Mucho más que tecnología

Big data, open data, linked data, tecnologías semánticas, realidad virtual, realidad aumentada, ibeacons, RFID, NFC o GPS. Son innumerables las nuevas tecnologías al servicio del sector turístico, gracias a las cuales empresarios y turistas sacarán partido y disfrutarán mucho más, respectivamente, de cualquier destino.

Hemos visto igualmente que el uso de todas estas tecnologías está muy vinculado a lo que se denomina «destino turístico inteligente (DTI)» o «smart destination».

Ya tenemos a mano diversas definiciones de DTIs que ya circulan entre los distintos círculos del sector. En el caso de España, SEGITTUR lo describe como “un destino innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia, que garantice el desarrollo sostenible del territorio turístico, accesible para todos, que facilite la interacción del visitante con el entorno e incremente la calidad de su experiencia en el destino». Otros expertos lo definen como «aquel capaz de integrar la tecnología más avanzada dentro de un territorio, para ponerla al servicio de las empresas y de los turistas que lo visita»

El concepto de «inteligente» se basa en el despliegue intensivo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, así como en la proliferación de la tecnología móvil y sus aplicaciones; no obstante, un DTI no es «inteligente» exclusivamente por el uso intensivo de la tecnología, sino porque se sirve de esta tecnología para entender la movilidad del turista, utilizando esta información de cara a que las instituciones e industrias locales se sirvan de la misma para la definición de políticas basadas en el conocimiento y servicios móviles avanzados, siempre orientados a satisfacer al visitante.

En lo referente a Big Data, hemos visto que estas tecnologías permiten analizar gran cantidad de información, de múltiples fuentes, en tiempo real y con el objetivo de facilitar la toma de decisiones para el sector.

Un caso concreto de la aplicación de las tecnologías en destino es el caso de la ciudad de Palma de Mallorca, reconocida por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo español con el distintivo «Destino Turístico Inteligente» y que ha realizado un plan director de la transformación de la Playa de Palma hacia la Smartcity, creando una infraestructura Smart Wi-Fi en la playa de Palma y a través de una herramienta de seguimiento en lo que denominan Smartoffice en el propio Ayuntamiento.

Los objetivos para 2017 son el desarrollo de una red de sensores inteligentes que informen en tiempo real de variables medioambientales, como clima o polución y el análisis del comportamiento del turista en destino utilizando Bigdata.

En el caso de las empresas del sector, destacan las soluciones desarrolladas por la empresa BeOnPrice, especializada en herramientas tecnológicas de revenue management enfocadas en el análisis de precios y reputación online en tiempo real.

Su proyecto Watcher es un programa de pricing para hoteles que permite proponer la tarifa más adecuada con respecto a la competencia en las principales ciudades y arrojar datos a los directores de hotel en tiempo real, y que ya está en fase de implementación en las cadenas Iberostar, Santos o Room Mate.

Estudios de Big Data en el sector turístico, como el realizado por el departamento de I+D de Telefónica, permiten conocer aspectos como: origen de los visitantes, duración de la estancia por países de origen, desplazamientos entre destinos, días y zonas donde se alojan los turistas, incluso el gasto medio diario que realizan en la ciudad.

Debemos por tanto aprovechar la posibilidad de cruzar datos automáticamente que ofrecen estas herramientas para establecer una oferta en destino adecuada, sirviéndonos de la información que nos proporcionan para anticiparnos a los cambios de hábitos de consumo de los turistas y evitando quedarnos anclados en la mera tecnología.

1 comentario / 01 Feb 2015 por Lourdes María de Pedro Redondo
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