El Estado del Bienestar ha Muerto
No. Aún no. Por suerte para muchos no podemos afirmar categóricamente el titular de este artículo. Lo que sí es obvio es su precario estado de salud. Lo tenemos entubado, con alimentación intravenosa y a punto de conectarlo a una máquina de respiración asistida.
Eso sí, el enfermo recibe muchas visitas. Está bien rodeado. Lo que no significa que esté bien cuidado. Tiene altibajos, nada excepcional cuando todos los tenemos. Pero de igual forma que una simple gripe puede acabar con unos de nuestros mayores, en una situación de crisis económica como la actual podemos perder al paciente. Hay que recordar que este paciente, en sus mejores tiempos, ayudó y cuidó a muchas personas. Grandes y pequeños (no sólo en edad). Como una de nuestras madres o abuelas se desvivió por contentarnos y vernos felices. Pero ahora, ha llegado uno de esos momentos en los que tenemos que cuidar de nuestros mayores si queremos que siga adelante y en un futuro, quién sabe, nos vuelva a echar un cable en la adversidad.
Tendemos a pensar que todo es infinito, imperecedero. No asumimos ni siquiera nuestro final, cuando menos otro tipo de finales. Ya llevamos muchos años viendo las orejas al lobo, pero no hacemos gran cosa. Y algún día, ese lobo se presentará. Y entonces qué ¿lamentos? ¿rasgarse las vestiduras?
Obvio es que vivimos tiempos complicados. Que pueden serlo más aún. Pero es tiempo también de coger el toro por los cuernos. Y actuar. Recuerde el lector los años 80. Es un ejemplo de una etapa dura en nuestra querida España. Esa fuerte reconversión industrial que tuvimos que afrontar y que pretendía ser un tratamiento de choque intensivo y a corto plazo, que reformara las industrias más afectadas por la crisis para garantizar su competitividad. Se intentó ajustar la oferta a la demanda mediante la eliminación del exceso de capacidad, cerrando instalaciones y ajustando las plantillas laborales con todo tipo de medidas (regulación de empleo temporal, despidos definitivos, prejubilación, etc.). De cara a la producción futura, las unidades industriales que se mantuvieran deberían adaptarse al nuevo ciclo tecnológico y al mercado, reorientándose en productos de mayor demanda, sin intentar competir en los sectores maduros, tanto pesados (siderurgia, construcción naval, minería) como ligeros (textil), con los menores costes laborales de los nuevos países industrializados; y aplicando nuevos sistemas de organización y gestión.
He dicho bien al escribir ‘tuvimos’ porque fueron una serie de medidas duras, pero necesarias para reflotar nuestra mala economía (y peores perspectivas de futuro que tenía). A todos afectó. Como siempre unos ponen más. No cabe duda. Y a todos benefició. También a unos más que a otros. Pero este no es el momento de discutir este otro asunto, importante sin duda y objeto de otro debate. El acceso a la CEE ¿quién no lo quería? Todos ansiábamos ‘ser europeos’. ¿Lo recuerdan?
Pues bien, no sólo la industria está sujeta a reconversiones. Aquella no fue la primera en la historia de nuestro querido país. Y bien seguro estoy al afirmar que tampoco será la última. De la misma forma que fue imprescindible entonces, lo es hoy reformar hasta refundar o reconvertir aspectos de nuestra sociedad. Vivimos en un entorno cambiante. Estamos inmersos en un continuo proceso de cambio. Hay momentos para disfrutar, recoger los productos de la siembra. Y hay otros donde toca arremangarse, sudar y prepararse. Hoy estamos en uno de los segundos.
Uno, que ya es un poco veterano, va contando historias de abuelete tierno. Recuerdo una de mis primeras entrevistas de trabajo y quisiera compartirla con los lectores. Era para una gran multinacional. Un proceso largo donde los hubiera. Y que me marcó, sin duda alguna. Lo hizo con una frase, tan pesada como una lápida. Quizás por eso la llevo grabada a fuego en mi piel. En el despacho de uno de los psicólogos había un cuadro. Muy sencillo. Eran 2 raquetas de tenis, una de madera como las que usaba el gran maestro Björn Borg y otra de grafito como las que puede usar hoy nuestro gran campeón Rafa Nadal. Y debajo una frase en inglés: “Update or Die” (actualizarse o morir). Gráfico ¿verdad? No sabemos quién ganaría a quién hoy en día. Una cosa sí está clara, cada uno con las armas de la época, Nadal le pasaría por encima. Hoy, el gran maestro sueco debería renovarse, actualizarse a la nueva época del tenis. Y así poder enfrentarse a uno de los mejores tenistas de la actualidad. De otro modo, habría perdido su partido incluso antes de comenzarlo.
Pues bien queridos lectores. En la vida, como en un partido de tenis, hay que ir haciendo ajustes. Y éstos deben ser continuos. Si te paras, simplemente pierdes.
El cambio no es malo. Es una consecuencia de estar vivos, que es lo que todos deseamos. Seguir coleando. Pues enfrentemos la nueva situación con mentalidad abierta. Con originalidad. Y con entusiasmo. No pensemos en lo que podemos perder, porque lo perderemos de todas formas. Pensemos en lo que ganaremos. Todos.
