Gestión TIC & Gestión de Proyectos

La PLDT me ha permitido ver una aplicación práctica de cómo gestionar las TIC y hacerme reflexionar que para empresas de gran tamaño se puede funcionar de manera integrada compartiendo sistemas.

Sí que he visto la necesidad, y es algo obvio en dirección de proyectos, de trabajar de forma muy estructurada, procedimental y analítica pero especialmente en las TIC porque intervienen una gran cantidad de actores. Y volviendo de nuevo a la PLDT, que adquiere un plano de aplicación superior al de empresa, todos los stakeholders seguramente tendrán visiones, opiniones y objetivos distintos.

En este caso, la figura del gestor del proyecto, las labores de comunicación y gestión del cambio adquieren más importancia que nunca.

A pesar de que se ha insistido en la alineación de objetivos, la buena definición del proyecto, de su alcance y las políticas de comunicación, creo que se ha hecho poco hincapié en la gestión del cambio (no obstante sí que se menciona que se llevan a cabo campañas de comunicación de objetivos del proyecto a los stakeholders). Sería interesante tener resultados sobre el grado de aceptación y satisfacción con la plataforma una vez implementada, así como valorar y cuantificar en términos económicos y de tiempo los resultados del proyecto para cada perfil de participante.

Me ha llamado la atención la diversidad de perfiles que intervienen en el proyecto y aunque me he centrado en anteriores preguntas en la figura del analista funcional observo que en cada transmisión de información o de toma de requerimientos y su consiguiente traslado a otro actor y nivel, se pueden producir importantes sesgos de información, no por falta de conocimientos de las partes sino por el diferente rol –informático, ventas, administrativo,…-, que empleen lenguajes diferentes, visiones departamentales aisladas, aunque se hable de integradas, y objetivos diferentes dentro de la empresa.

En ocasiones, se ha visto en grandes empresas donde cada cual conoce su pequeña área de responsabilidad, muy definida, muy procedimental, limitar su voluntad a participar, limitándose a cumplir un perfil bajo de contribución al proyecto. Frases como: “me ha costado años obtener éste listado, que se busquen la vida, no se lo entrego”; “¿y quién hace mi trabajo del día a día? Estoy ocupado, que dure poco la reunión por favor”; y “eso que me preguntas es muy antiguo, yo siempre lo he hecho así, funciona bien, ¿qué quieres cambiar?”; suponen una lacra en la actitud de las personas que puede hacer tambalear y retrasar la aplicación de un proyecto TIC.

Retomando la idea anterior a la que acabo de exponer, creo que la clave está en el saber hacer de las personas del proyecto, porque tratar de explicitar procedimentalmente y estandarizar tareas que no se encuentran recogidas en manuales,  que forman parte del día a día del trabajo y que solamente quien las desarrolla sabe hacerlas en una empresa, es una ardua tarea de búsqueda de congruencia, lógica y pensamiento transversal para hacerlo encajar en el objetivo y desarrollo del proyecto.

Nace así, para mí la idea, de que la experiencia y conocimiento de las personas del proyecto es un aspecto fundamental.

Íntimamente relacionado con esta idea, está la figura del departamento de sistemas e informática, que si bien se ha aludido a la necesidad de que conozcan la tecnología, así como su desarrollo y aplicación, y la necesidad de que cumplan con los standares y especificaciones del proyecto, creo que debería igualmente mencionarse la necesidad de que estas personas desarrollasen sus soluciones mucho más usables y con un lenguaje menos complejo.

Desde mi punto de vista, no solamente es necesario reuniones con personas de múltiples departamentos, sino que también es preciso que los perfiles muy especializados hayan empleado parte de su tiempo de trabajo en otras funciones que les ayudaría a entender mucho mejor las interacciones y necesidades del resto de participantes en el proyecto. Justamente a la inversa, desarrolladores de negocio y consultores funcionales deberían de tener mayor conocimiento tecnológico para conocer el potencial de las soluciones que pretender desarrollar.

Como comenté anteriormente esos “gaps” consumen tiempo y recursos a la vez que pueden generar actitudes de no entendimiento y falta de valoración del trabajo realizado por la otra parte.

Cuanto más grande sea el alcance de un proyecto y número de personas participen en el mismo mayor será ese riesgo a mitigar.

El desarrollo del módulo me ha permitido tener una visión más amplia de la gestión de proyectos, reconocer (algo evidente y patente), como es la importancia de la tecnología y no solo orientada a recoger y gestionar datos, sino a la gestión integral de la empresa, y lo que resulta más interesante aún, orientada a la colaboración participativa de todo un sector y búsqueda de ventajas donde todos los actores ganan.

 

 


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