PAPEL DEL DIRECTIVO EN LA CREACIÓN DE VALOR PARA EL ACCIONISTA. Reflexiones

La creación de valor en una empresa, entendida como la diferencia entre el beneficio neto y el coste de los fondos propios, es lo que persigue cualquier directivo.

Un gerente eficiente busca siempre que la rentabilidad financiera sea mayor que el coste de capital de los fondos propios como la mejor garantía para la supervivencia de la empresa a largo plazo. Esto añade valor, permitiendo el crecimiento, la retribución al accionista, la retribución de los empleados, la satisfacción de los clientes y proveedores; en resumen, que las cosas marchen bien económicamente.

Sin embargo, ¿cuál es la mejor estrategia para que el directivo cree valor en su empresa? ¿Fijarse en la hoja Excel del balance y la cuenta de resultados y decidir qué partidas hay que aumentar y cuáles disminuir para que la celda final (EVA) sea mayor? No. O mejor dicho, sí, pero.

Esto es lo primero que hay que hacer en el tiempo, fijarse en la «fotografía» que el balance y la cuenta representan de la empresa y decidir sobre qué partidas actuar, pero hay una serie de acciones fundamentales que el directivo debe acometer para 1) decidir adecuadamente sobre qué partidas actuar (¿ingresos, costes, stock, deudas a corto…?), 2) cómo hacerlo y 3) cuándo hacerlo, siempre con el objeto de crear valor. Estas acciones serían las siguientes:

1. CONOCER EL NEGOCIO

Un gerente debe saber con todo detalle qué es lo que hace empresa (a qué se dedica, qué productos o servicios genera), cómo lo hace (con qué medios y procesos cuenta, de cuántas existencias dispone…), quién le financia (deudas a largo y a corto, fondos propios de accionistas, subvenciones…), cuál es su relación con clientes y proveedores (historia de la empresa, reputación, crédito dado y recibido…), cuál es su relación con los accionistas, quién es la competencia (contra quién está compitiendo la empresa y cómo le influye a ésta) y, lo más importante, debe conocer a las personas que trabajan en la empresa: el capital humano es lo más importante que tiene una empresa, tanto más cuanto más complejo sea el producto o los servicios que genera (ejemplo: no es lo mismo fabricar latas de Coca-Cola que hacer ingeniería aeroespacial).

Pienso que si un gerente no conoce bien la empresa que tiene entre manos, no va a poder actuar sobre la misma para crear valor. Conocer bien a la empresa significa saber qué marcha bien, qué marcha mal, en qué áreas hay mayor o menor potencial de mejora, en qué personas se puede apoyar para crecer y en cuáles no, qué es lo que buscan los accionistas… todo lo cual es fundamental si se quiere crear un valor añadido.

2. TRABAJAR EN EQUIPO y COMUNICAR. MOTIVAR

La unión hace la fuerza. Hay empresas o equipos de trabajo dentro de las empresas que están formados por profesionales muy brillantes que tienen un éxito escaso en su desempeño. Muchas veces el problema de este pobre desempeño tiene que ver con una cosa tan simple (compleja a veces) como la comunicación.

Por ejemplo: puede ocurrir que un trabajador pierda mucho tiempo analizando un tema que otra persona ha estudiado y ha descartado anteriormente por ser antieconómico o bien rompiéndose la cabeza haciendo cálculos o buscando una mercancía cuando hay un procedimiento/herramienta ya establecido para eso que ahorra tiempo y mejora los resultados.

Trabajar en equipo y comunicando es importante y, a la vez, motiva al trabajador. Sentirse parte de un equipo, saber que hay gente trabajando contigo y que juntos se pueden conseguir mejores resultados impulsa a las personas. Un buen directivo promueve el trabajo en equipo, la comunicación y la motivación.

3. RETRIBUIR ADECUADAMENTE

Trabajador contento, trabajador productivo. Si un trabajador trabaja bien y consigue resultados, hay que remunerarle adecuadamente. El variable por objetivos y por resultados globales de la empresa es una medida muy buena para 1) recompensar a los trabajadores que más han rendido y 2) incentivar la eficiencia y eficacia de la plantilla para alcanzar mejores resultados globales.

Recortar o estancar sueldos y no redistribuir los beneficios de la empresa es una de las mejores maneras de generar descontento entre los trabajadores, lo cual mata la productividad. El directivo que persigue crear valor debe desarrollar una política de redistribución de beneficios adecuada y justa en su empresa.

A pesar de que estas reflexiones tienen que ver más quizá con los recursos humanos que con la economía y las finanzas puras, no me cabe duda de que son fundamentales para el directivo a la hora de crear valor para el accionista.


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