Ataque a la biomasa como recurso energético
Una de las principales barreras que existen para acelerar el desarrollo de la biomasa, es la percepción muy extendida de que se trata de un recurso energético contaminante, equiparable a los combustibles fósiles.
Recientemente ha aparecido en El Periódico de Catalunya un artículo de opinión firmado por Josep Martí Valls (Doctor en Medicina y coordinador del Grupo de Medio Ambiente y Salud del CAPS) que lleva por título “El peligro de la quema de la biomasa”, que sostiene argumentos en este sentido y que me gustaría comentar.
En dicho artículo se exponen, desde la óptica del riesgo sanitario, con un tono en mi opinión, alarmista y totalmente desproporcionado, los peligros de la quema de la biomasa, derivados de las emisiones producidas durante el proceso.
Estas son algunas de las afirmaciones que podemos leer en el artículo: «La biomasa puede considerarse como un carbón de muy baja calidad y como tal su combustión es más contaminante que la del carbón.», «no hay filtros ni medidas eficaces para detener las emisiones de muchas de estas sustancias», «Creemos que no se deberían autorizar grandes instalaciones industriales de quema de biomasa para hacer electricidad», «Tampoco nos parece recomendable la utilización de biomasa como combustible para producir calor (en calefacciones domésticas, equipamientos, etcétera) y mucho menos electricidad en áreas urbanas».
En cuanto a los gases contaminantes generados en la quema de biomasa solo en el caso del CO se supera a los generados en la quema del carbón, si bien existen numerosas medidas para la reducción de estas emisiones (utilización de cámaras de combustión de volumen y diseño adecuados para asegurar un tiempo de residencia suficiente, empleo de materiales refractarios para garantizar altas temperaturas o medidas para asegurar una alta turbulencia en la cámara de combustión).
Por otro lado los bajos niveles de azufre en la mayoría de biomasas dan lugar a emisiones de SO2 de 20 mg/MJ frente a los 900 mg/MJ del carbón.
En cuanto a las partículas que se obtienen en un proceso de combustión, cenizas volantes, actualmente existen sistemas y equipos (filtros, ciclones y precipitadores electrostáticos) con una tecnología totalmente desarrollada y conocida que operan con unos rendimientos muy altos y, por lo tanto, se consiguen retener porcentajes muy elevados del total de partículas generadas.
En lo que respecta a la emisión de CO2, para la generación de electricidad con carbón se emiten mas de 1.000 toneladas por GWh producido, mientras que el CO2 que resulta de la combustión de la biomasa es el que las plantas han ido absorbiendo durante su crecimiento, por lo que el balance de CO2 al final del ciclo es neutro en el caso de la biomasa.
En general, para los diversos tipos de contaminantes que produce el uso de la biomasa, el principal problema para conseguir que aquélla no sea contaminante es la falta de control de su uso, debido a que en la mayoría de los casos es utilizada en pequeñas instalaciones, lo que dificulta la reducción y el control de las emisiones, mientras que en las grandes, la adopción de medidas e implantación de sistemas de limpieza es norma habitual, por lo que posicionarse en contra de este tipo de instalaciones alegando altos niveles de contaminación, resulta en mi opinión contradictorio.
En cualquier caso, todas las nuevas plantas cuya actividad principal sea el aprovechamiento energético deben presentar un estudio de impacto ambiental en el que, entre otras cuestiones, se constate las características del entorno en el que se va a ubicar, la previsión de las alteraciones y las medidas correctoras, los impactos residuales y el plan de vigilancia.
Por ultimo, en cuanto al empleo de la biomasa para producir calor en áreas urbanas, no estoy en absoluto de acuerdo con el autor de este artículo y considero que la sustitución de calderas de gas o gasoil en comunidades de vecinos por calderas de biomasa reporta numerosas ventajas no solo medioambientales sino también económicas.
Recientemente tuvimos la oportunidad de visitar una caldera doméstica de biomasa (hueso de aceituna en este caso) instalada por la empresa Calordom y conversar con Juan Manuel Cabello, gerente de la empresa, que nos explicó en detalle el funcionamiento de la misma.
Os dejo un enlace de una entrevista reciente realizada a Juan Manuel Cabello, donde nos habla de la empresa y de como ve el futuro del sector.