Una infancia distinta…

Parándome a pensar un poco en mi pasado y, sobre todo, en mi infancia, he ido recordando una serie de cosas que me han hecho recapacitar.

Yo nací en la década de los 80, exactamente en 1984 y me he dado cuenta que los tiempos han cambiado, y mucho.

Mi generación, la de los 80, ha sido la última que ha  aprendido a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la comba, el elástico o al “pilla-pilla” y, a la vez, ha sido la primera que ha jugado a videojuegos, tenido teléfonos móviles y navegado por Internet.

Entrábamos al colegio cuando el 1 de noviembre, era día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso, los últimos en hacer BUP, COU y los pioneros de la ESO.

Hemos sido los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT.

Aprendimos a programar el video antes que nadie, jugamos con el Spectrum, vimos los primeros móviles y creímos que Internet sería un mundo libre.

Mirando atrás es difícil creer que estuviésemos vivos en la España de antes: Nosotros viajábamos en coche sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales
y sin air-bags, hacíamos viajes de más de 3h sin descanso con cinco personas en el coche y no sufríamos el síndrome de la clase turista.

No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico.

Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando con otros niños.

Ligábamos con las niñas jugando a «beso, verdad y atrevimiento» o al «conejo de la suerte», no en un chat de Facebook o tuenti.

Tuvimos libertad, fracaso, respeto, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

¿Tú eres uno de ellos? ¡Enhorabuena! tuviste la suerte de crecer como un niño.

Y ahora, vuelta a la realidad…vivimos en la era de nuevas tecnologías, nadie puede vivir sin tener teléfono móvil,  y no solo eso, sino que tiene que ser de última generación como iPhone, BlackBerry o Samsung Galaxy. Además de sus MP3, netbook, ordenadores de todos tipos y tamaños. No critico que esta época sea mejor o peor, simplemente estamos en ella y tenemos que vivirla adaptándonos lo mejor posible y con la mayor rapidez ya que si no nos quedaríamos anticuados. Y todo ello lo estoy escribiendo con mi Tablet Samsung Galaxy ultimísimo modelo…

Y para concluir mi reflexión lanzo varias preguntas al aire: ¿Qué infancia era más feliz? ¿Hasta donde van a llegar las nuevas tecnologías? Me da miedo pensarlo…


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