LA ECONOMÍA CHILENA FRENTE A LA CRISIS ECONOMICA MUNDIAL
LA ECONOMÍA CHILENA FRENTE A LA CRISIS ECONOMICA MUNDIAL
En Diciembre cuando fui a Chile esperaba encontrar un país viviendo una crisis económica afectaba obviamente por la actual crisis europea, o al menos consciente de estar entrando en una… pero cuál fue mi sorpresa al ver un país que vive sin saber, o mejor dicho sin que le influya para nada en lo ordinario, la realidad económica que se vive en Europa.
¿A qué se debe esto? ¿Afectará la crisis mundial, y principalmente la europea, a un país que se sitúa actualmente entre los primeros de Latinoamérica por sus indicadores económicos y sociales? ¿Está Chile preparado para enfrentar una situación de crisis?
Chile tiene algo más de 16 millones de habitantes. Con el cobre como su principal fuente de recursos, Chile tiene un ingreso per cápita de USD 12 mil. En sus últimos 20 años de democracia ha disminuido su pobreza de 40% a 13,7%, y los chilenos han visto triplicar su producto bruto por habitante.Antes de comenzar me gustaría relatar brevemente la realidad económica social de Chile en los últimos años.
Un problema importante para la economía chilena es la profunda desigualdad en la distribución de la riqueza. Según estudios, el 20% de la población más rica recibe alrededor del 60% de los ingresos y el quintil más pobre tan sólo alrededor del 4% (Chile se sitúa en el numero 115 de la lista de países por igualdad de ingresos)
Su economía se caracteriza por ser abierta, orientada a la exportación, compuesta en los últimos años por un 45% de carácter industrial, 45% de carácter minero y un 10% de exportaciones agrícolas, aproximadamente. Éstas cifras se modifican cuando existen variaciones del precio del cobre, del cual Chile depende en un 35% sobre las ventas al exterior (en los años 60 dependía en un 60%).
Es verdad que la crisis económica internacional de los dos últimos años afectó a Chile con una caída en el 2009 de su producto interno bruto (PIB) y la inflación tuvo un retroceso de 1,4%. Se ha terminado el año 2011 con un aumento del IPC en diciembre del 0,6 lo que da un acumulado del 4,4%, y una tasa de desempleo del 6,6%.
Escuché la entrevista de un economista de la Universidad Andrés Bello, donde comentaba que la crisis económica mundial vendría como un efecto dominó, es decir, que tardaría en llegar a Chile, y que era importante destacar que “nuestra economía está robusta desde el punto de vista de los dineros fiscales, de lo que se tiene ahorrado y que estamos en un buen barrio en este momento”. En resumen, que la crisis en el 2012 casi no se notaría a nivel personas, aunque los mercados fueran a fluctuar.
Y me sorprendí al comenzar a leer, preguntar y escuchar las opiniones de los políticos, ministros, economistas y amigos que Chile sí está preparado para enfrentar la crisis.
En el 2011 Chile se vio amenazado a nivel nacional por las turbulencias sociales (con el conflicto estudiantil principalmente el universitario) que afectó la aprobación hacia el actual Presidente, y que llevó a debilitar la confianza general en su gobierno, también en el modelo económico. Aquí el gobierno tiene un desafío importante para transmitir a la gente su estrategia económica.
También se vio amenazado a nivel internacional por la situación económica mundial. Un ex ministro de Hacienda declaraba que “la crisis de deuda que afecta a los países de Europa no debería desencadenar una crisis mayor, siempre y cuando ésta se mantenga acotada a los países de la periferia del viejo continente y si las economías emergentes continúan creciendo”. Agregaba además con muchas esperanza que “la caída de Lehman Brothers y los problemas actuales son finalmente accidentes en el camino del ascenso de los gigantes asiáticos que van a ser grandes demandantes de materias primas y en eso Chile tiene una oportunidad importante. Afortunadamente el Banco Central puede hacer cambios en la política monetaria, si fuera necesario, y la inflación sigue controlada”.
El ex Presidente del Banco Central (dejó su cargo en Diciembre del 2011) señaló que la situación económica internacional “permanece amenazante”, pero que Chile está preparado para mitigar sus efectos. Que hay una fuerte creación de empleo, un ritmo de colocaciones de crédito bastante positivo, además de una inflación en rangos normales y expectativas coherentes con la meta de 3%.
