La renovación del parque automovilístico español

Actualmente la media de edad de los coches en nuestro país es de 9.5 años, lo que nos convierte en el segundo país de Europa con el parque de vehículos más antiguos después de Grecia.

 

¿Qué problema hay con tener coches más viejos y este envejecimiento del parque?

Pues directamente hay que pensar en ecología y seguridad. La vida útil de los coches se estira más que antes a lo que se une un descuido en el mantenimiento más allá de lo recomendable.

 

El primero punto es la seguridad, asunto en el que la DGT se centrará próximamente, ya que como indica su directora, Marta Seguí, ”La calidad del parque en términos de seguridad vial ha descendido debido al envejecimiento, y la tendencia actual de matriculaciones hace que la situación pueda empeorar”.

 

Los coches más antiguos no disponen de los sistemas de seguridad actuales y aquellos con más de 10 años tienen hasta el doble de posibilidades de tener un accidente. Un sistema de seguridad que destaca la DGT es el ESP, hoy en día muy común en la mayoría de los vehículos que se venden y que podría evitar hasta 600 muertes al año según la DGT.

 

El segundo inconveniente y en el que debemos centrarnos en esta asignatura es en las emisiones de los vehículos. Para el año 2015 en nuestro país el límite establecido para los vehículos nuevos es de 130 gr CO2 por km recorrido. Estos límites los impone la normativa anticontaminación EURO V y próximamente entrará en vigor la EURO VI, mucho más estricta y que establecerá un límite de 95 gr/km recorrido. Más allá de 2020, la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea ha fijado una horquilla de entre 68 y 78 gr/km.

 

Actualmente las emisiones medias de los coches vendidos en el país se ha reducido un 4,5% situándose en los 123 gramos de CO2, por lo que si siguiera este ritmo se cumpliría con creces el límite establecido por la Unión Europea para 2015.

 

Para fomentar la llegada a los objetivos futuros, muy estrictos para los fabricantes, la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara ha propuesto el establecimiento de “suprecréditos”, es decir, por cada coche con emisiones “extra-limpias” (menos de 50 gr/km), les otorga un margen de 3.5 coches que superen las emisiones establecidas en 2013, de 1.5 coches a partir de 2016 y de 1 a partir de 2024.

 

Con esta medida la UE pretende incentivar a las grandes marcas a la producción de coches eficientes, lo que les otorgaría un mayor margen para llegar a los objetivos marcados.

 

En 2012, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) propuso un decálogo de medidas para afrontar la renovación del parque automovilístico español y reactivar el mercado del automóvil pero éstas no han tenido el efecto esperado, siguiendo la situación estancada en cuanto a la venta de vehículos. Algunas de estas medidas están apoyadas por la DGT, como es el endurecimiento de las sanciones por no cumplir con la ITV y mayores exigencias en los controles de éstas. Sin embargo, otras medidas requieren de la supresión o reducción de impuestos, tanto de matriculación como de transferencia, lo que choca con las políticas gubernamentales actuales.

 

¿Estamos concienciados?

Sin embargo, ¿estamos realmente concienciados de este problema? Yo creo que a medias, a lo que se une otro gran problema.

 

En la situación actual de crisis económica que azota nuestro país, no es posible la renovación del parque automovilístico tan rápido como quisiéramos y como se producía antes de 2008. La mayoría de los ciudadanos no se puede permitir la compra de nuevos vehículos, como demuestra una caída del 47% de las ventas con respecto a 2007.

 

Otro punto a destacar son los vehículos eléctricos y su alto precio. Hoy en día, con este sistema como el principal coche “ecológico”, la matriculación de este tipo de vehículos es ridícula, alcanzando cifras de 447 unidades vendidas en todo 2012, lo que supone el 0.064%, cifras muy pobres.

 

Actualmente este tipo de vehículos presentan una serie de inconvenientes que generan cierto miedo/rechazo en los compradores españoles, y que por ahora están ganando a los pros:

 

Conclusión personal

Mi opinión es que España no está preparada para el rejuvenecimiento del parque automovilístico y que en el actual marco económico no lo estará tampoco próximamente. Nosotros como ciudadanos quisiéramos renovar nuestros vehículos y optar a opciones más limpias, pero no es posible, tanto económica como estructuralmente.

 

Nuestro país todavía no está preparado para el gran cambio que supone, nuestra percepción tampoco y la economía nos ahoga para poder asumir un coste a partir de 24000 € por un Nissan Leaf con una autonomía de 175 km o a partir de 5000 € por un Renault Twizy biplaza con una autonomía entre 50-80 km. Los precios dados incluyen las ayudas aportadas por el gobierno, pero siguen siendo insuficiente para precios económicos.

 

Mi opinión personal es que debería ayudarse económicamente otras líneas de investigación que se centren en otros combustibles como pudiera ser el hidrógeno, motores de explosión al igual que los actuales, sin dejar de lado la tecnología eléctrica, que todavía no está a la altura de lo esperado y que tiene el gran inconveniente de la autonomía por las grandes pilas necesarias, campo de investigación muy costoso y difícil.

 

Sin embargo, esta opinión choca con la tendencia actual de los gobiernos de invertir en Investigación, primer punto a recortar en cualquier situación de crisis y en España principalmente.


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