Acaso no se reinventa a diario una empresa para saber dónde puede introducir mejor sus productos, o cómo puede mejorar su oferta. O es que una familia no se ajusta a una situación nueva cuando aparece algún infortunio. Pues de la misma forma debemos afrontar los cambios sociales. Porque sabemos que como bien describió Darwin en su tratado de Evolución de las Especies, sólo aquellas mejor adaptadas al medio sobrevivirán. Señores, el medio lo creamos nosotros. Somos dueños y señores del mismo. Podemos y sabemos actuar. La cuestión es ¿queremos? Sin darnos cuenta lo hacemos a diario, pero por desgracia lo estamos estropeando. Y lo peor es el tiempo que ya hemos perdido. ¡Pero aún hay tiempo!
Para los incrédulos de la época decirles que el envejecimiento de la población europea es ya un hecho. Nadie osa ya discutirlo. Como nadie se atreve a rechazar el inminente cambio climático (otro ejemplo clarificador de lo que hacemos con el ‘medio’ del que hablaba anteriormente). Creo que pocos han pensado detenidamente las consecuencias que esto va a traer en menos de un decenio. A todos los niveles. Empresas, gobiernos, ciudadanos particulares. Nadie se escapa de este proceso degenerativo. Porque, si Vd. es uno entre los muchos que no lo ha pensado nunca, todos nos hacemos mayores. Por eso no hay que olvidarse de este gran mensaje del escritor N. H. Kleinbaum:
Recoged desde hoy las rosas de la vida,
porque el tiempo jamás suspende su vuelo.
Y esta flor, que hoy se abre,
mañana estará marchita.
Y no sólo es ya un problema de envejecimiento de nuestra población. Es que, además, está menguando. Hoy mismo hemos podido leer una noticia que en la próxima década España perderá 0,5 millones de personas. Inmigrantes que vuelven a sus países de origen, nacionales que emigran por la falta de oportunidades, la natalidad por los suelos. No sólo seremos más viejos. También seremos menos. Nuestra pirámide poblacional no solo se está invirtiendo como se ve desde hace años, también se está desmoronando. Y, mientras, seguimos un tanto impasibles. Pensando que ya mejorará. Que seguiremos como antes. Pero se nos olvida que los actores en esta gran obra que es el mundo, somos nosotros mismos. Que no hay guión establecido. Que todo está en nuestras manos.
Y sabiendo esto, y desde hace tanto tiempo ¿qué hemos hecho para remediarlo? Pues en verdad poca cosa. Siendo un mal generalizado no parece que ningún país se haya puesto las pilas. Desde luego el nuestro no. Porque dar una ayuda por hijo no es la solución. O alguien piensa que nos vamos a poner a engendrar prole por el mero hecho de recibir un cheque. ¡Ojalá fuera tan sencilla la solución! No. Todos los gobiernos hablaban de establecer políticas de reconciliación laboral y personal, entre otras cosas. Pero tampoco. Ni se ven ni son la solución al problema. Pensemos en un instante que hacemos eso ¿de verdad conseguiríamos rejuvenecer una sociedad tan castigada como la española? Yo tengo mis reservas. Ayudar, ayudaría sí. Pero la mesa seguiría algo coja. Porque pienso en aquellos países donde la tasa de natalidad es tan alta. Y a la vez el nivel de vida es tan precario. ¿No es una contradicción con nuestro modelo? Nosotros bien establecidos, con posibles, y sin hijos. Ellos, con el suelo moviéndose bajo sus pies cada día y con una ristra de hijos a sus espaldas. ‘Ni tanto ni tan calvo’ diría mi madre. Y qué razón tendría.
Esto me hace pensar que tal vez la solución no sea tan solo económica. Es un factor importante sin duda. Pero la cultura, esa gran desconocida, pesa incluso más. Y de nuevo, en España, sabemos de qué hablamos cuando mezclamos conceptos de natalidad, nivel y calidad de vida. Y no nos es tan lejano. A finales de los años 60 la renta per cápita española no llegaba a los 3.000 €, mientras que al inicio del nuevo siglo llegaba a los 18.000 €. Por otro lado la tasa de natalidad en los años 50-60 fue espectacular, en torno al 40 por mil. Fue el llamado baby boom. Mientras que al comenzar la nueva centuria apenas llegaba al 10 (y sigue bajando). Sirvan estos datos como un mero ejemplo de entre los muchos que podríamos citar. Sin lugar a dudas los cambios en nuestro país fueron enormes. Sencillamente nos tuvimos que ajustar a las necesidades. Y no sin esfuerzo y sacrificio como dejé bien claro al inicio. Y consecuencia de todo ello desde hace bastantes años, hasta hoy inclusive, es que disfrutamos de una gran cantidad de beneficios sociales. No diré que la situación es idílica. Ni siquiera perfecta. Pero cualquiera que eche la vista atrás, o revise un anuario fotográfico, o mejor aún, charle con sus abuelos o sus padres entenderá mejor lo que digo.