Quiero mencionar, aunque me extienda un poco, dos puntos que considero ilustrativos del Informe de Política Monetaria del Banco Central de Chile de este pasado mes de Diciembre, donde se refleja la confianza que existe en la economía chilena para afrontar esta realidad. Este informe menciona que:
- “Para el 2012, la economía nacional (chilena) crecerá entre 3,75 y 4,75%, luego de haberse expandido 6,2% este año. En este escenario, la inflación del IPC disminuirá hacia cifras del orden de 3% en la primera mitad del 2012, fluctuando en torno a este valor hasta fines del horizonte de proyección, en esta ocasión el cuarto trimestre del 2013. “
- Existen diversos escenarios mundiales como “una contracción más profunda del crédito de los bancos de la Eurozona, que provoque una restricción mayor en las condiciones de crédito y liquidez en el resto de la economía mundial… o una mayor debilidad de la economía estadounidense, dependiendo de la trayectoria que siga la política fiscal”. Esto tendría efectos en Chile, “cuya magnitud dependerá de cómo fluyan sus efectos a través de los distintos canales de transmisión: comercio exterior, financiamiento externo y términos de intercambio. Un estrechamiento moderado de las condiciones financieras internacionales podría tener efectos acotados, considerando que la solvencia agregada chilena se ha mantenido estable y en niveles superiores a los históricos y que el Banco Central dispone de mecanismos para permitir el normal funcionamiento de los mercados internos. Una crisis externa que conlleve mayores ajustes de los términos de intercambio podría tener más efectos, por su impacto sobre el déficit en cuenta corriente. Con todo, la combinación de un estrechamiento de las condiciones financieras externas, una caída de los términos de intercambio y un menor crecimiento de los socios comerciales podría afectar más negativamente la evolución del crecimiento de la economía chilena en el horizonte de proyección. Sin embargo, sus efectos pueden ser atenuados por la acción de las políticas monetarias, fiscales y financieras”
Para terminar quiero mencionar la entrevista que le hizo la Agencia Reuters al actual presidente de Chile, Sebastián Piñera a finales de enero de este año.
En ella Piñera dice: “tenemos la convicción de que la economía está bien preparada. Tiene sus equilibrios macroeconómicos sólidos y por tanto tiene una fuerte capacidad de enfrentar la crisis del año 2012. Por eso, nuestras expectativas para Chile es que va a seguir creciendo en torno al 4% durante este año y va a seguir creando empleo, tal vez no con la misma fuerza que el año anterior, pero sí creando empleo”.
Pinera desde marzo del 2010, cuando subió al poder, comenzó a preparar un “plan de contingencia” en caso que la crisis internacional empeoraba si la zona euro caía en recesión. Más concretamente en octubre del 2011 se presentó al país este plan donde el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín precisó que contemplaban, a grandes rasgos, “políticas pro empleo y pro inversión”. “En este sentido, uno no sólo podría hacer inversión directa, también se puede facilitar la inversión. Además, confiamos en que el Banco Central en forma autónoma reaccione frente a este escenario más adverso”, comentaba en su declaración del 2011. Parte del plan de contingencia fue la colocación de un bono externo donde Chile captó mil 350 millones de dólares a tasas bajas, y la implementación del Consejo de Estabilidad Financiera, que permitía coordinación de las autoridades económicas.
En la entrevista a Reuters Pinera comentó que este plan “apunta particularmente a mantener nuestra capacidad de crecimiento económico y creador de empleos y simultáneamente busca proteger a los sectores de clase media y a los sectores más vulnerables”. Agregó que las medidas previstas se aplicarán durante el 2012 de acuerdo a la realidad y necesidades. “Afortunadamente nuestro país tiene un sólido equilibrio fiscal y también un sólido equilibrio en sus cuentas externas. Por tanto, está preparado para desarrollar, en forma sana y sustentable, políticas anticíclicas durante este año”, dijo Piñera.
La cifra estimada por Piñera es bastante similar al 4,1% que ha estimado el Banco Mundial para Chile, y aunque no se han hecho sentir voces de la oposición (de la Democracia Cristiana ni del Partido Socialista) este 4% dista del 5% del que ha hablado el Ministerio de Hacienda, cifra de la que el propio ministro Felipe Larraín ha dicho que es difícil de alcanzar en 2012.
¿Está realmente preparado Chile para enfrentar la crisis? ¿Será efectivo el plan de contingencia tomadas en estos años previos? ¿O la crisis mundial afectará estas medidas previsoras pero impredecibles frente a la realidad europea principalmente?
Sólo lo sabremos con el tiempo.
La solución esta en la Constitución
La nueva reforma laboral está recibiendo calificativos de profunda, necesaria, imprescindible,… en algunos medios de comunicación. En mi opinión, el único adjetivo que merece, es el de decepcionante.
Y no porque su alcance ó las medidas que plantea me parezcan insuficientes o simplemente malas. Mi crítica está relacionada con el enfoque que se le ha dado. Creo que en una situación de “emergencia nacional” como la actual, no se pueden plantear medidas que supongan soluciones a medio o largo plazo. Menos aún, que en el corto plazo, puedan llegar a aumentar el número de parados.
Situaciones excepcionales, requieren medidas excepcionales. Cuando un bombero acude a un incendio, su obligación es sofocarlo lo más rápido posible, ¡¡echar agua!!, para que el edificio no sufra daños, que puedan resultar irreparables.
