TURISTAS DEL SIGLO XXI: TENDENCIAS Y MERCADOS EMERGENTES
Los tiempos cambian, los viajeros también, y las empresas y destinos turísticos han de adaptarse a ese cambio. El turista se puede elegir con una creación de producto concreta y una dirección de promoción adecuada. La mayor dificultad es rectificar la imagen que se ha creado a lo largo de los años.
La sociedad actual es muy diferente que hace cincuenta años, cuando en España se dio el fenómeno del Boom turístico, se popularizó el famoso slogan “Spain is different” y Paco Martínez Soria protagonizaba “El turismo es un gran invento”.
Según diferentes estudios demográficos, la población europea del siglo XXI está envejecida, llegando a representar un tercio de la población mundial en el 2030, sobre todo en los países más desarrollados.
Además, hay que contemplar el aumento de migraciones, tanto de personas altamente cualificadas como no; así como la progresiva concentración en las grandes urbes y el aumento de la diversidad de tipos de familias, como los singles, divorciados con segundas familias o los Dinky (Double Income, No Kids Yet o Doble sueldo y todavía sin hijos)
Todos estos cambios producen nuevas tendencias en el consumo de bienes y servicios, que antiguamente se veían más marcadas por las clases sociales y hoy en día, se reflejan más en el estilo de vida de las personas, factor que afecta en gran medida al sector del ocio y el turismo. No significa que el nivel económico no sea relevante, pero se contemplan otros factores, como los culturales, el estado civil e incluso la tendencia sexual.
Cuando se crea un producto o servicio y se indica a qué cliente potencial va dirigido, hoy en día es absurdo decir a una clase media, porque ésta es demasiado compleja y diversa. Se indicaría más bien a un rango de edad, se contemplaría si tiene o no cargas familiares, si son grandes consumidores de ocio nocturno o de moda y el nivel cultural y económico. Contemplado esto, se estudiaría cómo y dónde captarlo, por ejemplo, si son internautas o no, y si lo son, qué tipo de páginas visitan. Un ejemplo muy claro es la diferencia de un usuario de Tuenti o uno de Facebook. Como anécdota, me gustaría resaltar la estrategia que realizó Telepizza hace aproximadamente tres años. Durante el intermedio de un partido Madrid-Barça, Telepizza sacó una oferta especial en Tuenti. Rápidamente los usuarios que se conectaban en ese momento para comentar el partido, vieron la promoción que superó las expectativas de los responsables de marketing de la empresa, y todo ello, en una plataforma gratuita.
Según la OMT, hay cuatro grandes grupos a los cuales debemos prestar gran atención:
– Turismo Senior. No sólo por su alta presencia en la población actual y futura, sino porque estos “senior” son personas que se sienten jóvenes, con una buena forma física en su mayoría y con ganas de viajar y aprender. También es interesante el hecho de que son un público idóneo para la desestacionalización turística, ya que tienen mayor flexibilidad en elegir las fechas de sus, cada vez más frecuentes escapadas, y que se trata de un perfil de cliente que es más fácil de fidelizar que un joven, que en cuestión de destinos, prefiere visitar diferentes destinos en lugar de ir siempre al mismo.
También hay que tener otros factores en cuenta, que es la previsión de alargar la jubilación hasta los 67 años y la situación económica actual, con la que se plantean más invertir en su plan de pensiones que en sus viajes.
– Migraciones. Como comentaba anteriormente, cada vez hay más movimientos migratorios entre diferentes países. Las personas que deben emigrar por necesidad y que, además de viajar a sus países de destino eventualmente, con el paso generacional, tienen mayor interés en conocer mejor el país de acogida. Por otra parte, me gustaría destacar a aquellos profesionales que cambian su país de residencia en busca de mejores ofertas laborales, los estudiantes y por último, aquellos senior que deciden pasar su jubilación en países más cálidos. Todos ellos tienen en común que son grandes promotores del destino y que además, reciben las visitas de familiares y amigos.
