Preparar las presentaciones maximiza la espontaneidad

Por mi trabajo no es nada raro que asista a una serie de presentaciones al cabo del año,  siempre me llama la atención las personas que convierten sus ponencias en un show, pero no por el hecho en sí de ser capaces de hacer más entretenida la presentación, cosa que la audiencia suele agradecer, sino por la naturalidad y la aparente espontaneidad que presentan.

Hoy, y tras haberlo sufrido en mis propias carnes, veo con cierta claridad que mucha de esa espontaneidad que se refleja en las presentaciones está basada, en gran medida, en el trabajo previo de preparación; cuanto más claro tienes lo que vas a decir y cómo lo vas a hacer más seguro te sientes para cambiarlo sobre la marcha.

Estoy convencido de que cuanto más completo sea nuestro guion de la presentación y más ensayado lo tenemos más seguridad en nosotros mismos tenemos y de lo que podemos dar de sí en la presentación, la sensación de control nos protege, fruto de todo esto nos resulta más sencillo «salirnos» de nuestro guion, dándonos incluso la capacidad de adaptarlo aún más a la audiencia.

 


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