Pues bien, aplicándolo a nuestro caso, creo que primero se debería haber preparado una reforma que intentase reducir el paro a corto plazo, con medidas de choque y una vez que la situación hubiese mejorado, plantear esa reforma profunda del mercado laboral que todos, tanto dentro como fuera, esperamos. Estas medidas de choque se deberían centrar en crear trabajo en cantidad, no en la calidad del mismo. Si fuese necesario y eso generase empleo, incluso potenciar los contratos temporales. No nos engañemos, la preocupación por la estabilidad en el trabajo, es propia de los que ya tienen empleo, al que no tiene trabajo solo le preocupa encontrarlo, sean en las condiciones que sean. No es el momento de mejorar la calidad del empleo, sino solo de generarlo. Ya habrá tiempo de mejorarlo cuando el temporal amaine.
En este momento el país, mejor dicho la sociedad, necesita bomberos no estrategas. Si no se actúa con urgencia, este edificio llamado España, puede sufrir daños irreparables.
Los datos son demoledores. El número de personas sin empleo avanza sin control y supera con creces los cincos millones, al situarse en 5.273.600 (22,83%) en 2011. Por cierto, los sindicatos vaticinan que esta reforma elevará el número de parados hasta los seis millones. Por otro lado, el número de hogares con todos sus miembros en paro se sitúa en 1.575.000 y qué decir del paro juvenil, que alcanza cifras escalofriantes, acabando con las ilusiones de nuestros jóvenes.
A estas cifras de paro hay que añadirles los datos de todos aquellos que ante la imposibilidad de encontrar empleo, deciden hacer las maletas y marcharse al extranjero. El perfil del demandante de empleo en el extranjero, según un estudio de la empresa de selección Adecco, es el de un joven de entre 25 y 35 años, altamente cualificado y sin cargas familiares, proveniente de las ramas de ingeniería, arquitectura o informática. Esto es lo que los sociólogos llaman “emigración selectiva” o “fuga de cerebros”.
Y mira por donde, qué casualidad, que dos de los países que más “españolitos” reciben son Francia y Alemania. Todos tenemos fresco en la memoria la reciente campaña del gobierno alemán, para captar jóvenes ingenieros españoles.
Algunos pensaran que es de agradecer, el que un país como Alemania dé una oportunidad a nuestros jóvenes. Es más, el mismísimo Ministro de Trabajo del momento, comento en televisión, que era una medida interesante ya que permitiría que los jóvenes españoles, se formaran y al cabo de unos años regresasen trayendo consigo el know-how aprendido. En ese momento me pasaron dos cosas por la cabeza, o este ministro es un ignorante (por no decir otra cosa), o se está quedando conmigo. De verdad alguien se cree, que los alemanes van a invertir un euro en un trabajador extranjero y permitirle que cinco años después se vuelva a su país. Por supuesto que no les van a obligar a quedarse, pero estoy seguro que conseguirán que la idea de volver a España no pase por su cabeza.
¡¡Seamos claros!! Este flujo migratorio de jóvenes españoles altamente cualificados, va a empobrecer el país a medio y largo plazo. Si los jóvenes preparados emigran y los que se quedan en España son aquellos con poca o ninguna cualificación, el futuro pinta muy-muy negro. Esto nos hará retroceder en el tiempo y convertirnos otra vez en un país de mano de obra barata y poco cualificada.
Obviamente una situación como esta, es una oportunidad para países como Alemania y Francia. Por un lado, consiguen mano de obra altamente cualificada a coste mínimo (España corre con los gastos de formación) y por otro lado, se aseguran de que España no supondrá un peligro para su hegemonía, en un futuro. Acordémonos de cuando nuestro anterior presidente sacaba pecho y decía, haya por el año 2007, que la economía española era de Champions. En fin, tiempos pasados nunca fueron mejores, así que toca mirar hacia el futuro.
No me gustaría que este post se limitase a criticar la nueva reforma laboral y el papel de países como Alemania y Francia. Eso sería lo más sencillo. Quisiera hacer una propuesta, con el objetivo de aportar mi granito de arena, en la solución de este grave problema que afrontamos.
Mi propuesta pasa por que la Unión Europea obligue a España a establecer un valor límite para el índice de paro, en su constitución, en consonancia con los valores de los países desarrollados de su entorno. Ya se ha establecido un límite para el déficit, hagámoslo con el paro. Por supuesto, habría que establecer un periodo transitorio que permitiese alcanzar ese objetivo y un régimen de sanciones en caso de incumplimiento. Imaginemos solo por un momento, que el mismo empeño que está demostrando el gobierno actual en reducir el déficit, lo aplicase en reducir el paro.
