Economía Circular
Wall Disney nos enseñó que la vida está inmersa en un ciclo sin fin. El rey león le enseña a su hijo que todos los animales de la sabana están interconectados y que todos tienen un papel igual de importante en el ciclo. El agua y los nutrientes son absorbidos por las plantas, éstas a su vez son el alimento de los herbívoros, que son cazados por los carnívoros, y todos al morir son degradados por las bacterias, cerrando el ciclo. El ser humano igual que Simba, nació en África y como él formaba parte del ciclo natural por el que se rige nuestro planeta, pero en algún momento de su historia decidió salirse.
La economía moderna agota los recursos a más velocidad de lo que se regeneran en el ciclo, y en muchos casos estos recursos quedan inmovilizados en vertederos, sin que puedan volver a ser utilizados. Este sistema no es sostenible, aunque el efecto parezca pequeño, el agotamiento de los recursos ya se ha empezado a notar.
Debemos ser conscientes de que el ser humano está integrado en su entorno con una capacidad de alteración altísima. Debemos abandonar esa visión antropocentrista en la que el hombre es la cabeza de la pirámide y pensar de forma más sostenible. Por ello, debemos abandonar este tipo de economía lineal y pasar a lo que se conoce como ECONOMÍA CIRCULAR, en la que los recursos gastados vuelvan a entrar en el ciclo (goo.gl/VbTJRc). Las teoría conocida como “Cradle to Cradle” plantea que los productos deben ser diseñados pensando en la reutilización del 100% de sus recursos o al menos del máximo posible de estos recursos.
El cambio ya es posible y está en nuestras manos.