Dado que para resolver un problema, antes hay que conocer bien las causas, me pregunto –os pregunto a todos vosotros- si no nos habremos acomodado en demasía, si no estaremos tirando por la borda todo cuanto consiguieron nuestras generaciones anteriores con tanto esfuerzo, si tendremos más miedo a perder algo que a mejorar lo ya alcanzado. Es como si saber que algo ahí detrás de uno le fuese a soportar siempre, contra viento y marea. Y pierde el ánimo de perseverar, de innovar, incluso de progresar. Tenemos las neuronas adormecidas. O en el peor de los casos, apoltronadas y vagas.
Yo, en mi humilde opinión, veo más orígenes sociales que económicos en el aletargamiento en el que estamos sumidos. Por eso, por muchas ayudas que los gobiernos destinen a incrementar la tasa de natalidad e intentar rejuvenecer la población, es como clamar en el desierto. Todas esas medidas están fallando. Y si le unimos, que en momentos críticos como el actual, han de retirarse por falta de fondos (es como la pescadilla que se muerde la cola) estamos ante una situación viciada antes de nacer. Se crean medidas para ayudar a mantener el estado del bienestar, que en el peor momento se dejan morir porque dicho estado no las puede sostener e, ineludiblemente, afectan al mismo en forma negativa y recurrente. Si antes el estado del bienestar estaba mal por un futuro incierto, ahora lo está peor por un presente más que real.
Y llegado a este punto vienen los consiguientes reajustes. Unos en sanidad, otros en educación. En infraestructuras. En muchos conceptos. Es innegable que unos pagan los grandes errores de otros. Y que dichos recortes, si no todos, afectarán en mayor medida a un gran segmento de la población. No seré yo quien diga que no son necesarias una sanidad o una educación públicas. En absoluto. Si les negamos este tipo de servicios a esas personas (yo podría ser en breve uno de ellos), estaremos atentando contra nosotros mismos en un futuro no muy lejano. Aunque sea por mero egoísmo no deberían eliminarse. Pero no voy a entrar a discutir sobre esto ahora. También queda para un futuro debate.
Pensará el lector que estoy cayendo en una contradicción. Al hablar de actualizarse y seguir manteniendo el nivel actual de seguridad de la ciudadanía. Yo creo que no. Porque las causas no son meramente económicas. Son sociales, son de cultura de una sociedad que se ha dejado llevar. Que ha perdido una batalla de espíritu. Quizás de valores. Ha prevalecido por mucho tiempo la ley del mínimo esfuerzo. A la par que cada vez nos hemos hecho más exigentes. El tío Sam, con su dedo amenazante, nos diría en este caso “No pienses en lo que el estado del bienestar puede hacer por ti, sino en lo que tu puedes hacer por él”. ¿Quién no conoce a un vecino, un amigo, o al amigo de un amigo que hace sus ‘trabajillos’ extra y no los declara? E inclusive cobra algún tipo de prestación. ¿Quién no conoce a alguien que abusa de las recetas médicas? O los casos tan recientes de estafa a la Seguridad Social con el tema de falsas pensiones de invalidez. Podríamos citar decenas de casos cada uno. Multipliquemos y nos daremos cuenta que entre unos y otros estamos matando a la gallina de los huevos de oro. La estamos exprimiendo tanto que la tenemos exhausta. Y no porque esté mayor, sino por falta de afecto. No hemos sido capaces de enseñar a nuestros pequeños que dicha gallina dejará de poner esos huevos si antes no la cuidamos, no la alimentamos correctamente. Y en esto no nos libramos nadie. Comenzando por los dirigentes, cada cual a lo suyo, hasta el más humilde de la clase trabajadora. Hemos pecado, y mucho, de egoísmo y avaricia. Y tarde o temprano nos pasa factura.
Señores, ha llegado el momento de pagar dicha factura. Y ha de ser entre todos. De nuevo con esfuerzo, con mucho sacrificio, poniendo todos de su parte. De nuevo como en los 80. Si entonces fuimos capaces ¿no lo vamos a ser ahora? Yo creo que sí. Que el pueblo español es fuerte. Pero para no adolecer en el futuro de lo mismo propongo comenzar educando a la gente de verdad en lo que cuesta mantener una gallina como la actual. Se llamen facturas hospitalarias o como se llamen, la sociedad debe ser consciente de lo que valen las cosas. Igual que cuando uno se emancipa y comienza a darse cuenta que cada mes hay que pagar muchos recibos, que hay que llenar el frigorífico, o que el baño no se limpia sólo. Nuestras madres ejercían, en esos casos, de gallinitas siempre leales y fieles. Pero también se cansaban, que conste. Pues no hay otra forma que ser realmente conscientes de ello. Y exigir a quien administra nuestra gallina que asuma responsabilidades en su cuidado. Un tesoro de tal calibre no puede estar en cualesquiera manos.
Eduquemos primero. Hagamos los ajustes necesarios después. Seamos creativos, imaginativos, no nos dejemos llevar de nuevo. Y podremos disfrutar todos de la gallina por muchos años. De otra forma, si matamos ahora a la gallina para darle un buen caldo a nuestro enfermo estado del bienestar, le recuperaremos un poco hoy para verlo morir mañana.