La constitución española en su artículo 35 establece el derecho de todos los españoles a trabajar. ¡Vale! muy bien, ya hemos definido un derecho universal, ahora seamos realistas y pasemos a definir en qué punto, el paro pasa de ser un problema aceptable a uno inaceptable.
Es más que probable que muchos levanten la voz, argumentando que los factores que afectan a la evolución del paro son muy variados, como para poder controlarlos. Pero que es un objetivo, sino algo que entraña cierta dificultad en su consecución. Si fuese sencillo, no tendría ningún merito.
En este punto me gustaría recordar, o dar a conocer, unas palabras del filósofo alemán Arthur Schopenhauer: “Toda verdad pasa por tres etapas. Primero, es ridiculizada. Segundo, es violentamente rechazada. Tercero, es aceptada como evidente”.
Si nuestros socios comunitarios, o los dos que mandan, nos quisieran ayudar de verdad, pondrían especial énfasis en nuestro problema más importante y por el que destacamos negativamente a nivel internacional. Mientras tanto, nosotros tendremos que seguir soportando a una clase política incapaz de darnos soluciones satisfactorias y que solo piensa en sus intereses partidistas.
En fin, solo nos queda el consuelo de que no hay mal que mil años dure, pero cuidado, que tampoco hay cuerpo que lo resista. Espero que no terminemos como los griegos, en la calle y quemando contenedores.
¿Y el resto del mundo?
EL SECTOR FINANCIERO: CONTEXTO, PERSPECTIVAS E IMPACTOS REGULATORIOS
Introducción:
A fecha 31 de Enero de 2012, fecha de elaboración de este artículo, la perspectiva sobre el sector financiero es clara: deberá enfrentarse en los próximos meses a la que esperemos sea la tercera y última ronda de reestructuración. Se producirán nuevos procesos de fusiones o integraciones provocados en buena medida por el requerimiento de provisiones requeridas para hacer frente al mayor deterioro de los activos dañados, en una coyuntura económica complicada, que augura malas perspectiva para el negocio bancario. Esta perspectiva podría verse modificada si, la hasta ahora predecible política gubernamental cambiara, o si aparecieran nuevas razones exógenas a nuestro país, esto es, del ámbito Europeo. En este sentido, es importante tener en cuenta que las reflexiones aquí realizadas se circunscriben al momento actual.
Coyuntura económica
Analizando el PIB a nivel mundial, según previsiones del FMI, la desaceleración del ciclo económico es evidente (prevé pasar de 3,8% en 2011 a 3,3% en 2012), incluido el bloque emergente. Prevé además una contracción del área euro para 2012 del -0,5%, con las economías periféricas liderando el ajuste (Italia: -2,2% y España: -1,7%). La clave es la magnitud de la restricción fiscal.
España es una de las economías más afectadas. Según datos de Analistas Financieros Internacionales al análisis trimestral del PIB revela tasas negativas hasta finales de 2012 y avances contenidos no superiores al 0,3% en adelante. El drenaje de la demanda doméstica persiste hasta los últimos meses de 2013 restando, en 2012, 3,7 puntos a la evolución interanual de PIB. Esta caída del PIB viene provocada por el ajuste fiscal esperado para este año, que será al menos de 40.000 millones de euros: de un lado los 36.000 millones de euros necesarios para reducir el déficit del 8% del PIB previsto para 2011 al 4,4% exigido para 2012, y de otro se producirá una recaída de la actividad que requerirá un esfuerzo adicional de al menos 4.000 millones. Para la obtención de este ajuste, la previsión es reducir el consumo público en 15.000 millones de euros y la inversión pública en 9.500, e incrementar los ingresos vía impuestos y venta de activos en 15.500 millones de euros.
En este contexto, el desarrollo de las reformas estructurales planteadas por el gobierno es clave para sentar las bases de la recuperación. Se está avanzando en la consolidación fiscal y la reducción del tamaño del sector público: primer paquete de ajuste fiscal a nivel estatal, desarrollo de la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria y propuesta de mayor control sobre los presupuestos económicos, plan de reordenación del sector público empresarial y medidas de apoyo a la liquidez de las CCAA. Es muy necesario, y en eso hemos centrado este artículo, finalizar la reestructuración del sector financiero y abordar definitivamente la reforma laboral: reforma de la negociación colectiva, reducción del número de contratos vigentes y cambios en las condiciones de despido, fomento del empleo juvenil y formación profesional y moderación salarial.
Perspectivas financieras
La descripción de la coyuntura económica realizada anteriormente nos pone en contexto para comprender las malas perspectivas de negocio bancario para el año 2012.
En cuanto al crédito AFI estima un descenso del – 5%, siendo – 1,6% el descenso esperado en depósitos. De cara a la economía real, en cuanto a la reactivación del crédito, a pesar de las medidas de liquidez adoptadas por el BCE, coexisten ciertos factores que en mi opinión impedirán la recuperación del flujo del crédito a hogares y empresas: las necesidades de capital exigidas por la EBA y los mercados financieros, el proceso de desapalancamiento, el empeoramiento del cuadro macro y la disfunción de los mercados financieros.
