Un enfoque más amplio de innovación abierta

La innovación abierta consiste en el uso de capacidades innovadoras existentes no sólo en el interior de la empresa, sino también en su entorno.

El concepto cerrado de innovación que predomina hasta el momento se caracteriza porque las compañías intentan innovar con sus propios recursos ignorando fuentes de talento externas que podrían ser muy útiles. De esta forma las compañías tienen mayor control de sus innovaciones y retardan su imitación.

Actualmente, la gran variedad y complejidad de productos sobrepasa muchas veces los conocimientos necesarios de una empresa para su diseño. Además, la rapidez en la imitación y el corto ciclo de vida de los productos ha reducido la rentabilidad de los mismos. Por tal motivo, las compañías comienzan a reconocer el talento disponible en el exterior (innovación abierta) recurriendo a colaboraciones con otras empresas e instituciones para acelerar y optimizar su innovación.

De esta forma los recursos de la empresa pueden dedicarse exclusivamente a aspectos en los que puedan crear valor. Sin embargo, aplicar este tipo de innovación requiere un verdadero cambio. Las empresas deben empezar a coordinar sus actividades internas con el entorno innovador adquirido.

Las ventajas de la innovación abierta son varias. Reduce el riesgo de fracaso técnico, reduce y reparte los costes con otros colaboradores y convierte parte de los costes fijos en costes variables (dependiendo de la forma de colaboración). Por otro lado, requiere un notable esfuerzo de coordinación, la propiedad industrial queda muy desprotegida si no existe una estrategia clara y precisa, y por último, no es aplicable en cualquier sector.

El “Outsourcing”

Por medio de esta forma de innovación abierta, las empresas externalizan sus innovaciones contratando a proveedores de servicios de innovación (ideadores, buscadores de soluciones, etc.). Los ideadores, por ejemplo, estudian las necesidades de los clientes para crear conceptos innovadores. Los buscadores de soluciones son empresas dedicadas a buscar patentes de propiedad de otras empresas (o inventores) para solucionar problemas concretos.

El “Crowdsourcing”

Consiste en la subcontratación de actividades innovadoras del público en general mediante una convocatoria de concurso abierto para buscar soluciones a determinados problemas. El crowdsourcing, a pesar de ser muy reciente, fue aplicado antiguamente por autoridades para solucionar problemas y esto dio paso a la fabricación de destacados inventos. Un ejemplo de ello es la conserva. Que nació de un concurso impulsado por Napoleón Bonaparte para conseguir una manera de conservar alimentos para abastecer a sus tropas.

Finalmente podemos decir que a diferencia de la innovación dirigida por los usuarios, la innovación abierta va siempre de la mano de expertos y profesionales, lo cual motiva a ser más utilizada por las compañías.  Sin embargo, este tipo de innovación exige un cambio cultural, ya que las compañías pasan de poseer a coordinar sus recursos utilizados en el proceso de innovación. Por otro lado, su aplicación en pequeñas empresas les permite mejorar su competitividad y potencial de crecimiento.


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