Terminaré citando otra gran fase. En este caso de William G. Ward que dice así:
Los pesimistas se quejan del viento.
Los optimistas esperan que cambie.
Los realistas ajustan las velas.
Ha llegado el momento de ser realistas. El viento nos viene de frente. Si no queremos ir a la deriva hay que actuar. Con un objetivo común. Va a costar, es seguro. Pero cuando amaine la tormenta y salga de nuevo el sol nos alegrará haber participado de verdad. Es por nosotros. Es por nuestro futuro. El estado de bienestar aún no ha muerto.
Aprender y comunicar, comunicar, comunicar.
¿ Somos conscientes de la dimensión de la comunicación ?.
Comunicar es algo que hacemos cada uno de nosotros venticuatro horas al día los trecientos sesenta y cinco días al año. Cada gesto, cada mirada, cada palabra… . Todo comunica. Y sin embargo es una materia (quizás un arte) a la que en general dedicamos poco tiempo de reflexión y entrenamiento: ni un minuto en las universidades, unas horas en el máster, y en puestos de trabajo de relevancia un par de días. Actuamos, en general, en base a nuestras cualidades innatas (que por otra parte son importantes). Pero, ¿ Se puede ser un buen directivo sin comunicar bien?, ¿ puede ir bien un matrimonio sin comunicación ?.
Sin rodeos: Es fundamental desarrollar estas habilidades si se quiere tener éxito en la vida. Es esencial dominar todos los aspectos de la comunicación, y especialmente la comunicación no verbal (probablemente más del 50% de la comunicación) y la escucha activa (comunicarse es interaccionar, no hacer un monólogo).
Adquiridas estas habilidades debemos tener siempre en cuenta una premisa: lo que no se comunica no existe (en terminología red social: eres lo que compartes). Se trata de comunicar, comunicar y volver a comunicar. Comunicar nuestras ideas, intenciones, proyectos, ilusiones, y allá donde proceda nuestros sentimientos.
FUNCIÓN EDUCATIVA DE LAS REDES SOCIALES
“Pensar, pensar, pensar”
(Julián Marías, Filósofo español y discípulo de Ortega y Gasset)
Envejecimiento de Europa, tendencias en el entorno, clases sociales, segmentación geodemográfica, marketing, cibertribus, elementos todos ellos que son indispensables pero no suficientes por separado para comprender la sociedad de la Información, el siglo XXI, una época complicada fruto del desarrollo tecnológico del siglo XX y elementos que definirán las bases futuras de la educación y los valores del mundo moderno. Como dice el refranero español, 356000 entradas en el buscador Google, “quién mucho abarca poco aprieta”, a lo largo de este artículo se desarrollará un tema importante para los próximos años de España: la evolución de la educación de nuestros niños y jóvenes a través de la popularización de las redes sociales. En cierto modo pretende ser un homenaje al recientemente fallecido Steve Jobs, padre de los ordenadores personales como elemento facilitador de acceso a la información.
A lo largo de la historia el ser humano ha ido realizando multitud de avances técnicos y tecnológicos que han supuesto la necesidad posterior de una reflexión sobre el uso de los mismos. En la prehistoria primero se desarrolló la técnica del uso del metal para posteriormente realizar grandes avances en las herramientas. Probablemente en estos momentos la moral y la ética no estaban lo suficientemente desarrolladas para considerar que las herramientas para matar fuesen utilizadas por el hombre para usos diferentes a la caza, o protección excepto cuando se trataba de protegerse de otras tribus, otras sociedades que pudiesen alterar su estabilidad. Einstein rechazó completamente el uso de la bomba atómica para la II Guerra Mundial y la masacre en Hiroshima y Nagasaki pero no renegó de sus avances que han sido utilizados por la humanidad para la obtención de energía, viéndose nuevamente su peligrosidad con el accidente de Fukushima. Así mismo las redes sociales en sí no son malas, puesto que permiten la comunicación de entornos de diferentes regiones del mundo aunque no sea frente a frente, como hace nuestra generación. La comunicación y efectividad de nuestro entorno funcionaba dependiendo de cómo éramos, a qué casa de qué amigo se iba, qué se iba a hacer (jugar, estudiar, compartir fotografías, música…), con cuántos nos juntábamos, qué padres y hermanos del grupo interaccionaban en algún momento…Ahora con la digitalización las ventajas aumentan pero también los inconvenientes, y éstos en las etapas educativas y formativas de los seres humanos son completamente definitorios del individuo final, ese que producirá y generará recursos para las generaciones futuras.
