Transformación digital (3/4). Retos a superar

Quien piense que la transformación digital va a ser un camino de rosas, se equivoca. Todo lo contrario. De hecho ya hoy está plagada de obstáculos que, a veces por la pura estructura y cultura organizativa y a veces por los comportamientos de las personas, son muy difíciles de superar. Es verdad que algunos sectores (la banca, por ejemplo) están muy necesitados de esa transformación, mientras que otros (la agricultura o la consultoría) no precisan de la urgencia que se predica actualmente como universal.

El primer reto que ha de afrontar es más conceptual que material. Se basa en la conveniencia de no olvidarse nunca de que las personas, y por ello el talento y las capacidades profesionales, deben considerarse por encima de la tecnología. Son las verdaderas fuentes de innovación y la creatividad, mientras que la tecnología es la herramienta poderosa. Primer reto: gestión del talento de los colaboradores.

En este mismo concepto habría que señalar las estructuras organizativas, desde la organización en sí hasta sus procesos y procedimientos. Frente a las empresas rígidas e inflexibles, hay que predicar la capacidad de auto-organización. Recordemos a J.M. Gasalla cuando decía que por encima del criterio organizativo estaba la capacidad de la empresa para organizarse. Segundo reto: la gestión del cambio organizativo.

 

Descendiendo desde el verdadero sentido comercial, se presenta un nuevo reto dirigido hacia los destinatarios. Clientes y usuarios de la organización que han evolucionado cada uno a su manera. Ya no hay reglas generales, ni comportamientos comunes. Es preciso hacer trajes a medida y con diversas tallas de anchura y largura. Tercer reto: gestión de los clientes.

La transformación digital ha venido para ayudar y no para entorpecer ni el desarrollo de las empresas ni su reacción hacia la eficacia. Es decir, no se puede hablar de la transformación digital sin referirse a la creación del valor, en abstracto y en concreto a cada proceso productivo, comercial, creativo o institucional. Cuarto reto: gestión del valor que proporciona la transformación digital.

Por último, y relacionado con la forma y manera de llevarlo a cabo, hay que considerar a la tecnología con toda la carga técnica, de procesos e incluso burocrática que representa. Los modelos tecnológicos no son duraderos y a veces tampoco estables. Por ello son complicados e incluso inaccesibles. Quinto reto: gestión tecnológica.

Por lo indicado, parece oportuno enfrentarse a la transformación digital sabiendo que aun siendo imprescindible no es fácil y exigirá cambios profundos en todos los escenarios. Ya se sabe desde hace mucho que lo único que permanece y permanecerá constante es el cambio. Es natural tener miedo cuando nos enfrentamos a un proceso de transformación digital, pero merece la pena recordar la frase de George Addair:

“Todo lo que siempre has querido está al otro lado del miedo”.


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