Desde el punto de vista de la cuenta de resultados, algunas previsiones vaticinan una reducción de beneficios del entorno de un 20% (antes de aplicar las pérdidas por deterioro). Por un lado la reducción del crédito impactará en el margen de intereses, además se prevé una reducción importante de ingresos por banca mayorista, pero sobre todo se estima un incremento de gastos relevante provocado por la reducción del exceso de plantilla que hay que acometer (se estima un exceso de 40.000 empleados).
El tamaño del problema del sector financiero
Para explicar el impacto de los saneamientos que se requerirán en las próximas semanas o meses en el sector financiero, inicialmente debemos hacernos una idea del tamaño del “problema”.
El 23% de préstamos al sector privado en España (datos del Banco de España a Septiembre de 2011) tienen como destino la construcción o la promoción. Esto supone algo más de 410 miles de millones de euros.
Analizando la perspectiva de los activos dañados (128 miles de millones de euros), de nuevo la construcción y promoción destacan con un 58% del total, esto es, 86 miles de millones de euros.
Si a estos 86 billones de euros (dudosos + subestándar) sumamos los adjudicados, concluimos que el total de activos dañados es de 149 miles de millones de euros.
Este es el tamaño del problema al que se enfrenta el sector financiero, y debe solucionarlo, según las últimas noticias, en un plazo de tiempo corto (uno o dos años), con recursos propios, esto es, dotaciones y/o reservas, y si no fuera suficiente realizando las integraciones necesarias para alcanzar el nivel de solvencia requerido.
Impacto de los saneamientos en la estructura del sistema financiero
El nivel de provisiones del sector financiero es del 33% de los activos dañados, esto es, 49 billones de euros. Si al empeoramiento de la situación añadimos que se producirá un nuevo escenario de revalorización de activos, con una depreciación que puede llegar hasta un 70%, se requerirían otros 55 miles de millones de euros para llevar a cabo el saneamiento.
Claramente esto tendrá un impacto directo en el capital de las entidades, que podría llevar a la necesidad de recapitalización por 44 miles de millones de euros, para alcanzar el 9% requerido.
Conclusiones
Si analizamos los datos expuestos en los párrafos anteriores a nivel de entidad, las conclusiones son claras: existe un primer grupo de entidades que tendrían dificultades extremas, esto es, no serían capaces de abordar el saneamiento: BMN, Unnim, Novagalicia y Catalunya Caixa. Otro grupo sería el formado por entidades que tendrían bastantes dificultades y tendrían que buscar soluciones en muchos casos de tipo inorgánicas: Bankia, liberbank, Caja3, Ibercaja y Popular. Y por último existe un grupo de entidades que podría salvar razonablemente la situación: Santander, BBVA, Kutxa, Unicaja, Bankinter, la Caixa y en menor medida Sabadell.
En definitiva, la gran reflexión sería: de un lado, que el panorama para el sector es complicado y el mapa financiero de 2013 será con toda seguridad distinto al de inicios de 2012. De otro, también es importante decir que se han ido dando pasos adecuados (Frob, Ley de Cajas, Solvencia y ahora valoración de activos a precio de mercado), quizás más lentos de lo esperado, pero en la buena dirección.
En cualquier caso España fue y es un país de referencia en el sector financiero y en mi opinión sabrá gestionar el futuro con la profesionalidad y el criterio aplicados antes de los excesos cometidos en los últimos años con el sector inmobiliario.
La indirecta de Krugman
Durante los 90 Paul Krugman publicó varios artículos sobre la contradicción del espectacular crecimiento de las economías del este, conocidas como los cuatro tigres asiáticos (Hong Kong, Corea Del Sur, Taiwan y Singapur), economías que en los 90 crecían de forma muy superior según ciertos economistas gracias a sus modelos económicos. Krugman desmitifico ese crecimiento basándose que el crecimiento de estas economías se debía a las inversiones de grandes corporaciones así como la disponibilidad de mano de obra y a su vez bajos salarios, lo que permitía a estos países crecer con tasas superiores a las economías occidentales. Realmente este crecimiento económico no es sostenible, ya que un crecimiento económico a largo plazo debe basarse en el crecimiento del factor total de productividad como puede ser la inversión en nuevas tecnologías.
Paul Krugman escribió esto a principios de los 90, y muchos países orientales tomaron nota, y se aplicaron las reformas, como en el caso de Singapur, pero quizás Krugman no debió mirar tan al oriente para ver economías que crecieron de manera tan desmedida sin preocuparse por su factor total de productividad, solo tenía que fijarse en España.
