Copenhague-Cancún-Durbán-Doha victorias y fracasos en búsqueda de la sostenibilidad global
Las medidas y acciones que han tratado de ejecutarse luego de la ratificación del protocolo de Kioto y que han visto su espacios de debate en las diferentes cumbres realizadas en Copenhage, Cancún, Durban y Doha han encontrado en su camino ciertos logros elogiables pero a su vez fracasos vinculados a la ausencia de voluntad política de los grandes poderes globales que ponen un riesgo el esfuerzo que algunos sectores como el europeo tratan de hacer en miras de alcanzar metas concretas que permitan el no aumento de la temperatura media del planeta por encima de los 2°C.
Aunque Copenhage y Cancún fueron escenario para celebrar acuerdos relevantes tales como los planteamientos que los países desarrollados deberán proveer recursos para la adaptación de los países en desarrollo, comprometer a los países desarrollados de aportar “nuevos y adicionales, predecibles y adecuados fondos” para la mitigación y adaptación de los países en desarrollo, mecanismos tecnológicos para acelerar el desarrollo y la transferencia de tecnologías, los planteamientos de que los países industrializados crearán planes y estrategias bajos en carbono y el reconocimiento de las acciones que emprendieron algunos países en vías, la no creación de un vinculo legal de estos acuerdos y ante la situación de la crisis económica global cuya salida y estabilización aún se vislumbra un poco lejos hacen pensar que en principio estos manifiestos tienen un carácter más romántico y menos pragmático.
Los acontecimientos observados en Durbán y Doha hacen resaltar de manera dramática lo lejos que aún se esta de alcanzar la tan anhelda y necesitada sostenibilidad global. Durban sirvió de escenario para establecer la necesidad de comenzar a trabajar en un instrumento jurídico o una conclusión jurídica que sea aplicable a todas las partes a través del “Grupo de Trabajo Especial sobre la Plataforma de Durban para una Acción Reforzada”, ello parece un mecanismo real para poder establecer vinculaciones legales y dejar a un lado solo la voluntad política que hasta ahora parece ser asumida por pocos, dejando de por medio una enorme brecha en las metas establecidas para la mitigación de las emisiones de GEI, sin embargo los plazos tanto para la presentación de resultados como para la entrada en vigencia de los mismos, 2015 y 2020 respectivamente dejan una brecha temporal donde la huella ecológica que se aportará tendrá un importancia aún por determinar.
El resultado de la cumbre de Doha dieron una fotografía de las voluntades políticas que en esta materia se tienen en la actualidad, los resultados desde mi punto de vista poco alentadores, sumados a la posición estadounidense que desde kioto con su no ratificación ha demostrado su falta de compromiso político (a pesar de ser uno de los países mas contaminantes del planeta) se suman ahora a esta “lista negra” de países desarrollados sin voluntad política de mantener las limitaciones de emisiones Japón Canadá y Nueva Zelanda.
Ahora bien en las cercanías de un posible fracaso de esta cumbre salieron a relucir algunas buenas acciones las cuales aunque pareciesen ser no suficientes demuestra que existe al menos por parte de pocos una voluntad real de ir contra corriente de aquellos intereses que aún no han entendido el concepto de desarrollo sostenible y hoy por hoy solo luchan por mantener o salvar su desarrollo económico.
La primera acción fue la prorrogar kioto con las bajas ya anteriormente mencionadas de Nueva Zelanda Japón y Canadá. La UE por su parte ha demostrado en buena medida y a pesar de las crisis económicas que hoy viven su voluntad al ratificar Kioto, ello gracias a que ya cuentan dentro de su legislación el objetivo de reducir las emisiones en un 20% las emisiones en 2020 respecto a 1990, a pesar de ello Europa en la actualidad es responsable solamente del 15% de las emisiones globales.
En el contexto latinoamericano hubieron iniciativas dentro de la cumbre de Doha interesantes ello a pesar de la no obligatoriedad de limitar las emisiones en proporciones definidas, un caso excepcional lo representa República Dominicana quien ha presentado su ley para reducir sus emisiones en un 22% para el 2030, de 3,6 toneladas de CO2 por habitantes a 2,8 toneladas. Por su parte un grupo formado por Colombia, Costa Rica República Dominicana y Perú presentaron una visión mas pro activa en la que proponen la creación de un gradiente de obligaciones de mitigación para todas las partes teniendo el principio de la Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas con sus Respectivas Capacidades (RCDRC) en la base de los criterios para definir los criterios, a la cual adicionan incorporar al análisis la evolución de las circunstancias nacionales.
Lo anteriormente demuestra que si bien ciertamente existe una responsabilidad histórica de las potencias mundiales en el proceso de contaminación surgido a partir de la revolución industrial, existe en entendimiento que las afectaciones productos del Cambio Climático no irán dirigidas a ellos solamente sino que afectaran al entorno global en su totalidad y es por ello que el esfuerzo si bien es cierto debe ser proporcional de acuerdo a las características y capacidades de cada país, debe ser global, cada grano de arena que se aporte en este campo tiene una importancia capital.
Todo esto debería llevar a la reflexión a algunos países de los llamados “Países en vía de Desarrollo” tales como China e India de dejar a un lado el escudo que les proporciona esta clasificación y asumir los compromisos que sus tamaños y economías les asignan.
A modo de conclusión en este campo de reuniones y cumbres en búsqueda de la sostenibilidad global muchas son las buenas acciones emprendidas, pero mayor aún las que faltan por asumir y los actores que están llamados a sumarse, el reloj esta corriendo, el contador de GEI también y lo que por omisión o por acciones negativas hagan postergar el cumplimiento de las metas necesarias para lograr una estabilidad climática, la naturaleza bien sabrá cobrar y los poderes económicos y políticos que hoy limitan los avances también tendrán su factura las cuales en definitivas cuentas se reflejaran directa o indirectamente en lo que les duele:EL DINERO