Haciendo retrospectiva del movimiento 15-M, legítimo en su fondo pero muy discutible en su forma, se observa la necesidad de que los gobiernos no sólo se planteen la actividad y estructura de la sociedad, resolución de sus problemas, si no la base que puede haber llevado a este movimiento a realizar una queja considerada por muchos antidemocrática por haber afectado negativamente a otros ciudadanos. Internet al haber sido usada como ocio por los jóvenes, ¿manipulados quizá?, sin conocimiento profundo del impacto por parte del adulto, consiguió desestabilizar una sociedad como la española por no ser conocedora de la peligrosidad de la herramienta. La evolución tecnológica actual es peligrosa, en mi opinión, básicamente porque se desarrolla a edades tempranas (Steve Jobs no llegaba a los 20 años cuando comenzó su labor) donde los valores éticos y morales no siempre están completamente desarrollados, se potencia por edades maduras que no entienden la magnitud de los potenciales problemas y orientan el marketing a la introducción indiscriminada del producto siendo utilizadas por personas aún más jóvenes que los creadores a los que no se les ha educado sobre los límites de las mismas. Ya ha pasado una generación desde que personas como Steve comenzaron su andadura y ya hay madurez en la generación creadora de necesidades y, aunque los jóvenes sigan dando lecciones de rapidez de aprendizaje y siempre irán por delante, se puede comenzar a establecer las bases de un correcto uso de las mismas minimizando los inconvenientes en la medida de lo posible, que siempre estarán presentes. Volviendo nuevamente al 15-M, recuerdo de forma impactante muchas de las frases visionarias realizadas por Enrique Jardiel Poncela en la primera mitad del siglo XX en la obra “La Tournée de Dios” dónde no sólo describe la sociedad en su momento si no que describe de forma certera la actual. Una de las afirmaciones que hace un Dios imaginario que aparece en la Ciudad de los Ángeles, Getafe, para adoctrinar a sus pocos seguidores que le quedan es “Perdida la confianza en sí mismo y en decadencia la virilidad, el hombre ya no lucha: pide. Y si le es posible, exige. Y si se encuentra en condiciones, quita. Nadie, cuando se trata de prosperar, piensa ya en multiplicar su actividad, ni en aumentar sus conocimientos, ni en poner en juego las condiciones -innatas o adquiridas- de que disponga para el combate del Mundo”….. “El individualismo duro y heroico de otros tiempos ha sido sustituido por un colectivismo blando, cómodo, femenino y fácil.”. Duras estas afirmaciones pero describen bastante bien lo que se está viviendo este año en España. Es deber de todos comenzar a cambiar el rumbo comenzando con la educación en edades tempranas.
Internet actualmente se comienza a relacionar con fenómenos negativos como el bajo rendimiento escolar. La definición del uso general y por parte de los profesores junto con el contenido informativo puede hacer de Internet y las redes sociales una herramienta educativa y de enriquecimiento humano. Los educadores deben comenzar a meterse en el recurso, conocerlo para acercarse al joven y comenzar a entenderse en el mismo entorno e idioma. Si se interactúa con los estudiantes para compartir intereses culturales, sociales… poco a poco irán aprendiendo todos. Si se ponen a disposición materiales audiovisuales se consigue agilizar el aprendizaje. Antes al no tener estos medios sólo algunos pocos podían beneficiarse de visitas a fundaciones culturales, auditorios, pinacotecas, museos fomentando el gusto por la investigación. Si los educadores reconocen sus limitaciones en el uso de internet pueden asesorarse por los estudiantes para dejar avisos sobre las materias impartidas, apertura de blogs…, forma de afianzarles como elementos activos en la comunicación y el aprendizaje. En definitiva, el intento por parte de una generación madura de utilizar la técnica adquirida por la generación más joven para establecer unos procesos que formen parte del feedback para continuar con el progreso tecnológico enfocado en un uso racional. Depende de los profesores que Internet y las Redes Sociales se conviertan en un aliado en vez de un enemigo, puesto que si el joven en algún momento necesitase elegir entre educación y ocio probablemente no tendría ningún tipo de duda en la elección.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, son y serán imprescindibles para la forma de enseñar y aprender y no se puede estar ajeno a esta realidad, pero hay que hacerlo con reservas. La explosión cultural se hace asequible, pero, la sensación de angustia y agobio por un exceso difícilmente asimilable debe ser modulada para que el efecto de estas sea positivo. Se trata de proporcionar las claves de orientación con miras a reforzar la capacidad de comprender y de juzgar de los jóvenes. Un ejemplo claro podría ser la regulación de los padres de la utilización del teléfono móvil: retardar al máximo la edad de posesión para garantizar un tiempo máximo de comunicación frente a frente, tradicional, con personas de su edad medio controladas por el entorno cercano hasta considerar que son capaces de poder comenzar a navegar libremente por el entorno de Internet, pensar en el modelo del teléfono para ajustarlo a las necesidades e ilusiones, ser consciente del tiempo que se invierte en las conversaciones y cuándo y dónde utilizarlo. Si esta nueva herramienta no facilita el cumplimiento de los propósitos educativos sería mejor acotarla al entorno privado con los padres como referente, en el caso de que sea útil sería mejor incluirla que prohibirla.
En definitiva, si la educación sirve para formar a las nuevas generaciones de acuerdo con los requerimientos sociales, el uso de las TIC es casi obligatorio para preparar a los alumnos para el trabajo. Negarlo sería huir de lo evidente y el efecto sería incontrolable.
