Revueltas en el mundo árabe
Estamos asistiendo, creo que a un momento histórico. La población de un número, no pequeño, de paises ha decidido que ya está harta de ser explotada y oprimida por el dictador, rey o presidente de turno.
Las revueltas que empezaron, primero en Túnez y después en Egipto, están siendo secundadas por otros paises como son Yemen, Argelia, Bahreim y Libia.
En cada uno de ellos, los motivos que han desencadenado las revueltas son distintos. En Túnez, un joven de 26 años se quemó para denunciar la falta de oportunidades que tiene la sociedad en ese país. Le siguió Egipto, donde la sociedad se atrincheró en la plazsa de Tahrir hasta que derrocó a su presidente, Hosni Mubarak. A continuación, le han seguido otras poblaciones animadas por el ejemplo de estos dos.
En su artículo publicado en El País el 18/01/2011, Sami Naïr, explica muy bien cómo pueden sucedecerse estas revueltas de país a país.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/leccion/Tunez/elpepiopi/20110118elpepiopi_10/Tes
En todos estos paises, se observa un trasfondo social parecido, salvando las circunstancisas propias de cada región. En todos ellos, la gente de la calle denuncia la falta de libertades, el desempleo, la falta de oportunidades para los jovenes, el enriquecimiento abusivo de sus mandatarios, mientras el porcentaje de probeza de la población es altísimo. El desencadente ha sido un aumento del precio de algunos alimentos, pero el calso de cultivo estaba ya instalado desde hace muchos años.
Ahora vemos como estas rebeliones están siendo contrarrestadas con tanques, véase el ejemplo de Libia.
Todos estos acontecimientos me han hecho pensar en varias cuestiones que planteo:
– ¿Es casualidad que las revueltas estén sucediendose de manera consecutiva?
– ¿Es casualidad que se produzcan todas en países con una alta producción de petróleo o gas?
– Quid profit. ¿A quién benefician estas cambios de poder?
Desde Europa se está expectante, pero creo que debería estar más involucrada, ya que la salida de estas revueltas nos puede repercutir en gran medida, ya sea en aumento de precios, como está pasando ya con el brent de petróleo, en forma de inmigración, o por la desestabilización de una zona muy próxima a nosotros.