Sistema de retribución de las energías renovables

A lo largo de la historia los sistemas de producción de energía se han basado fundamentalmente en el carbón, hidráulica y mas tarde la nuclear. Luego llegaron los polémicos ciclos combinados, y por último el “boom” de las energías renovables.
Dadas sus características tales como el respeto del medio ambiente, reducción de las emisiones de CO2, descentralización de la producción, independencia energética o el desarrollo de un entramado energético nacional, se fomentaron e incentivaron ayudando a su desarrollo. A diferencia de los “viejos” sistemas de producción, de sobra amortizados, y con capacidad de generar energía con un coste marginal competitivo, estas nuevas tecnologías necesitaban desarrollo, investigación y tiempo que las hicieran poco a poco cada vez más competitivas.
Así, en 1997 con la Ley 54/1997 se establecen un precio de la electricidad en el que, dentro de la parte regulada, se consideran una serie de ayudas o primas para el fomento de las energías renovables. Esto es, el precio al que se compra la electricidad producida en régimen especial, está fijado, siendo en numerosas ocasiones, superior al precio de mercado. Una de las consecuencias que esto trajo fue el conocido como déficit de tarifa, es decir, lo que le cuesta pagar una serie de costes es superior a lo que se gana con el precio de la electricidad en el mercado. Lo que, año tras año, fué uno de los numerosos motivos que engorda la deuda hasta un valor actual de casi 25.000 millones de euros.
Otra de las consecuencias menos conocidas de las primas a las energías renovables es el abaratamiento del precio de mercado de la electricidad. Por si no están seguros de lo que acaban de leer repito, SI, el abaratamiento del precio de la electricidad. Al estar primadas, entran en el mercado con precio 0€, igual que la nuclear, desplazando el precio de casación diario hacia la derecha, suponiendo un notable ahorro. De ésta forma las curvas de oferta-demanda se cortan en un punto mas bajo.
Otra característica de las energías renovables es su aleatoriedad de producción, es decir, producen cuando hay viento, sol, etc. No cuando hay demanda. Es por esto que siempre que haya producción renovable, deben de tener una prioridad de verter a la red, disminuyendo de ésta forma la generación de energías más caras o contaminantes. Esto conlleva una serie de requisitos que, aunque así lo venden muchas veces, no tienen porqué suponer costes.
En el informe de Primas a Coste Cero, del Observatorio Crítico de la Energía, podemos encontrar una interesantísima propuesta de primar a las renovables. Básicamente consiste en calcular el ahorro que supone las energías renovables en el coste final de la energía, y que sea de ese ahorro de donde se obtiene la prima que reciben. Paradójicamente, se obtienen unos resultados de entre 54,8 €/MWh y 75,3 €/MWh, que son muy similares a los que obtiene, por ejemplo las primas de la eólica. Por destacar, el sistema de retribución de primas funciona al inverso del precio de mercado. Cuando el precio del mercado es bajo, las primas eran altas, y cuando el precio era alto, las primas eran bajas, llegando incluso, a obtener prima 0€ en el año 2008.
Hasta hace unos meses, el sistema de primas consistía en una cantidad fija de 79€/MWh, y una prima variable a la que se suma el precio final del mercado, con un techo o “cap” de 91,737 €/MWh, un suelo o “floor” de 76,975 €/MWh y una prima de referencia de 20,142 €/MWh. Este sistema de “feed in tariff” es considerado por la Comisión Europea como el más eficiente para las energías renovables de los que existen en Europa en la actualidad.
Otro mito que me gustaría desterrar, es que los incentivos a este tipo de enegías, en España, son de los más altos de Europa. En Alemania son 92 €/MWh, en Francia, 86, y en Reino Unido, 101, por citar sólo algunos ejemplos.
En la actualidad, se han suprimido dichas primas al régimen especial, poniendo en una situación muy delicada, numerosas inversiones en éste tipo de energía limpia. Determinadas plantas eólicas son capaces de ser rentables sin éste tipo de ayuda, pero queda el último tramo por recorrer para conseguir una energía limpia y rentable, es por eso que el corte no podía ser mas inoportuno. Podemos pasar de ser una potencia locomotora en sistema de energías limpias, al vagón de cola en unos años. Esperemos que por el bien de todos la situación se reinvierta.




.png)
].gif)
.png)
].png)
].png)
].png)
.png)
].png)
.png)