Comunicación digital para todos
Si nos paramos un momento y pensamos en cómo ha evolucionado Internet en los últimos años, podremos observar que tanto los actores como el escenario han cambiado considerablemente. Incluso ha cambiado la manera en la cual utilizamos Internet en nuestro día a día.
Las primeras páginas web tenían como objetivo convertirse en el nuevo escaparate de las marcas, abierto las 24 horas del día. La empresa podría ofrecer sus servicios a través de un nuevo canal y estos llegarían a cualquier rincón del mundo, sin duda un gran avance para el empresario. A su vez, cualquier persona podía acceder a esa información desde su casa, sin tener que salir a la calle, todo son ventajas. Esto es lo que se ha conocido como la Web 1.0. Este enfoque no ha cambiado mucho desde entonces, lo que sí ha cambiado es la manera de fluir la información entre los actores. Antes el emisor de la información era la empresa, y solo ella, la que utilizaba el canal de Internet para hacer la publicidad sobre sus productos y servicios. Mientras que el ciudadano era un mero receptor.
Gracias a la web 2.0 y la llegada de las redes sociales, la situación cambia y los ciudadanos pasan de ser simples receptores de información a ser también emisores de la misma, ahora sus comentarios, opiniones y críticas sobre un producto o servicio llegarán a más ciudadanos y podrán hacer más presión sobre las marcas. De esta manera el ciudadano toma más protagonismo como consumidor y “obliga” a las empresas a esforzarse en ser mejores, dado que su reputación está más expuesta que nunca. De repente la atención al cliente toma otra dimensión.
Pero lejos de ser un inconveniente para las empresas, este nuevo escenario ofrece nuevas herramientas a las marcas para llegar mejor a sus clientes y conocerlos de una manera que antes era impensable. A través de las redes sociales las empresas pueden crear comunidad, de esta manera podrán potenciar su marca, y al mismo tiempo estarán generando masa crítica, la cual hará llegar a la empresa de manera directa sus inquietudes, gustos, malestar, etc. La marca podrá utilizar esta información para mejorar sus servicios y productos.
Las redes sociales son de todos y para todos, y si un ciudadano puede opinar sobre el servicio de una empresa, la empresa a su vez podrá beneficiarse de ese comentario de cara a futuros clientes, si el comentario es bueno. En el caso contrario, si el comentario es perjudicial, entonces la marca podrá utilizar el mismo medio, las redes sociales, para enmendar el problema y limpiar así su reputación. De esta manera estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo dialogo digital entre la marca y sus clientes.
Pero, ¿Cómo se hace todo esto? Desde el lado de la marca, lo más importante es identificar las redes sociales que le permitirán el acercamiento con sus clientes o futuros clientes, no hay que estar en todas la redes sociales, esto es un gran error. Lo primero es preguntarse cuál es el objetivo y trazar una estrategia con hitos realistas, como haríamos en el mundo off line. ¿En qué red social está mi audiencia? ¿Cuál es mi target? ¿Cuál es el objetivo de mi marca dentro de la red social? Estas preguntas pueden ser complicadas, pero si analizamos a nuestros clientes, en base a su edad o a su poder adquisitivo por ejemplo, las respuestas no son muy difíciles de contestar. Es decir, un negocio de ropa y complementos para adolescentes debería tener presencia en Tuenti (www.tuenti.com), mientras que si la empresa se dedica a vender yates o estamos hablando de un hotel de lujo, entonces la red social a tener en cuenta debería ser ASW (www.asmallworld.net). Donde sí es seguro que debe estar una marca es en Facebook (www.facebook.com), ya que es la red social por excelencia, superando los 750 millones de usuarios en Julio de 2011. Otro dato, solo en España tiene más de 14 millones de usuarios registrados.
Una vez que la empresa ha decidido en que redes participar, el siguiente paso es potenciar la marca, generar comunidad y cuidar la reputación. Para ello hay que ser honesto y transparente con el consumidor de nuestra marca, y lo que es más importante saber rectificar o pedir perdón llegado el caso, de esta manera evitaremos un “linchamiento” digital. La marca tiene que cuidar más que nunca el trato al cliente en este nuevo escenario, ya que cuanto mejor sea su reputación digital más crecerá su comunidad y generara más clientes para su negocio a través de las redes.
Para poder cuidar la reputación de una marca, Internet ofrece herramientas gratuitas como por ejemplo las alertas de Google, esta es una aplicación de monitorización y sirve, entre otras cosas, para conocer los comentarios de los usuarios sobre un servicio o producto de un negocio, ya sea en foros, blogs, o periódico digitales. Esto es muy útil para poder saber la opinión de tus clientes, y poder poner soluciones a un posible malentendido con un consumidor o un mal servicio dado que nos pueda perjudicar. Que otros usuarios vean como una marca se pone en contacto con un cliente insatisfecho y traten de ofrecer una solución a ese consumidor molesto, puede repercutir favorablemente en la reputación digital de la marca.
