Artículo Entorno Económico
Lazos entre Europa y China.
Un amigo en apuros es un amigo que tiene que hacer concesiones. Eso es lo que Europa descubrirá en su próxima negociación con China del apoyo para resolver la crisis de la deuda soberana.
Ante la desesperación de Europa por conseguir dinero, Bruselas mira a Pekín para que efectúe una gran inversión en su Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Planes.
El plan es apalancar el FEEF hasta la capacidad de 1 billón de euros. De momento, Europa guarda silencio sobre la inversión que se espera de China. Pero Asia, excluyendo a Japón, ha comprado un 18 % de las tres primeras inversiones de bonos del fondo. Un porcentaje similar elevaría la aportación de China por encima de los 100.000 millones de euros. Esto podría implicar un cambio significativo en la distribución de activos de los gestores de divisas extranjeras chinas, que darían prioridad al euro sobre el dólar. De Enero a Septiembre de 2001, China incrementó sus reservas de divisas extranjeras en 249.000 millones de euros, asignando la mayor parte de ellos a deuda en dólares. China podría forzar concesiones en tres áreas. Primero, en la estructura de la propia inversión. La propuesta es que los fondos de los estados miembros de la eurozona formen un colchón de capital que se consumiría antes de que los daños lleguen a los inversores privados y extranjeros. Pero como se espera que los inversores en deuda soberana griega sufran una quita del 50 %, el colchón del 20 % que sugiere el actual plan es poco atractivo.
Después, en las condiciones, la inversión en el FEEF no impondría condiciones en la reducción de los déficit fiscales o a la aplicación de dolorosas reformas estructurales. Pero es poco probable que China permita que los derrochadores del viejo mundo escapen indemnes. Canalizar los fondos por el FMI podría ser una alternativa rigurosa.
Finalmente, en las concesiones políticas, Reglin (consejero delegado del FEEF) insiste en que la discusión sobre el tipo de cambio, el estatus de China en la Organización Mundial de Comercio o cualquier otro acuerdo secundario no entran dentro de sus competencias. Pero los líderes chinos no entregarán el tesoro nacional a cambio de nada. Con el apoyo chino aun por negociar, puede que la fiesta de los mercados se vuelva prematura.
Fuente: The Wall Street Journal (Heard on the street) para el periódico Expansión.