POLÍTICA SOCIAL EN REPÚBLICA DOMINICANA
La Política Social en la República Dominicana tiene características asistencialista y clientelista. Las investigaciones realizadas a través de organismos descentralizados del Gobierno, han evidenciado la gran verdad que se impone en las políticas sociales: “el uso político-clientelar de los programas sociales, la falta de transparencia y el enfoque asistencialista”, aspecto último que considera a la política social como una dádiva, más que un instrumento para superar la pobreza.
Inclusive, se destaca el hecho de que la tendencia, en este sentido, es reducir el gasto social en momentos de crisis económica, lo que, obviamente, ocasiona un impacto negativo en la pobreza y afecta significativamente a los segmentos más vulnerables de la población.
Según datos ofrecidos por el Centro Montalvo, quienes editaron el libro “Política Social en República Dominicana 1930-2007: ¿Inclusión o Asistencialismo?”, durante la crisis financiera en la que estuvo sumida la República Dominicana en el año 2003, surgieron alrededor de un millón de nuevos pobres.
En República Dominicana, existe el Programa “Solidaridad”, en sus componentes “BonoGas”, “BonoLuz”, “Tarjeta Joven”, “Comer es Primero” e “Incentivo a la Asistencia Escolar (ILAE) -los dos últimos destinados a la compra de alimentos y útiles escolares-. Por concepto de “Comer es Primero”, los beneficiarios adquieren alimentos básicos en más de 5,000 colmados y almacenes adscritos a la Red de Abasto Social.
Las familias son beneficiados con una tarjeta electrónica con 700.00 pesos, para adquirir comida, y hasta 600 pesos como incentivo escolar cada dos meses, a cambio de que cumplan con las responsabilidades de llevar periódicamente a sus hijos a los exámenes médicos de las unidades de Atención Primaria de Salud, y a que los envíen a las escuelas. Los inscritos pueden adquirir, mediante este Programa, habichuelas, sardinas, huevos, aceites comestibles, pastas alimenticias, salsa de tomate, azúcar, cebolla, ajo, verduras, salami, leche, chocolate, avena y víveres.
De acuerdo con las cifras suministradas, el Programa Solidaridad beneficia a 800 mil hogares dominicanos por concepto de Bonogás, un subsidio de gas que utilizan las amas de casa para cocinar sus alimentos, y con Bonoluz reciben un subsidio de energía eléctrica.
Estos programas sociales pudieran aportar importantes beneficios a las colectividades de escasos recursos económicos. Sin embargo, las investigaciones sobre este tema concluyen que los programas focalizados de lucha contra la pobreza, como es el caso del programa Solidaridad, “…actúan principalmente aplacando las malas condiciones de vida, pero presentan serias debilidades y no brindan a la gente las habilidades, los conocimientos o las destrezas para que, en el mediano o largo plazo, pueda romper el círculo de la pobreza”.
Sólo si estos planes sociales se articulan con políticas sustentables en materia de educación, seguridad social, salud y empleo, será posible alcanzar un plano de desarrollo social en las comunidades.
http://www.hoy.com.do/el-pais/2012/2/11/414113/Gobierna-transfiere-522-millones-de-pesos-al-Programa-Solidaridad
http://centrojuanmontalvo.org.do/spip/spip.php?article364