¿Y que gana el consumidor con todo esto? Que las empresas tengan presencia en las redes sociales permite a los clientes tener un canal de comunicación directo, como ya he comentado con anterioridad, y por lo tanto un trato cercano con la marca. De esta manera el consumidor podrá gestionar una incidencia o hacer llegar una queja de forma más rápida. Redes como Twitter (www.twitter.com) están tomando cada vez más protagonismo en este sentido, grandes empresas están empezando a utilizar esta red social como Call Center o para la gestión de atención al cliente de manera más ágil y eficaz durante una crisis, como pudimos observar durante la huelga de controladores en Diciembre de 2010, cuando Aena utilizó este microblogging para informar a sus clientes sobre la cancelación de sus vuelos y atender su quejas y dudas.
Desde el lado del cliente, el nuevo escenario digital ofrece la posibilidad de compartir la opinión de los consumidores con el resto del mundo, creando así una nueva figura a tener en cuenta por las marcas. Esta figura ya existía antes, pero sin el mismo alcance que puede tener hoy en día, además gracias a las redes sociales esta figura tiene el poder de beneficiar o perjudicar a la marca de manera más contundente y rápida. Ya no existe el “todo vale” con tal de vender, ahora puede haber consecuencias de reputación que no se planteaban hace unos años por parte de las empresas. Y estas consecuencias tendrán que ser tomadas en cuenta antes de poner en marcha cualquier acción a través de las redes sociales.
El mismo enfoque entre Marca y Clientes se vuelve a dar en las grandes empresas de comunicación. Ahora el ciudadano tiene más protagonismo también en este campo. Hoy en día ya no nos sorprende la presencia de las opiniones de los ciudadanos en los programas de televisión como informativos, o programas de actualidad. El ciudadano opina sobre los temas de actualidad en las redes sociales y las cadenas de televisión se hacen eco de ello. Incluso gracias las redes sociales se incluyen noticias en los informativos que seguramente hace unos años hubieran pasado desapercibidas por la mayoría o solo hubieran llegado de manera local. ¿Quieres saber que está pasando ahora en el mundo? No pongas la tele, pásate por el buscador de Twitter (search.twitter.com) y entérate de que temas preocupan a la gente en la calle.
El dólar de la suerte
¿Qué es un billete de un dólar? Es el billete de más baja denominación de la moneda estadounidense. Tiene el retrato de George Washington en el anverso, y en el reverso aparecen una pirámide truncada de 13 escalones, en cuya cúspide está el ojo de Horus, y un majestuoso águila de cabeza blanca como símbolo de la nación. Hay numerosos estudios que dicen que en este billete hay escondidos retratos, símbolos y mensajes encriptados que lo relacionan con la masonería.
¿Qué utilidad tiene el billete de un dólar? Todos lo sabemos, se utiliza como medio de cambio por bienes ó servicios. He descubierto durante la estancia en Los Peñascales que tiene otra utilidad: sirve para dar buena suerte.
Al comienzo de la clase del miércoles Enrique Salas sacó aquél montoncito de billetes de un dólar de su bolsillo y nos contó que desde hacía algún tiempo tenía la costumbre de regalar un dólar a la gente que demuestra sus valores, añadiendo que toda persona a la que le ha regalado un billete ha tenido suerte en la vida. Él se comprometió a regalar un billete a quien, durante la clase, mereciera tan insignificante pero poderoso premio. Fue una motivación más para mantenernos despiertos y atentos, esforzándonos por sacar lo mejor de nosotros mismos para merecer el premio.
Algunos en clase conseguimos el dólar, aunque hubo una persona que, aunque no estaba en clase, también consiguió su dólar de la suerte. Enrique me dio un dólar para mi hermano, que había sido operado de un grave aneurisma y se estaba recuperando en la UCI del hospital. ¿Sabes para quién es este dólar? enseguida entendí que era para él y eso me emocionó mucho, cómo algo tan pequeño puede despertar tanta emoción y puede convertirse en un símbolo, por encima de su valor verdadero.
Eso demuestra que el ser humano está por encima del dinero. Gracias Enrique por enseñarme una lección tan noble.
Estancia en Los Peñascales 2011
Sencillamente espectacular. No hay palabras que puedan describir todo lo vivido en estos cuatro días.
Yes we can. Ahora bien, en grupo y con valores
COMUNICACIÓN Y PRESENTACIONES EFICACES
El otro día, en la clase practica de comunicaciones y presentaciones eficaces, me di cuenta lo dificil que resulta comunicar el mensaje que uno quiere transmitir solo en tres minutos, y a la vez mantener la atención de la audiencia.
Me llama la atención, las diferencias que hay a la hora de hablar en un juicio, respecto una presentación sobre un tema o producto. Pues en los juicios, uno esta mas pendiente de cual es la estrategia que la otra parte va a seguir y como tienes que posicionarte a la hora de argumentar un caso. Aunque, hay algunos aspectos que si comparten con una presentación de un producto o un tema como por ejemplo:
-La oratoria y retorica utilizada a la hora de exponer los argumentos hay que ser breve y conciso, aunque no estas limitado por tiempo todo el mundo sabe mas o menos cuanto puede durar el juicio y el tiempo que tienes depende del caso en cuestión, pero es mejor ser breve y conciso pues el Tribunal, te va a obligar a que finalices.
