LAS CENTRALES TERMOSOLARES EN EL ECUADOR
De acuerdo al Atlas Solar elaborado por el Consejo Nacional de Electricidad-CONELEC, la radiación directa máxima promedio en Ecuador es de 5119 Wh/m2/día, registrando este valor en las provincia de Loja, al sur del país, y valores promedio de hasta 2543,01 Wh/m2/día, en varios sectores.
En lo que se refiere a temperaturas ambientales por región, tenemos: En la Costa las temperaturas medias oscilan alrededor de los 28 °C (invierno) y los 25 °C (verano).
La Sierra registra climas diversos con una temperatura media de 13,6 °C.
La región del Oriente más próxima a la cordillera, acusa características subtropicales, con temperaturas que oscilan alrededor de los 20 °C; y temperaturas que revelan insignificantes oscilaciones estacionales, según lo prueba el dato de que se registre una temperatura media de 24 °C en el mes de julio y 25 °C en el mes de enero.
En cuanto a los factores económicos, que permitirían un ingreso de una central termosolar, podemos mencionar que el Ecuador cubre ingentes recursos económicos en el pago de subsidios de los derivados de petróleo, por ejemplo en el caso del diesel utilizado para la generación termoeléctrica, el Ecuador gasta anualmente 111,70 millones de dólares.
Cabe destacar que el Ecuador está propulsando un cambio de su matriz energética al año 2020, actualmente del 34% en generación térmica, 43% en generación hidroeléctrica, 12% con gas natural, 10% importaciones y el 1% con biomasa, a un escenario del 86% en hidroelectricidad, 3% en generación térmica, 8% en energía renovable, 1% en importaciones y un 2% en gas natural.
Por otro lado hay que considerar la grave crisis en el abastecimiento de energía eléctrica ocurrida en el último bimestre del 2009 hasta el 15 de enero de 2010, en donde el país se enfrentó a una crisis en el abastecimiento de energía eléctrica, causada por la presencia de una sequía extrema que produjo una disminución considerable de los caudales afluentes a las principales centrales hidroeléctricas del país.
Sin embargo, a más de la falta de agua en las centrales de generación, se presentaron una secuencia de hechos que llevaron al sistema eléctrico a un desbalance entre la oferta de generación y el consumo de energía, entre las principales se indican las siguientes: falta de inversión en capacidad de generación, elevada injerencia política en el marco regulatorio, nula posibilidad del Estado para llevar adelante la planificación del sector con carácter de obligatoria, sistema no adaptado para enfrentar condiciones extremas de falta de lluvias y dependencia energética del sistema eléctrico de otros países. Por lo que se generó una frase en el sector industrial y comercial que decía “No hay energía más cara que la que no se produce”, haciendo que varias empresas y negocios acudan a los generadores térmicos para no disminuir su producción.
Hoy por hoy, con la creación del Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, se ha logrado recuperar la rectoría del sector eléctrico, con lo cual se ha dado impulso al desarrollo de las energías renovables y a la seguridad del abastecimiento eléctrico. Tal es así que se está construyendo el primer parque eólico en el continente (A excepción de las Islas Galápagos en donde se tiene un parque eólico de 2,4MW) cuya potencia instalada es de 16,5 MW y que entrará en operación a finales de este año.
Si bien es cierto en Ecuador no se tiene una central fotovoltaica instalada a la red, hoy en día con la Regulación No.004-11, emitida por el CONELEC en abril del año pasado, que fija una tarifa preferencial, plazo y período de vigencia, se ha logrado captar el interés de muchas empresas internacionales que desean invertir en el Ecuador y operar sus propias plantas.
Todos estos aspectos, y una decisión política en apoyo a las renovables, hacen favorable el ingreso de cualquier tecnología que utilice nuestros recursos naturales para la generación eléctrica. Tal es así, que una empresa española actualmente está tramitando el título habilitante para el desarrollo de una Central Termosolar de hasta 50 MW en la zona sur del país.