Proyecto Desertec
Bajo la frase “Within 6 hours deserts receive more energy from the sun than humankind consumes within a year” nació el proyecto Desertec. Este proyecto consiste en utilizar la tecnología disponible en esos desiertos para producir electricidad y agua desalinizada mediante centrales termosolares y sistemas de concentración principalmente en la zona del EU-MENA, que no es otro lugar que el desierto del Sáhara junto a la zona mediterránea. Este proyecto se podría hacer extensible al resto de zonas desérticas de países como Australia, USA, China o India.
Como integrantes de la zona mediterránea que somos, voy a centrar la atención en la zona africana donde Europa tiene puestos sus ojos. En esta zona los principales países acogedores de instalaciones serían Marruecos y Argelia, con un fuerte interés de unirse otros muchos, como Siria, Egipto, Libia, Túnez y Turquía. Pero sin ningún tipo de duda el actor principal de la película es Alemania, que tras el desastre de Fukushima y la decisión de abandonar la energía nuclear totalmente en 2022 necesita nuevas fuentes de abastecimiento.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 400.000 millones de Euros a invertir en los próximos 38 años (2050), con el objetivo de producir al menos el 15% de la energía que se consume en Europa. En unos planes tan ambiciosos no pueden faltar unos socios de peso como son ABB, E.ON, Deutsche Bank, Siemens, Red Eléctrica, Abengoa Solar, francesas como Saint-Gobain, italianas como Enel y Terna, etc. Aunque el mayor impulso es generado por las empresas alemanas como ya mencioné anteriormente por su “necesidad”.
Los pros están muy claros. Europa obtiene energía limpia y renovable siguiendo el marco energético previsto en su política, con la peculiaridad de que ni si quiera lo hace ocupando su propio espacio o utilizando sus recursos. Por supuesto la necesidad de satisfacer la demanda creciente en los próximos años se vería netamente cumplida con esta inyección energética. En segundo lugar, la creación de una súper red energética limpia de conexión entre Europa y el norte de África.
Sin embargo y de manera personal, este tipo de estrategia energética, casi de orden mundial, necesita ser reflexionada. Quizá los aspectos negativos deban de ser tenidos en cuenta, con un peso mayor que los positivos, sobre todo a nivel técnico y lo que puede llegar a englobarse dentro de aspectos sociales.
Respecto a los posibles impedimentos técnicos que nos podemos encontrar en un proyecto de esta magnitud podemos señalar algunos de ellos como los más importantes:
-La energía de concentración solar es muy prometedora pero por el momento solo hay unas pocas de estas plantas funcionando a nivel comercial y en algunos casos, tal y como se haría en el desierto, sería con hibridación con gas. Los rendimientos que se obtienen aún no son los mejores y es una tecnología que aún se puede mejorar y abaratar los costes.
-Son plantas con almacenamiento de sales y totalmente gestionables, pero al igual que otras energías renovables requieren de complementos como podrían ser sistemas de bombeo en Europa. Las necesidades de almacenamiento de electricidad son importantes cuando se trata del diseño de una infraestructura de estas dimensiones.
-Las condiciones extremas que tendrían que soportar las instalaciones, sobre todo los reflectores, con tormentas de arena, etc…son detalles a tener en cuenta zonas donde los accesos son complicados y donde el agua escasea. El detalle del agua es importante tanto por la cuestión de refrigeración como por la limpieza de los reflectores.
-Por último, el tema del transporte energético. Las pérdidas estimadas son de un 3% cada 1.000 km´s y de un 15% en total, algo que realmente es bastante y que va en contra de lo que últimamente se está incentivando en España que no más que el autoconsumo y acercar la generación a los puntos de consumo.
Personalmente, los puntos anteriores son los que menos me preocupan, al fin y al cabo la evolución seguirá y todo irá a mejor. Para mí la cuestión es lo que podríamos englobar dentro de un contexto social, económico, político e incluso hasta religioso. Todo lo que no es Occidente en ciertos aspectos puede llegar a ser complicado de entender. Sin ir más lejos ciertas sociedades ven este proyecto como una especie de neo-colonialismo y una manera de invasión.
No podemos obviar la realidad de estos países, su situación y la inestabilidad que presentan políticamente hablando, muchas otras veces también sacudidos con tintes religiosos y su anti-capitalismo. Este recelo continuo o incluso las posibles discrepancias entre vecinos no garantiza una inversión de gran calibre como Desertec.
Que un continente como Europa dependa de esta manera de una sociedad tan inestable no sería lo correcto. Si el continente ya tiene dependencia energética con los combustibles fósiles, una nuevo componente externo podría resultar muy peligroso. De esta opinión es el gigante eléctrico Vattenfall, el cual se opone al proyecto, alegando los anteriores problemas que hubo con Rusia con el tema del gas y lo que vienen siendo inestabilidades geopolíticas. El efecto podría ser similar a si Argelia decidiera cortar el suministro de gas que tiene con Europa, una catástrofe.
Todo esto son conjeturas y opiniones personales, pero que realmente hay que pararse a pensar estos hechos. No dejamos de ver a diario como los errores de unos países arrastran a otros a situaciones incómodas.
Información extra:
http://www.desertec.org/downloads/summary_es.pdf
http://www.guardian.co.uk/environment/2011/dec/11/sahara-solar-panels-green-electricity
Jonathan Cabrero Sánchez