Por el bien del medio ambiente, con la caña a otra parte
Como soy de Bilbao, voy a escribir sobre la plataforma de energía marítima de Armintza (Vizcaya), que creo que es muy interesante y además a mi me queda muy cerquita.
Pues bien esta plataforma, a la que han bautizado como BIMEP (Biscay Marine Energy Plataform) es una estructura que recogerá la energía de las olas del mar y la convertirá en eléctrica, comenzará a funcionar en 2011 en la costa de Armintza. El proyecto producirá entre el 7 y el 10% de la electricidad que se consume en el País Vasco, y generará 15 millones de euros al año.
El proyecto cuenta con una inversión de entre 15 y 20 millones de euros y generará la electricidad suficiente para cubrir el consumo de 6.000 familias. Además, evitará la expulsión a la atmósfera de hasta 1,54 millones de toneladas de CO2. La plataforma, a su vez, generará cerca de 200 puestos de trabajo entre directos e indirectos, según afirmó el Director del EVE (Ente Vasco de Energía).
Hasta aquí todo genial, de hecho, en un futuro cuando me asiente de nuevo en Vizcaya, qué mejor que conseguir uno de esos 200 puestos de trabajo, cerca del mar todo el día, a 10 minutos de casa…
Y aquí es donde surge mi preocupación. Armintza, una de las costas más bonitas para disfrutar de un día de pesca y baños al sol. Y yo, como a muchos vizcaínos, me encanta coger mi “gasolino” (así llamamos a los barcos de pesca pequeñitos) y salir a la mar por Armintza, a ver si pescamos algo, tomamos el sol y disfrutamos de los días soleados, que no abundan.
Ahora bien, si me van a plantar cuatro pedazo de cables que salgan del pueblo y se adentren en el mar, con sus generadores submarinos y demás tecnologías, ¿a ver donde narices me voy yo a pescar?. Pues con la música a otra parte.
De todas formas, Medio Ambiente indica que la estación de Armintza no afectará a los «hitos paisajísticos de especial importancia», como son el Faro de Matxitxako y San Juan de Gaztelugatxe. Tampoco observa «modificaciones apreciables en la dinámica del litoral».
Y como no hay que ser egoístas con el Medio Ambiente, a decir verdad, me parece un proyecto excelente, y si a efectos visuales no cambia el paisaje, pues iré en busca de mis lubinitas a otras zonas de la costa tan bonita que tenemos.




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