CONSIDERACIONES SOBRE LA IMPLANTACIÓN DE NUEVOS APROVECHAMIENTOS Y RECUPERACIÓN DE CENTRALES MINIHIDRAULICA. PERSPECTIVAS PARA EL DESARROLLO EN VENEZUELA

La generación minidraúlica representa una decisión asertiva a la hora de diversificar la matriz energética de países con comprobado potencial en este recurso. Las razones de ellos son variadas:

Evidentemente ante los beneficios tangibles que existen para la implantación de generación minihidraúlica, un desarrollo con una viabilidad técnico-económica real corresponde a un proyecto cuya adecuada evaluación requiere una serie de paso en los que todos constituyen una pieza en mayor o menor medida relevante en la arquitectura del proyecto.

Dichos elementos pueden desglosarse en dos vertientes:

Consideraciones para la recuperación de viejas centrales minihidáulicas

En emplazamientos minihidraúlicos desarrollados decádas atrás y los cuales han entrado en desuso debido a que por sus configuraciones tecnológicas obsoletas dejaron de de ser técnica y económicamente viables, evaluar la posibilidad de modernizar las instalaciones para explotarlas nuevamente en vez de decidir desarrollar un nuevo proyecto por completo parece la decisión más acertada. La razón de dicha aseveración radica en dos hechos fundamentales:

Perspectivas para el desarrollo en Venezuela

Evaluando la matriz energética venezolana (25.63,8 MW)  es fácil constatar el gran aporte que la hidroelectricidad hace al SEN venezolano es mayoritario, aproximadamente el 57% de ella se encuentra abastecida a través de esta fuente (14.622 MW). Sin embargo esta generación se encuentra basada en la gran hidroeléctrica, ejemplo de ello es la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar ubicada en el estado Bolívar con una capacidad instalada de 10.300 MW representando en tercer complejo hidroeléctrico más grande del mundo luego de la tres garganta de China
y la binacional de Itaipuy ubicada entre Brasil y Paraguay.

El desarrollo de centrales minihidraúlicas en Venezuela no es un tema nuevo aunque si poco extendido. Durante las primeras decadas del siglo pasado un tecnólogo popular llamado Luis Zambrano desarrolló pequeñas turbinas para la generación de electricidad, ya en 1.950 había logrado electrificar a través de esta tecnología el pueblo de Canagua en el estado Mérida y mas tarde logro beneficiar a los pueblos merideños de Mucuchachí, San José de Asequias, Río Negro, entre otros.

Ahora bien la masificación de la minihidraúlica ha presentado barreras impuestas por la disponibilidad de grandes centros de generación hidroeléctricos y las fuentes de generación térmica. A pesar de ello y producto de la crisis eléctrica vivida en los años 2.008 y 2.009 producto del fenómeno climatológico del Niño y el cual mermo las reservas de los grandes centros de generación, el gobierno venezolano ha comenzado a realizar esfuerzos en la búsquedas de nuevas fuentes de generación dentro de las cuales ha sido tomado en cuenta para la evaluación la minihidráulica. En este orden de ideas la Fundación para el Desarrollo del Servicio Eléctrico en conjunto con el Instituto Nacional de Metereología y Hidrológia han iniciado proyecto para la evaluación de potencialidades de explotación a partir de los datos ya recabados por el segundo insituto y la nueva toma de datos.  Los proyectos se centran en una primera avanzada en las evaluaciones de los ríos ubicados en la Cordillera de los Andes Venezolanos entre otros, los cuales por sus condiciones orográficas demuestran grandes saltos aprovechables.

Fuentes:

 

 

 


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