Mi tablet, su plástico y yo
Tras numerosas semanas de espera, llegó el tan ansiado momento: 15 de Noviembre de 2011, el día en que por fin tendría en mi poder un extraño aparato que estaba causando furor en todo el planeta. Mucho había oído hablar de este nuevo gadget tecnológico y por fin lo tenía ante mí en una flamante y atractiva caja: Un Samsung Galaxy Tab de 8.9 pulgadas, el único tablet capaz de plantarle cara al todo poderoso Ipad2.
La expectación es máxima y Mónica pone fin a tan ansiada espera entregándome mi correspondiente maquinita. Abro la caja y lo cojo: me entra por los ojos y por el tacto. El peso es el adecuado, la pantalla es del tamaño que debe ser. Lo enciendo y… ¡suena una musiquita agradable, bien! La pantalla (cubierta por lo que parecía ser un simple protector de plástico con letras que no te deja ver tres en un burro) se ilumina como si Jesucristo hubiese bajado de los cielos y se hubiese convertido en pantalla táctil retroiluminada. Mi ilusión se acrecienta y mis expectativas se elevan cada vez más. Tras examinarlo superficialmente en clase, llegan las 20 horas de la tarde del martes y es hora de ir a casa.
Llego a mi casa y le enseño el tablet a mi madre: cree que lo que me han regalado es una bandeja para transportar chupitos de Old-fashioned. Le explico en qué consiste y no entiende nada, pero no importa, me voy a mi habitación a examinarlo más a fondo. Ahora es cuando la ilusión se corrompe y llega la desesperación: no puedo conectarme a internet. Resulta que mi humilde morada tiene un Router conectado directamente al ordenador por un puerto Ethernet, lo que no me permite una conexión de Wifi por el momento. Y qué hacer con un aparato cuya finalidad entre otras es tener acceso a internet? ¿Qué uso le puedo sacar al tablet hasta entonces? Me puse a observarla detenidamente y me di cuenta de que existía un elemento que por norma general se desechaba y cuyas posibilidades se tornan prácticamente ilimitadas: el plástico adhesivo que la protege por delante y por detrás. De hecho, creo firmemente que el plástico del Samsung Glaxy Tab podría abrir nuevos posibilidades de negocio. Paso a contar cómo empleé sus virtudes.
En un primer momento, e influenciado por la necesidad de distribuir el espacio de los embutidos de mi nevera, tuve una idea genial y sin precedentes: envolver el chopet y el salchichón con el plástico del susodicho gadget. El resultado, inmejorable. No obstante, como cualquier instrumento, tiene su pros y sus contras y, mal empleado , el plástico puede no dejar satisfecho a todo el mundo en términos de conservación culinaria. Por ello, y gracias a mi experiencia de 5 días, paso a dar unos consejos para evitar disgustos
Consejos para envolver tu embutido en el plástico protector del Samsung Galaxy Tab 8.9:
- Trata de meter únicamente lonchas de embutido, nunca trozos de carne. Tras contemplar sus numerosas posibilidades, decidí ampliar la variedad de alimentos y tamaño de los mismos para aprovecharme de las cualidades del plástico: envolver muslos de pollo y 2 trozos de trucha. Resultado: endurecimiento de los trozos al despegarse las esquinas opuestas.
- NO Tratar de envolver paté.
- No Tratar de aprovechar el mismo plástico tras 2.895 envoltorios
- No tratar de envolver queso de cabrales
- No tratar de envolver alcachofas y sobre todo NO ENVOLVER COLES DE BRUSELAS Y DEJARLAS FUERA DE LA NEVERA (las consecuencias en términos olfativos no compensan aquellas de conservación), al fin y al cabo el plástico no es todopoderoso.
Tras estos breves consejos, debo añadir que al día siguiente de terminar esta redacción, el 3G llegó a mi tablet y pude disfrutar de internet. No obstante, éste post ya se está alargando demasiado y no quiero extenderme más. En un futuro cercano, informaré acerca de los usos del tablet propiamente dicho y daré nuevas ideas acerca de cómo emplear su magnífico plástico.
¿Alguien sabe dónde comprar más protectores de plástico a un precio asequible que me permita envolver lonchas de un pavo durante un mes? ¿Alguien conserva su plástico y tiene pensado tirarlo en un futuro inmediato? En ese caso, ¿podríais regalármelo por favor?
A quien no le importe desprenderse del plástico, que se ponga en contacto conmigo, quizás podamos llegar a un acuerdo.