– Singles. Un colectivo de moda para el cual ya se han creado productos y campañas turísticas específicas y es que, con hijos o sin ellos, tienen una gran necesidad de socializarse y hay un alto grado de población single actualmente. Puede ser un cliente muy interesante para la desestacionalización y realizan escapadas más frecuentemente.
– Familias multigeneracionales. Actualmente existen más modelos que la familia tradicional que nos enseñaba la Enciclopedia Álvarez. El aumento de separaciones y divorcios provoca que existan personas con “varias” familias y todas las personas involucradas forman parte de la toma de decisiones al elegir un destino o un tipo de vacaciones. Además hay que destacar los eventos familiares, que en muchos casos son la razón de muchos viajes, sobre todo en EEUU, pero también cada vez más en Europa. Un claro ejemplo lo vemos en estas fechas, las reuniones familiares navideñas, cada vez son más comunes en hoteles o casas de turismo rural.
En este grupo, la OMT, hace hincapié en esa diversificación de la oferta turística para que sea apta y cómoda para todos: buenos accesos para los abuelos, playas tranquilas y vigiladas para los niños, una oferta de shopping interesante, etc.
Personalmente, además de estos cuatro grupos, yo añadiría el Turismo gay, que genera grandes intercambios comerciales en eventos y han transformado ciertos destinos turísticos como Sitges, y el factor “Adults Only” dirigido a esos Dinky que prefieren cenar en restaurantes donde no haya gritos de niños o tomar el sol sin niños correteando alrededor y echándoles arenas. Esta última frase puede sonar un tanto ruda, pero desde luego, son muchas las empresas que se han dado cuenta de esto y que no aceptan niños en sus establecimientos y se especializan en este sector de la sociedad, y si no, vean la campaña “Con o Sin?” de Sol Hotels
CON O SIN_ Adults Only by Sol Hotels_(360p)
Pues bien, todos estos grupos se refieren de forma genérica a la población, sobre todo de economías desarrolladas, pero tampoco nos podemos olvidar de los países en vías de desarrollo y los nuevos mercados emisores de turismo.
Según estudios realizados por Exceltur, el mercado ruso ha incrementado un 61% sus pernoctaciones en España y Polonia un 86%. Exceltur destaca Rusia y Brasil como los mercados emergentes de los que hemos recibido más turistas en España, sin embargo, no podemos olvidarnos de China, India o Polonia.
Cada vez se están realizando más acciones de marketing dirigidas a estos países por parte de los destinos turísticos, y aquí encontramos grandes competidores como Francia o Italia que, de momento, nos llevan ventaja en relación a estos nuevos emisores.
Son muchos factores a los que hay que atender y por ello llegamos a una conclusión: España no puede ser sólo ese destino de sol y playa cercano y no puede ser ese destino a dónde van los jóvenes ingleses a emborracharse. Tenemos una gran variedad cultural, gastronómica y etnográfica por potenciar. Tenemos que apostar por la calidad y elegir bien a nuestro turista, diversificar la oferta y en algunas ocasiones, especializarnos. Todo ello, es una labor de TODOS, administraciones públicas, empresarios y la propia población, que debe respetar al turista y concienciarse de que el turismo favorece directa e indirectamente a muchos otros sectores.
Tenemos una ardua labor por delante, ya que durante muchos años nos hemos centrado en vender las costas, la fiesta, el flamenco y los toros y ahora, llevamos años intentando demostrar que España es mucho más que eso. Es un destino que tiene grandes profesionales, que nuestros productos son de gran calidad, que es un país seguro, que tenemos un patrimonio cultural que engloba desde la influencia árabe a la celta. Un país moderno con buenas infraestructuras y con una gran oferta de ocio (no sólo fiesta, sino que también tenemos grandes espacios naturales donde disfrutar de actividades al aire libre y deportes de aventura).
Seguimos siendo el segundo país más visitado del mundo después de Francia, sin embargo la influencia del turismo en el PIB ha menguado en la última década, por ello, debemos seguir trabajando por una mejora continua, sobre todo en tiempos de crisis.