Cuatro años más tarde a que Krugman escribiera sus artículos sobre el crecimiento económico en países orientales, el gobierno del partido Popular aprobaba la ley de la liberalización del suelo (1998), descentralizando la gestión de las tierras hacia ayuntamientos y municipios. El objetivo era la financiación de los propias entidades autonómicas a través de la calificación del suelo, algo que en principio parecía una forma de financiación se torno rápidamente en una espiral de especulación.
En los siguientes años el crecimiento del sector inmobiliario fue espectacular, el número de hipotecas creció según datos del INE entre el 2003 y el 2006 un 28%, los resultados de la crisis de 2008-2011 son evidentes, a partir del 2006, en solo 3 años el número de hipotecas descendió un 43%.
La primera variable que se necesita para cumplir con un bajo crecimiento de la productividad en un país ya estaba fijada, basar gran parte de la economía en un sector en el cual el aumento de la productividad es nula, la construcción, pero faltaba una relevante, la financiación necesaria para acometer en tan breve plazo de tiempo un cambio en la economía. Ese flujo de capital vino a través de las entidades financiera que prestaban a las constructoras o promotoras, la cantidad necesaria para acometer las obras animadas por un sector con pleno crecimiento en precios. Entre el 2000 y el 2007 los precios de las viviendas crecieron aproximadamente un 150%, sin ver afectado el crecimiento de las hipotecas.
Solo durante el año 2006 el préstamo en el sector inmobiliario creció un 50%, además durante los años 2003-2007 España fue el segundo país de la Eurozona donde más prestamos se realizaron al sector privado, teniendo en cuenta toda esta información era previsible que tarde o temprano se produjeran problemas en el pago. Esto sin considerar la ineficiente gestión financiera de ciertas entidades o la elevada politización de los consejos directivos de las cajas de ahorros que eran utilizadas como órganos de financiación para grandes obras en comunidades autónomas.
Pero para que se cumpla la teoría que indico Krugman, falta una parte, cuando en 1998 se aprobó la ley del suelo, España contaba con una población de menos de cuarenta millones de habitantes, en solo 5 años se aumento la población en cinco millones de habitantes, ya se disponía de la mano de obra necesaria para acometer los trabajos.
Lo curioso de este caso es que el elevado precio de las viviendas, por el carácter interno del mercado, permitía disponer a los trabajadores de la construcción de unos salarios mucho mas elevados en relación a la cualificación que disponían, disminuyendo nuestra competitividad en relación con los costes salariales al resto de Europa.
Como información, la diferencia salarial entre un trabajador de la construcción y del sector de la industria era de un 22% en 2005 pero en 2009 el diferencial era de un 13%, esto es debido a que la subida acumulada entre 2000 y 2009 para en el salario medio total de un trabajador del sector de la construcción creció un 48% frente al 36% de la industria.
Una consecuencia también de esta demanda ingente de mano de obra para el sector de la construcción, con unos salarios que crecen por encima de los salarios del sector de industria, es el conocido abandono de los estudios de secundaria de muchos jóvenes españoles para comenzar a trabajar en dicho sector, que repercute de forma mas negativa todavía si cabe en la productividad como en la situación individual de cada uno de estos trabajadores, cuando surja la crisis muchos de estos jóvenes engrosaran la conocida “generación perdida”.
El escenario que Krugman definió no pudo llegar a ser más nefasto tras el fin de la burbuja inmobiliario, dicha burbuja exploto salpicando a todos los niveles de la sociedad:
- Bajo factor de productividad de la economía española, causado por el prolongado tiempo en el cual la economía se baso en el sector de la construcción.
- Altos costes laborales unitarios (CLU), durante el crecimiento de la burbuja inmobiliaria crecieron los costes laborales unitarios, disminuyendo la competitividad del mercado laboral de España frente al resto de países de la Unión.
- Falta de cualificación de los trabajadores, el sistema educativo Español esta desequilibrado con un exceso de Universidades, pero no existe un sistema de formación no universitario que permita formar jóvenes, ni reciclar personas que están en paro a sectores más competitivos.
- Exceso de capacidad de mano de obra.
- Alto apalancamiento de empresas, que conllevo su cierre.
- Endeudamiento de las familias, Durante el Boom económico muchas familias españolas adquirieron viviendas a través de hipotecas que actualmente se han desvalorizado.
Quizás nadie podía haber predicho un escenario posterior a la burbuja inmobiliaria tan nefasto, lo que está claro es que se debe aumentar la productividad total de la economía pero ¿a base de qué? ¿Una disminución de los costes unitarios laborales? ¿Centrar la economía en sectores más tecnológicos?……..quizás incluso quede una última opción, y esperemos que esta vez Paul Krugman se equivoque…
El plan de la élite para un nuevo orden social mundial
Os animo a una lectura de este artículo.
