ALTERNATIVA A LAS INFRAESTRUCTURAS
El ser humano parece que se ha empeñado en destruir todo aquello relacionado con el medio en el que vivimos. Ha consumido sin límites muchos de los recursos naturales de la Tierra, a tal velocidad que la misma no es capaz de regenerarlos. El punto de mira se situaba en el desarrollo y la producción sin límites, sin tener en cuenta que gran parte de la materia prima empleada para generar muchos de los productos y/o servicios se agotarían o llegarían a ser inalcanzables debido a su elevado coste de explotación.
El agua, recurso ilimitado e indispensable para la vida, ha sufrido la voracidad del ser humano en cuanto a su explotación desde siempre. Sin embargo, una vez vistas las orejas al lobo, el ser humano parece recapacitar y desarrollar esa conciencia ambiental que todos llevamos dentro, pero que hasta ahora no nos había hecho falta desarrollar.
En Nueva York parece que tuvieron muy presente el valor de este capital natural, ya que poseen uno de los sistemas de abastecimiento más flexibles en cuanto a su capacidad para mitigar las sequías localizadas. Esto era posible gracias a que captaban el agua desde tres cuencas diferentes. Asimismo, eran capaces de suministrar agua por gravedad en un 90% de los casos, abaratando así los costes de operación.
Hubo un momento en el que las aguas de las zonas de captación, estaban altamente contaminadas debido a la masiva actividad agrícola y ganadera de la zona. Las opciones para mitigarlo era o bien crear una planta de tratamiento de agua potable, con la inversión que esto conlleva, o como bien eligieron en este país, atacar el problema desde la raíz, es decir, disminuir la contaminación de las aguas.
Esto fue posible gracias al Watershed Agricultural Programm, programa en el que los agricultores de forma voluntaria se comprometían a tomar una serie de medidas para mitigar la contaminación. Entre ellas se encontraba gestionar de manera eficiente el uso de fertilizantes en sus tierras así como controlar los vertidos de sus residuos.
No deja de ser asombroso como hace tantos años en Nueva York ya optaron por la conservación de este capital natural, en lugar de irse por la vía fácil aunque no más barata que habría sido la construcción de una infraestructura “ETAP”.