Una mañana en el Instituto de Energía Solar
La publicación de este blog está relacionada con la visita que realizamos el grupo de alumnos del MERME al Instituto de Energía Solar el pasado 18 de Enero. Dicho instituto está situado dentro del campus de la Ciudad Universitaria y que pertenece a la Universidad Politécnica de Madrid. Durante la realización de la visita tuvimos a un guía de excepción como es el coordinador de la asignatura de Energía Fotovoltaica Oscar Perpiñan. Durante la “excursión” pudimos ver, el llamado cementerio de elefantes por el instituto, una integración arquitectónica, una serie de pruebas en tejado y por último visitamos una casa autónoma, la “Magic Box“, que hace unos años representó a España en el concurso “Solar Decathlon”.
1.-El “cementerio de elefantes”
A nuestra llegada al instituto lo primero que visitamos fue el curioso cementerio de placas solares algunas de ellas inservibles o fuera de funcionamiento que se encuentra junto al parking. Eran desperdicios de antiguas investigaciones que con el paso de los años y que con la inmensa evolución que ha sufrido el sector han pasado a quedarse obsoletas, y en la actualidad forman el espectacular museo de entrada gratuita del Instituto de la Energía Solar.
Con todo esto se demuestra el largo camino que ha tenido que andar la investigación fotovoltaica hasta obtener la increíble tecnología que tener en la actualidad al alcance de todo a un precio más o menos accesible.
Una de las cosas más atractivas de este cementerio fue la increíble estructura de concentración solar de unos 12 metros de altura. La idea de este tipo de tecnología consiste en reducir la cantidad de material activo, que es una de las partes con mayor coste, e introducirla en un habitáculo compuesto con distintos espejos y lentes curvas con el propósito de aumentar la radiación incidente. Sin embargo esta tecnología puede verse en peligro de extinción y quedarse en el cementerio para siempre debido a la increíble bajada del precio del silicio cristalino debido a la entrada de países como china en este sector.
2.- Integración arquitectónica tipo.
Una vez que terminó la visita por el museo d las viejas glorias de la fotovoltaica, nos dirigimos hacia el edificio López Araújo donde pudimos ver una clara integración de módulos fotovoltaicos en la fallada de este mismo edificio. La fachada tiene una orientación sur que le favorece completamente a la captura de irradiancia solar por parte de los paneles, y esto hace que en los meses de mayor demanda eléctrica como son los de verano donde los aires acondicionados juegan un papel importantísimo en la climatización del edificio, las placas fotovoltaicas tengan su óptimo de producción de energía. Estos módulos se instalaron en forma de toldos a juego con toda la fallada de tal manera que no provocan a la vista ningún defecto estético. Además este doble papel en la instalación, impide que en los meses de verano, la radiación directa del Sol entre en el edificio y lo eleve de temperatura, provocando un mayor gasto de electricidad.
3.- Pruebas en la cubierta.
Después de contemplar los transformadores del edificio, accedimos a la cubierta del IES, en dónde se realizan diversas pruebas con distintos tipos de módulos y cuyos datos son monitorizados con el fin de mejorar aún más si se puede esta tecnología que tiene ya rasgos importantes de madurez. Además de medio centenar de módulos en la cubierta, también se han instalado piranómetros con el fin de medir irrandiancia global tanto horizontal como en el plano óptimo de un generador. Por último vimos al hermano pequeño de la estructura de concentración solar que había en el parking. Este tenía las fotocélulas más visibles y se podía apreciar con mayor claridad el anteriormente mencionado funcionamiento de dicha tecnología.
4.- Ejemplo de autoconsumo. Magic Box.
Por último, para terminar la visita y antes de volver a la escuela, vimos la “Magic Box” situada en el parking de la UPM. Este proyecto simula una casa completamente autosuficiente desde el punto de vista energético y es un clarísimo ejemplo de la posibilidad de integrar por completo las energías renovables de carácter solar para ser completamente independiente.
Esta casa está dotada de módulos fotovoltaicos tanto en el tejado como en las paredes a forma de ventana en integración arquitectónica. Además, en la parte trasera contaba con una serie de baterías acumuladoras para lograr una cierta cantidad de horas de almacenamiento. También tener en cuenta el empleo de concentradores para calentamiento de agua sanitaria y el empleo de geles portadores de calor para conseguir un suelo radiante perfecto, que mantenga la casa completamente climatizada. Este es el ejemplo de la posible casa del “futuro”, pero que hoy en día es bastante inviable desde el punto de vista económico.