DESERTEC PLANTEA IMPORTANTES DESAFÍOS
El gigantesco proyecto de generación de energía renovable, propone una unión entre Europa, Oriente Medio y África del Norte (la región ‘EUMENA’ o ‘EU-MENA’) para la producción de electricidad y agua desalinizada mediante centrales termosolares y sistemas de concentración, junto a parques eólicos, en los desiertos de la región MENA.
El proyecto parte de la idea de que el sol es la fuente de energía más abundante en la tierra y se encuentra en mayor abundancia en los desiertos. El Sahara y su prolongación en el desierto de Arabia y oriente medio es el mayor del mundo, y cuenta con unas características que no se encuentran ni siquiera en las zonas semidesérticas del sur de Europa. La principal de ellas es la disponibilidad de muchas horas de sol anuales unido a una intensidad de radiación solar bastante estable a lo largo de todos los meses. Se dice que “En seis horas el desierto recibe más energía del sol que la energía consumida por la humanidad en un año”[1].
Por su parte Europa tiene interés de generación de electricidad a partir de energías renovables para alcanzar la meta 20-20-20, esto sumado a la necesidad de independencia de proveedores extranjeros de combustibles fosiles muchas veces inestables política y económicamente como lo son (Rusia, Libia, Irán, etc). Se plantea la idea de generación en la región EUMENA y el traslado mediante el transporte en Corriente Continua de Alto Voltaje con una pérdida de transmisión de solamente el 10-15% a Europa.
Desertec tiene ideales muy interesantes en su planteamiento, busca combatir el calentamiento global mediante la generación de energías renovables y reducir las emisiones de carbono en más de un ochenta porciento para el 2050. Plantea la idea de asegurar un suministro de energía más confiable e independencia de los combustibles fósiles.
El proyecto indica la creación de perspectivas de desarrollo en regiones económicamente menos favorecidas (región MENA), mediante la creación de empleo, potenciales ingresos por exportaciones, fuente limpia para desalinizar el agua y asegurar una mejor calidad de vida a su población.
Además de interesantes propuestas y ventajas en términos de seguridad energética, y desarrollo sostenible, Desertec tiene claros desafíos y retos relacionados a la distancia, el coste-eficiencia, la seguridad y dependencia asociada.
Dentro de las desventajas de este proyecto se cuestiona la formación de un monopolio al crear una red eléctrica que conecte centrales de energías renovables tanto en Europa como en África y Oriente medio, el mayor interés surge por parte de empresas alemanas (dado su notable interés de eliminar de su mix energético la generación nuclear) se cuestiona el surgimiento de un consorcio que administre y dirija según intereses propios la distribución de la energía.
De igual forma la seguridad juega un papel clave, muchos de los países de la región MENA son altamente inestables políticamente. Existiendo un modelo de concentración en la generación y bajo condiciones de dependencia ya no de combustibles fósiles sino de energías renovables existe un riesgo importante de amenaza a la seguridad y estabilidad energética Europea.
Los altos costos del proyecto aproximadamente 400 mil millones de euros plantean la necesidad de primas y subvenciones para hacer de la generación de renovables fuentes competitivas de energía con respecto a los combustibles fósiles. El gobierno de cada país tendrá que subvencionar para importar energía, este planteamiento a mi parecer no es lógico. Analizar la posibilidad de utilizar los recursos propios para la generación y consumo interno es importante. España cuenta con el conocimiento y los recursos para hacerlo lograr la independencia energética debe ser el objetivo de cada país.
Por otra parte el claro interés Europeo por dominar recursos en tierras extranjeras, se fundamenta en ideales de beneficio propio pero plantea desafíos importantes. Con el proyecto DESERTEC en marcha se requerirá de una gestión eficiente en búsqueda de acuerdos ganar-ganar y de la regulación y vigilancia internacional para que la lastimosa historia de la relación Europa –Africa de los últimos siglos no siga repitiéndose.
[1] Dr. Gerhard Knies