Zamabi: a la carrera verde

Que nuestro estilo de vida «emite carbono» es algo que no se puede negar. Cada actividad que realizamos en nuestro día a día está ligada, directa o indirectamente, a la emisión de gases de efecto invernadero.

¿Pero cuánto? ¿Cuántos gases generamos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos?

Esta cuestión supone el punto de partida de Zamabi  (www.zamabi.es), una joven empresa que se dedica, entre otras cosas, a medir la huella de carbono «a la carta». Es decir a desenmarañar la red de procesos que cualquier actividad necesita confeccionar para llevarse a cabo y a medir las emisiones de gases de efecto invernadero de cada uno de ellos. Calculas la huella de carbono es estimar lo que una organización, proceso o el ciclo de vida de un proyecto contribuye al cambio climático, siendo un paso imprescindible para poder proponer medidas encaminadas a reducir dicho aporte. Cuando digo cualquier actividad, me refiero a que Zamabi se ha visto bajo requerimientos tan dispares como el cálculo de la huella de carbono de la Escuela de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid, de la obra de instalación y explotación de parques eólicos en Brasil, o de empresas dedicadas a actividades que van desde la carpintería metálica de aluminio a la fabricación de pellet.

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Zamabi nació en Febrero de 2013 como iniciativa de un grupo de profesionales del sector forestal/ambiental para responder a la necesidad (o más bien a la voluntad) de empresas e instituciones de integrar el medio ambiente como valor añadido y de futuro, ya sea en sus productos como en su propia imagen. A pesar de que Zamabi nace en un momento en el que España tiene la obligatoriedad de reportar las cantidades de las grandes emisoras (cementeras, papeleras, grandes energéticas…), pero las pymes ven ahogadas sus economías por la disminución en la demanda y la escasez en el crédito, iniciativas como la de Zamabi ven reducido su rango de acción a corporaciones con el poder adquisitivo suficiente como para poder «permitirse el lujo» de invertir en este tipo de servicios.

Afortunadamente la Comisión Europea realiza en 2008 el  «Plan de Acción sobre Consumo y Producción Sostenibles y una Política Industrial Sostenible» que incluye, entre otras medidas, la obligatoriedad de realizar la Huella Ambiental para organizaciones y productos seleccionados a partir del año 2015. A nivel nacional ya hay iniciativas que fomentan el cálculo, reducción y compensación de la Huella de Carbono, como la reciente iniciativa de la Oficina Española de Cambio Climático que, a través del RD 163/2014, crea el Registro Nacional de Huella de Carbono, todavía de carácter voluntario.

Parece que a Zamabi le «llega el turno» próximamente y es ahí donde un servidor ve el punto fuerte de esta iniciativa: ya llevarán unos años en el mercado y cuando les llegue el momento podrán presentarse como una empresa joven e innovadora pero a la vez bien asentada en un terreno donde la competencia va a ser atronadora.

María Sosa Llopis representando a Zamabi en CONAMA 2014 (Elaboración: Zamabi).

María Sosa Llopis representando a Zamabi en CONAMA 2014 (Elaboración: Zamabi).

¿Que porqué es su punto fuerte? Porque Zamabi, desde que nació, ha sabido diversificar su actividad y ofrecer servicios que van más allá de la propia medición de la huella y que se adaptan al poder adquisitivo y a la exigencias de muchos y muy diversos perfiles de clientela: Zamabi ofrece además estudios de eficiencia energética, así como servicios de ingeniería y obra forestal y un interesante abanico de cursos y formaciones que tienen el objetivo de instruir a empresas para que sean capaces ellas mismas de realizar la medición de sus emisiones sin la necesidad de contratar a terceros. Y es que después de todo, la misión de los que hoy en día emprenden en el mercado verde no es sino la de integrar la sostenibilidad como vía para el crecimiento económico. Sostenibilidad que en un futuro será un elemento fundamental en la vida de todos nosotros. En Zamabi no han inventado la pólvora, pero son capaces de enseñar a usarla hasta a un niño.

Zamabi estuvo en la 12ª edición del Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA 2014), participando en la conferencia ¿Porqué fracasan los emprendedores verdes? en la que se elaboró un decálogo de cuestiones imprescindibles que deben ser tenidas en cuenta a la hora de lanzarse al emprendimiento verde, y a través de la que ha podido compartir su experiencia emprendedora.

Y es que después de todo, la misión de los que hoy en día emprenden en el mercado verde no es sino la de integrar la sostenibilidad como vía para el crecimiento económico, posicionando la variable ambiental como clave en la toma de decisiones estratégicas de las empresas  y acercando el desarrollo sostenible al futuro, que es ahora.


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