Cero inventarios, sí, pero…… ¿a cualquier precio?


¿Qué son los inventarios?

Los inventarios, también llamados stocks o existencias, de una empresa son los materiales y artículos que se almacenan y que son necesarios para el proceso productivo (materia prima y ensambles, en algunos procesos) y para la venta (producto terminado).

 

Funciones de los inventarios

• Escasez. Evitar la escasez, protegiéndose ante la incertidumbre de la demanda o ante un posible retraso en el suministro de los pedidos, que puede traer como consecuencia perdidas de ventas, de clientes y afectar la imagen, por tanto, de la empresa.

• Economía de escala. Aprovechar la disminución de los costes a medida que aumenta el volumen de compras o de fabricación. Teniendo en cuenta que, así como el coste de producir disminuye al aumentar el volumen de producción, también existen los beneficios de recibir determinados descuentos por volumen de compra.

• Motivos comerciales. Lograr un equilibrio entre las compras y las ventas para alcanzar la máxima competitividad, regulando, mediante el almacenaje, el flujo de adquisiciones y entregas.

Importancia de tener inventarios reducidos o inventario cero

Stock cero es un tipo de inventario que se identifica con el sistema de producción “Just in Time (JIT)” o justo a tiempo (JAT), que consiste en trabajar bajo demanda, es decir, sólo se producirá cuando sea necesario para atender una demanda concreta.

En un sistema JAT el inventario debe ser el mínimo o a ser posible eliminarlo: llega la cantidad exacta en el momento necesario,  ni un minuto antes (stock) ni uno después (tiempo de espera), por tanto, los costes asociados al almacenaje de materia prima o producto terminado (finish good) serían también cero o mínimos. Hay que evitar tener inventarios que escondan la variabilidad o los problemas del sistema de producción, a lo se le conoce como efecto río:

“Se puede comparar el nivel de stock con el caudal de un río. Cuando una empresa reduce sus niveles de stock, es decir, reduce el nivel del agua, en todo el proceso productivo y/o comercial, en una gran proporción y de una forma continuada, puede sufrir el llamado efecto río: el agua deja ver las rocas que interfieren el proceso. Por ejemplo, al ajustar al máximo los niveles de stocks a la demanda, la empresa puede descubrir defectos de calidad, plazos de entrega excesivos, que la producción es poco flexible, que el transporte es ineficiente, etc.; problemas que hasta entonces se desconocían o no se les prestaba atención porque estaban enmascaradas por un stock sobredimensionado o excesivo”.


Conclusiones

El tema de inventarios mínimos o cero que es uno de los objetivos que se persigue en un sistema de producción ajustado como el JAT representan un riesgo para un sistema estándar en que los inventarios actúan como un colchón que le permite a la empresa protegerse ante imprevistos que afecten las actividades de aprovisionamiento y fabricación.  Por su lado, el que las empresas tengan niveles de stocks para mantener una holgura sobre su demanda probablemente no le permite identificar problemas que pudieran estar afectando toda la cadena de suministro y les hagan a ésta incurrir en costes o gastos innecesarios.

Probablemente en lo que las empresas deben enfocarse es en lograr una gestión eficiente de sus inventarios y llegar a un compromiso entre el volumen de stock que realmente necesitan y el coste asociado a éste.




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