y las acciones necesarias para incrementarla. Países con economías emergentes deben trabajar más en este tema y en la mejora del clima organizacional para así poder incrementar su productividad y maximizar sus resultados.
Durante mi experiencia laboral desde el 2003 he tenido la oportunidad de interactuar con personas de toda Latinoamérica, Estados Unidos de América y algunos países de Europa como España, Alemania y Austria, mi experiencia me dice que hubiésemos podido realizar mejor las cosas si hubiésemos desarrollado mas el sentido de pertenencia a nuestros trabajadores internos al igual que a los externos.
Quizás desarrollar este sentido de pertenencia sea un poco más complejo de lo que parece, muchos creen que este está directamente proporcional relacionado con el aspecto salarial, partir de este punto sería un error, el factor monetario juega un papel importante, pero al final no lo es todo, ya que no debemos dejar a un lado que el ser humano es por naturaleza social y y por tanto no podría sobrevivir solo, por eso, desde el momento que somos parte de una organización no solo nosotros pertenecemos a esta sino que ella ya nos pertenece.
Aristóteles ya lo escribía en sus tratados de política y decía:
«El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano… La sociedad es por naturaleza y anterior al individuo… el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios.»
Los escenarios de la economía mundial se caracterizan por sus cambios dinámicos, las empresas juegan un rol importante al igual que sus directivos quienes deben monitorear y tomar las decisiones acertadas para que la empresa pueda mantenerse como actores principales de este juego. En este nuevo escenario la empresa debe tener en cuenta aspectos como el clima organizacional con la finalidad de aumentar su productividad, calidad y el desarrollo de su personal.
El éxito de una empresa depende de la manera como el empleado ve a la empresa y de cómo la empresa concibe el clima organizacional. Ante esto existen muchas preguntas, por ejemplo, ¿Cómo puedo medir el clima organizacional? la respuesta la tienen en la perspectiva de cada uno de sus empleados.
Para comenzar a desarrollar en nuestros colaboradores este sentido de pertenencia podríamos preguntarnos y tratar de encontrar una respuesta a los siguientes interrogantes:
- ¿Sabes cuantas personas se identifican con un grupo o una asociación y participan de manera voluntaria?
- ¿Te has dado cuenta, con que orgullo e ímpetu llevan la bandera y emblemas de la organización a la que pertenecen?
- ¿Que nos lleva a identificarnos con una comunidad? ¿Por qué utilizamos gran parte de nuestro tiempo libre en reunirnos con un determinado grupo?
Primero se debe conocer más a cada uno de los miembros de nuestro equipo de trabajo, eso quiere decir que se debe conocer sus requerimientos, intereses y expectativas, es muy importante conocer los requerimientos de cada uno de los miembros y no creer saber cuáles son.
Las organizaciones modernas que han alcanzado el éxito, son organizaciones en las cuales el trabajo en equipo y la creatividad de cada uno de sus miembros juegan un papel importante.
Quisiera terminar diciendo “Toda Organización debe encontrar un ambiente de trabajo, donde el éxito este respaldado tanto para la organización como para sus empleados”
Encontrar un buen empleo después de acabar la carrera universitaria: ¿un imposible en este siglo?
Mientras estudias la carrera, piensas que el día que te gradúes todo será instantáneo: depositaras un par de currículos en alguna empresa que siempre te hayan llamado la atención y te llamarán pronto. A lo mejor, pasarás un tiempo ansioso desde que acabas la carrera hasta que encuentras un trabajo. ¿Nunca lo has pensado?
Por desgracia, y los realistas lo saben, no todo es tan fácil, o como decimos acá en República Dominicana no todo es color de rosa, para la mayoría de las personas que han terminado sus estudios. La situación económica actual dificulta enormemente esta transición de estudiante a trabajador, sobre todo porque los puestos de trabajo escasean, los profesionales cada vez son más numerosos y, por si fuera poco, existe la figura del becario, mucho más barato de mantener para las empresas en estos momentos de dificultades económicas.
Es por esto que debemos de dar lo que más podamos en la realización de este máster para sacarle el mejor provecho y en un mañana ver los frutos, este será una experiencia inolvidable por los conocimientos profundos que vamos a obtener en cada uno de los módulos a realizar.
“El futuro no es un lugar al que vamos, sino uno que creamos. El camino hacia el futuro no es uno que encontramos sino uno que construimos, y el construir este camino cambia a ambos, al creador y al destino”.
John Schaar
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Retomando y reorientando tu carrera profesional, ese salto.
Vives en España, acabas tu carrera y tú Master, deambulas un poco por el mercado laboral y tras ello apruebas unas oposiciones para pasar a formar parte de esa rara especie animal llamada «funcionarios». Seres mitológicos que provocan odios irracionales y a los que la leyenda popular atribuye poderes extraordinarios como sobrevivir a vacaciones inacabables, trabajar sin hacer nada e incluso mantener el mismo puesto de trabajo todo su vida.
Pero el caso es que la educación de uno obliga y, pese a mitos y leyendas, se intenta ser profesional, al igual que la gran mayoría, sigues formándote y buscas innovar dentro de las estructuras y procesos decimonónicos de nuestra querida Administración. Pero al final aparece un muro de cristal, ese que no permite evolucionar profesionalmente salvo que «conozcas a alguien», ese que diluye todo atisbo de innovación y mejora en una maraña de normas y decisiones políticas.
Y uno quiere crecer,profesionalmente hablando claro, y tampoco pide convertirse en un Gates, Jobs o Zuckerberg, simplemente te autoconvences (quizás equivocado, el futuro dirá) de que puedes hacer algo diferente e iniciar proyectos en los que trabajar todos los días sea algo «especial» (el trabajo perfecto quizá no exista, pero oye…de ilusiones se vive).
Y junto a esto llega la crisis, baja tu sueldo en repetidas ocasiones y cuando todo el mundo te mira con envidia por conservar tu trabajo vas y decides empezar a buscar un trabajo fuera de la función pública. Te planteas cuál es la pieza que le falta a tu currículo y mira tú, aquí andamos ahora, juntando los pocos ahorros que nos quedan para cursar el Master Executive en Dirección Empresas Tecnológicas e Industriales en la EOI y atándonos las correas para realizar un triple salto mortal con tirabuzón y medio que nos lleve a lugares y terrenos desconocidos.
Permitirme el paracaídas…que a veces los suelos están muy duros.