El plan de la élite para un nuevo orden social mundial
No os dejará indiferentes. ¡ Hay que abrir la mente ! No digo creerse todo a pies juntillas pero, al menos, pensar sobre ello.
Hasta pronto amig@s.
La tijera del sastre
El año 2011 termina con un déficit del 8 % del PIB, dos puntos por encima de lo estimado por el anterior gobierno socialista en el plan de reducción del déficit y 5 puntos por encima de lo establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona euro. Todo indicaba que las medidas que tendría que tomar el nuevo gobierno iban a ser duras.
Hemos visto como nuestros vecinos Portugueses han subido el IVA hasta el 23 %, bajado el sueldo un 5% a los funcionarios, eliminado la paga extra a los funcionarios que cobren más de 1.000 € y privatizado para liquidar el agujero presupuestario. Nuestros vecinos Italianos, cuyo mayor problema es la deuda que alcanza ya el 120 % del PIB, también han sacado la tijera, y entre alguna que otra lágrima, han subido el IVA, congelado las pensiones, aumentado impuestos y retrasado la edad de jubilación.
Dice el refranero Español, que para estas cosas es muy sabio, que “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. Estábamos seguros que el sastre Rajoy no se iba a andar por las ramas y que su plan de ajuste para el año 2012 iba a ser duro, como el de nuestros vecinos. El sastre Rajoy se ha comprometido a reducir el déficit público en 2012 para alcanzar el objetivo del 4,4 % del PIB prometido ante Bruselas. Ya no serán los 16.500 millones de euros que dijo durante el debate de investidura, esa era la cifra que habría que reducir si el déficit fuera del 6% en 2011 como esperaba el anterior gobierno socialista, ahora la cifra puede alcanzar los 40.000 millones de euros.
Justo antes de acabar el año nos han presentado el primer boceto del traje a medida que están confeccionando para España, con un primer paquete de medidas para reducir el déficit cuya estrella es la subida de impuestos, algo que dijo que no iba a hacer y que va en contra de la política del PP. Lo adornan con pespuntes de “subida temporal de impuestos”, “justicia y equidad” ó “impuesto solidario”. Con estas medidas pretende reducir el gasto en 8.900 millones de euros y aumentar los ingresos en 6.275 millones de euros. Parece que ahora entre todos los Españoles tenemos que tapar el agujero que nos ha dejado la política de estímulo fiscal del gobierno socialista. La tijera no recorta, de momento, en derechos sociales, veremos en el futuro si para conseguir los más de 30.000 millones de euros que necesitamos para llegar al objetivo de déficit 4.4 % del PIB en 2012 hay que ajustar el traje en la zona de los derechos sociales. Y más todavía cuando tengamos que llegar a un déficit al 3% del PIB en 2013.
El tijeretazo afecta sobre todo al poder adquisitivo de los Españoles, subiendo el IRPF y el IBI, lo que podría provocar una caída en el consumo, caída en la producción, caída del empleo, y de nuevo caída del consumo, cayendo así en este círculo vicioso. Con este planteamiento estamos lejos de alcanzar el objetivo principal que es recuperar el empleo de los más de 5 millones de personas que lo han perdido desde el comienzo de la crisis allá por el año 2007, y con ello la ansiada recuperación económica. Sólo con la medida de aumento del IRPF esperan recaudar 5.357 millones de euros y con la subida del IBI, 918 millones de euros.
¿Por qué ha elegido el sastre subir los impuestos directos que gravan el capital y el trabajo en lugar de subir el IVA? Nos esperábamos una subida de IVA como en nuestros países vecinos, de hecho es una opción que gusta mucho en Bruselas porque esta subida impositiva tiene efectos inmediatos sobre la reducción del déficit. Teniendo en cuenta que subir un punto de IVA supone recaudar 5.000 millones de euros, esta sería otra fuente de ingresos para el estado, no la descartemos porque podría venir en el futuro, recordemos que necesitamos recortar otros 30.000 millones de euros de déficit. Por el momento la propuesta del nuevo gobierno no está en subir el IVA porque, según ellos, esta subida no supone aumentar significativamente la recaudación más allá del impacto inicial sobre las arcas públicas.
Lo que veo en el nuevo traje que han confeccionado es que han recurrido de nuevo al negocio del ladrillo de manera que si un joven decide alquilar un piso no recibirá ninguna ayuda, sin embargo, si opta por comprar una casa tendrá una deducción por IRPF y se beneficiará con un IVA del 4%. Parece que no aprendemos, y mientras tanto, los bancos se preparan para hacer su agosto en el 2012, subiendo los diferenciales de las hipotecas (ya llegan en torno al 2 %) cuando el Euribor ha bajado hasta el 2.044 %. Las previsiones apuntan a que el BCE podría bajar los tipos de interés hasta el 0.5 % en 2012, y con ello el Euribor mantendría su caída durante este año. Así pretenden dar salida al stock de viviendas, y de paso favorecer a los bancos con nuevos clientes.
