Minimizando impactos ambientales: El Aeropuerto Verde
La evaluación de impacto ambiental de proyectos resulta una herramienta fundamental para promover el desarrollo sostenible y más en un campo tan controvertido como las infraestructuras aeroportuarias. Es un instrumento que permite la preservación de los recursos naturales y la defensa del medio ambiente al introducir la variable ambiental en la toma de decisiones sobre proyectos, como es el caso de los aeropuertos que pueden tener una incidencia importante sobre el medio ambiente. Proporciona una mayor fiabilidad y confianza a las decisiones que se adoptan al permitir elegir, entre las diferentes alternativas viables, aquella que, salvaguardando los intereses generales, tenga en cuenta todos los efectos derivados de la actividad proyectada, desde una perspectiva global e integradora, garantizando adecuadamente los cauces de información y participación públicas.
Pero todavía podemos ir un paso más allá y de esta intención nació la idea del aeropuerto verde que persigue minimizar al máximo el impacto generado en el entorno y cuyo objetivo es llegar a ser una instalación neutra en emisiones de carbono. Para ello se hace un uso responsable de los recursos naturales que necesita para su funcionamiento, reduce el consumo de energía y promueve la utilización de energías renovables para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, además de gestionar adecuadamente sus residuos.
Esta iniciativa, que está siendo impulsada por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), forma parte de un amplio proyecto que consiste en implantar tecnologías más respetuosas con el medio ambiente en todos los aeropuertos de la red. Se trabajará tanto en el aérea de las actividades del aeropuerto como en el de movimientos y controles de aeronaves, siendo las más relevantes:
CLIMATIZACIÓN: mejoras en la envolvente del edificio, sistemas que generen sombreado en verano y permitan el paso de la radiación solar en invierno, gestión inteligente de temperatura y humedad…
ILUMINACIÓN: lámparas de consumo eficiente y LED, detectores de presencia, iluminación natural, etc.
MOVILIDAD SOSTENIBLE: promoción del vehículo eléctrico y car-pooling, impulso del transporte público, mejora del acceso sostenible al aeropuerto, etc.
CONSUMO DE AGUA Y GESTIÓN DE RESIDUOS: control de consumos de agua, depuración y control de vertidos, riegos ecológicos.
ÁREA DE MOVIMIENTO DE AERONAVES: movimientos en tierra de aeronaves con un solo motor y reducción de recorridos, optimización en la asignación de puertas de embarque…
ENERGÍAS RENOVABLES: paneles sanitarios para agua caliente sanitaria, estudio de viabilidad del uso de energía eólica y fotovoltaica e impulso de la biomasa, plantas de cogeneración y geotermia para la generación de energía.
Y todo empieza en Lanzarote, reserva mundial de la biosfera, donde se ha puesto ya en marcha esta iniciativa convirtiéndose su aeropuerto en el punto de partida experimental, se están desarrollando proyectos específicos para la evaluación de las diferentes tecnologías disponibles con el objetivo común de minimizar el consumo de energía y las emisiones de CO2. Por ejemplo se estudia la posibilidad de instalar placas fotovoltaicas y aerogeneradores para poder generar allí energías limpias.
Ojalá que dentro de un tiempo, esta idea de aeropuerto ecológico sea algo habitual y no un ejemplo aislado, aplicándose estas medidas en el resto de instalaciones aeroportuarias del país y abriendo así el camino hacia un turismo más responsable con el medio cuyo desarrollo no sea a costa de sus valores y su diversidad medioambiental.
No sé vosotros pero yo pienso hacer una visita a esta maravillosa isla tendré que verificar in situ todas estas medidas…