De cómo la implantación del Euro benefició espectacularmente a Alemania
A partir de 2001, con la entrada en vigor del Euro, la balanza comercial española aceleró su tendencia deficitaria. Ésta, junto con otras claves macroeconómicas son las que han provocado la situación de actual inestabilidad en España y lo contrario en Alemania, país que gracias al Euro ha visto crecer positivamente, como no había visto en décadas, su balanza comercial (exportaciones menos importaciones).
La siguiente gráfica, es lo suficientemente representativa de la situación que provocó la implantación del Euro sobre la balanza de pagos de los países en crisis y Alemania (una imagen vale más que mil palabras):
La ventaja obtenida por Alemania con la entrada del Euro ha sido un hecho muy relevante para su economía. El gran exportador de la Unión Europea debe, en gran medida, su crecimiento gracias a que lo que ellos producen, otros lo compran por la implantación de una moneda que les ha sido beneficiosa. Más a unos que a otros.
Alemania, como máximo contribuyente, al desarrollo en la Unión Europea, también fue el máximo beneficiario de ella. Y lo sigue siendo ¿A costa de otros países como España? Ciertamente no lo creo. Lo que sí creo, es que Alemania es lo que es, económicamente hablando, porque España y otros tantos son lo que son y les compran a ellos gracias a las ventajas que el Euro ha permitido.
¿Por qué la implantación del Euro benefició a Alemania? Una moneda como el marco alemán, en un país con una economía orientada a la exportación, provoca una demanda de moneda que eleva su tipo de cambio y cuanto más se eleva menos competitiva es respecto al resto. Sin embargo, al tener el euro, la moneda ya no se apreciaba como sucedía antes y para países como España, les era más barato comprar los productos alemanes que antes eran demasiado caros. Por otro lado, Alemania (y otros países) al tener una moneda más “fuerte” que la de otros países como España, eran propensos a comprar a estos segundos. Sin embargo ahora la ventaja no es tan grande.
En definitiva, la grave crisis que padecen los países periféricos del sur de Europa no es sólo responsabilidad suya. Y Alemania no tendría una economía tan solvente de no existir quienes se endeudaron para comprarles sus productos. Sin embargo, claro está que la responsabilidad empieza por uno mismo.