-La comunicacion no verbal para resaltar algún hecho relevante y dar mayor credibilidad en tus exposición a la otra parte
-Acentuar con cambios en el tono de voz para intentar enfatizar las conclusiones de tu argumento, y así darle mayor fuerza y convicción pues es la parte final del juicio.
-Improvisar, pues a veces la persona a la que estas defendiendo no te cuenta todo o simplemente se pone nervioso y te cambia todo el argumento, y tienes que seguir hasta que concluya el juicio.
Presentaciones eficaces. Guión y lenguaje no verbal
Hace algunos años pensaba que para realizar presentaciones eficaces había que tener algo así como un don. Ahora, creo que ciertos rasgos de personalidad pueden ayudar, pero estoy seguro de que con una metodología adecuada y práctica se puede mejorar increíblemente.
Para mi son esenciales dos aspectos:
Por un lado todo lo relativo al guión escrito. Esto es esencial, yo es algo que siempre que he tenido que hacer una presentación he hecho. Es la clave, es lo que te da soltura y te hace tener el mensaje que realmente quieres transmitir pensado y asimilado, es lo que permite añadir otros elementos durante la presentación sin tener que pensar demasiado, posibilitando la fluidez suficiente para mantener un hilo argumental coherente. En este punto sí que me gustaría hacer mención a una técnica muy útil sobre todo en el ámbito creativo, pero que también puede ser una gran ayuda para preparar presentaciones o simplemente para comunicar ideas complejas. Esta técnica, es el método de los mapas mentales del Dr. Tony Buzan, es muy conocida, pero añado el siguiente video de youtube donde precisamente habla de este tema:
Me parece interesante porque un mapa mental creo que puede ser un guión perfecto cuando se tiene más experiencia y quizás no sea necesario escribir todo lo que vas a decir. Sin embargo, sí es siempre necesario, tener organizadas las ideas en un papel, y si es de la manera más cercana a como nuestro cerebro las asocia, mejor. Además los mapas mentales creo que facilitan de una manera interesante una clave de la realización de presentaciones en cuanto a no sobrecargar las transparencias con demasiado texto (error habitual en las presentaciones empresariales) y ser capaces de plasmar de forma visual una idea por transparencia.
En segundo lugar, me parece esencial el manejo del lenguaje no verbal durante una presentación. Un buen formato y una buena exposición en cuanto al contenido puede dejar un muy mal sabor de boca en el auditorio por un lenguaje no verbal inadecuado. Y este aspecto es además el más difícil de controlar porque no es del consciente, si no del subconsciente. Sin darnos cuenta caminamos más de la cuenta, nos echamos atrás, no miramos a las personas que nos escuchan, metemos las manos en los bolsillos, etc. ¡Y todo esto lo hacemos sin pensar! Por ello no nos acordamos al concluir la presentación de los errores de este tipo que hemos cometido. Dos soluciones: como es algo que sale sólo, debemos practicar conscientemente. Es decir, antes de una presentación debemos pensar, traer al yo consciente los aspectos del lenguaje no verbal que sabemos que debemos controlar y por otro lado, tras cada práctica, pedir siempre retroalimentación al menos a 3 personas de las que han visto y escuchado nuestra exposición.
El blog del sevillano
Bueno, ya llevamos dos o tres semanas de clase y la verdad es que creo que tenemos un grupo muy simpático y estoy seguro que lo pasaremos muy bien. Para contribuir a ello, en mi primer blog quiero compartir con vosotros un homenaje a la ciudad que me vió nacer y crecer: SEVILLA.
Hace unos años que ya no resido allí, aunque voy siempre que puedo. A lo largo del master espero poder mostraros Sevilla desde el punto de vista de un sevillano y descubriros algunas cosas que creo que os gustarán.
Para empezar os dejo un video de un par de tipos…
COMUNICACION Y PRESENTACIONES EFICACES
Después de las dos clases de Comunicación, la primera con asistencia virtual y la segunda eminentemente práctica, me paro a reflexionar sobre los temas tratados.
Las clases, magistralmente presentadas por Jorge Maidana cuyo acento argentino lejos de distraer tiene un toque embaucador, me han dejado con muy buen sabor de boca.
Me quedo con varios conceptos, y una reflexión final.
El concepto KISS (keep it short and simple) es mi preferido. Ese era mi estilo en las presentaciones, aun sin saber de su existencia, pero me confirma que la simplicidad es la línea a seguir en las presentaciones,
Por otra parte nunca me ha gustado aburrir con muchas imágenes y fotografías en las presentaciones, pero reconozco que la era del “power point” se acerca a su fin, es un formato ya muy visto. Prezi y otras herramientas similares, más visuales y dinámicas, son un gran descubrimiento y su uso son un reto para el futuro.
De la clase práctica me ha gustado mucho el gran nivel de las presentaciones de los compañeros y la ilusión con la que todos las hemos preparado y ensayado durante los días previos.
La reflexión final es simple, PRACTICAR, PRACTICAR Y PRACTICAR los conocimientos adquiridos. Los nervios y miedo escénico a la hora de hacer una presentación en público solamente se pasan con ensayo y práctica, pero para eso tenemos el resto del Master y nuestra vida profesional.