La crisis en la Economía Española

 La entrada de España en la Comunidad Económica Europea, el 1 de enero de 1986, requirió que el país abriera su economía, con un fuerte incremento de la inversión extranjera en España, un incremento de las inversiones públicas en infraestructuras y  un impulso modernizador de la empresa española ante la competencia exterior. Se activó el consumo motivado por un efecto de enriquecimiento provocado por la subida de la Bolsa y del valor de los inmuebles. España aceleró el crecimiento de su PIB, redujo la deuda pública, redujo la tasa de desempleo del 24,4% al 15% en 3 años y redujo la inflación por debajo del 3%.

Los retos más importantes para la economía española comprendían la reducción del déficit público, una mayor reducción de la tasa de desempleo, la reforma de las leyes laborales, la reducción de la inflación, aumento del rendimiento y la productividad y el aumento del PIB per cápita.

La economía española entró en recesión a mediados de 1992. La política económica  marcada por el Tratado de la Unión Europea, conocido también como Tratado de Maastricht, estaba dirigida a la instauración del euro como moneda común de la Unión Europea. Las principales medidas suponían el control de la inflación y del déficit público establecidas en el Pacto de estabilidad y crecimiento, lo que debía permitir la convergencia económica necesaria entre los países de la UE para la implantación del euro.

España inició su recuperación en 1995, con una fase expansiva que ha llegado hasta principios de 2008, y un incremento medio anual del PIB del 3,5%, lo que ha constituido el periodo de crecimiento más alto desde la entrada de la democracia en 1975. Las razones de éste crecimiento prolongado fueron básicamente dos:

            1ª La incorporación de España a la Unión Monetaria. Se produjo una caída de los tipos de interés, que se acentuó a partir de la instauración del euro como moneda oficial en sustitución de la peseta que dejó de circular en 2002. La bajada de los tipos y la ausencia de riesgo de tipo de cambio dentro de la zona euro llegó a provocar la existencia de tipos de interés reales negativos y alentó un aumento de la confianza de los inversores y un fuerte aumento del crédito, que conllevó el aumento de la demanda de viviendas y de bienes de consumo duradero y posteriormente el aumento de la inversión y el empleo de las empresas favorecidos por esa mayor demanda. Esta bajada de los tipos de interés trajo también el nacimiento de la denominada burbuja inmobiliaria, que infló el precio de las viviendas con subidas durante este periodo de más de un 30% en términos reales.

2ª La llegada masiva de emigrantes, fundamentalmente a partir del año 2002, atraídos por una creciente demanda de empleo en el sector de la construcción y de algunos servicios como la hostelería y el servicio doméstico. Esta llegada provocó un nuevo impulso al consumo y a la inversión española y a la vez impidió el estrangulamiento por falta de mano de obra en determinados sectores.

Ambos factores contrarrestaron un periodo internacional caracterizado por la alza de los precios de la energía y de otras materias primas así como por el desarrollo de una competencia internacional creciente.

 A finales de 2007 se ponía de manifiesto en la economía de España,

   –  un exceso de la demanda global con una inflación arrastrada superior en un punto a la de la zona euro,

   – una burbuja inmobiliaria muy hinchada y,

   – un amplio déficit de la balanza por cuenta corriente. Todo esto provocado por un elevado endeudamiento exterior, que hacían insostenible el crecimiento de los últimos años.

 Los desequilibrios mencionados se vieron favorecidos por una política monetaria centralizada por el Banco Central Europeo que mantuvo unos tipos de interés, marcados en buena medida por la situación de Alemania y que eran demasiado bajos para la situación de la economía de España. Sin embargo, aún no se ha corregido la política del suelo, los incentivos fiscales a la vivienda ni las políticas de aumento de la productividad.

 La devaluación de la peseta en la década de los 90 hizo más competitivas las exportaciones, pero la fuerza del euro desde su adopción (a principios de 2008, un euro se ha llegado a cambiar por 1,50 dólares) plantea dudas sobre si los precios de las exportaciones son demasiado altos para los compradores extranjeros.

 Variación del PIB ( % ) en el periodo 2000-2010:

Crecimento medio anual del PIB en España durante la última década, los datos han sido tomados de las publicaciones del INE.

 A partir del año 2008 al igual que la zona Euro, la economía española sufre una caída de sus índices macroeconómicos, dando paso a un período de recesión que según el Gobierno y otras instituciones se estimó duraría hasta el año 2011, durante el cual se preveía una nueva tasa de crecimiento del PIB positiva.

 Estamos al final de 2011, la crisis no sólo no se ha cerrado sino que, se ha solapado con una  nueva crisis de la deuda soberana europea o también llamada “crisis del euro” la cual si no se resuelve pronto no hará más que agravar una situación en el tiempo que no beneficia a España ni la Unión Europea.


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