El sastre ha sido generoso en conceder un incremento del 1% a las pensiones, con el objetivo de recuperar su poder adquisitivo. Pero las pensiones se consideran rendimientos del trabajo y por lo tanto se ven afectadas por el incremento de IRPF. Habrá pensionistas que puedan perder poder adquisitivo.
España está al borde de la recesión, al menos eso indican los datos del Banco de España: crecimiento nulo del PIB en el tercer trimestre de 2011 y el cuarto trimestre apunta crecimiento negativo. El Banco de España apunta que las causas del crecimiento negativo son la debilidad del consumo privado y la mala evolución de los sectores de Industria y servicios. Como apunté anteriormente, la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores provocará más destrucción de empleo y nos llevará a la recesión.
Tendremos que ver cómo resuelve nuestro sastre el problema del empleo con sindicatos y patronal la próxima semana porque en este momento las medidas impuestas indican que estamos lejos de recuperar el empleo para los más de 5 millones de parados, y con ello la recuperación económica. Tendremos que ver qué dice Europa sobre las medidas impuestas y si hemos conseguido generar confianza en los mercados. Y sobre todo, ver cómo va evolucionando el traje a medida que está elaborando nuestro nuevo gobierno para la economía Española.
Entorno Económico – ECONOMÍA Y OLIMPIADAS – MADRID 2020
El 2013 será un año decisivo para el desarrollo de la economía madrileña, y por consiguiente para España, una vez que se tome la decisión por parte del COI de la nueva sede de los Juegos Olímpicos. El tercer intento vendrá marcado por una fuerte crisis europea, y más recrudecida en los países PIGS que podría ser un factor determinante si así lo decide la organización. Actualmente el 80% de las infraestructuras están preparadas desde el 2009 y los 37,8 millones de euros, con una CCAA que contribuye con el 18% en ese año, bastante mayor de lo que se ha invertido en otros países candidatos a lo largo de la historia. No se ha conseguido la candidatura del 2016 y esta inversión tendrá que ser recuperada de alguna forma para conseguir volver a ajustar las cuentas de la ciudad más endeudada de España. Si nos dan la candidatura del 2020 teóricamente se podrá, si no será un lastre monetario que iremos pagando poco a poco los madrileños. ¿Se considera gasto, inversión?, ¿dará sinergias positivas o negativas independientemente de lo que pase en 2020?
Estos eventos tienen un alto costo, sobre todo para los países en desarrollo, que suelen ser asumidos por los sectores de la economía que se verán beneficiados. China tiene 100millones de habitantes con menos de 1 $ al día, límite de pobreza según los ratios de la ONU, Río de Janeiro costará 2000$ a cada habitante de la ciudad…. Los fondos comprometidos se usan para mejorar el sistema de transporte, las infraestructuras, justificables por sí mismos, el proyecto Calle 30 podría ser considerado un buen ejemplo. Las necesidades y soluciones a un problema general se dimensionan a una demanda máxima de dos semanas y media lo que hace que los efectos económicos netos directos sean negativos en general. La economía en número se ve resentida pero hay otros factores que a medio y largo plazo pueden hacer que el valor intangible de una Olimpiada haga que muchas ciudades luchen por la candidatura cada cuatro años. Las Olimpiadas actuales por tanto tienen dos características esenciales: números rojos para el contribuyente y extraordinarios beneficios para contratistas y otros grupos de presión.
Los JJOO despiertan el interés por los visitantes, por tanto mejora el turismo y las exportaciones, aumentan aproximadamente un 30% en ese período, aunque sea de forma efímera al igual que las Copas del Mundo de Fútbol, Exposiciones Mundiales…. El motivo del aumento del comercio radica en que usualmente se ha dado la sede a países que tenían algún motivo para liberalizar su comercio, por tanto sirvió de palanca para los mismos, aunque se deben realizar esfuerzos en la política económica nacional para conseguir sacarles realmente beneficio y tener un entorno mundial propicio para ello. Beijing concluyó sus negociaciones con la OMC comprometiéndose a la liberalización de su economía, comenzando un proceso de ruptura del aislamiento. Italia recibió las Olimpiadas relacionándolas con el Tratado de Roma, la convertibilidad monetaria y la creación de la CEE. Japón ingresó en el FMI y la OCDE. España se incorporó a la CEE, Corea liberalizó su política, México liberalizó el comercio y se incorporó al GATT. Los motivos por los que Londres en el 2012 albergará los Juegos se sabrán a posteriori como parte de la historia moderna mundial, pero probablemente tenga que ver con el intento de confirmar a la cultura occidental como potencia mundial. Brasil se está consolidando como potencia mundial y país emergente con futuro y poder, motivo por el que se le concedió el 2016 unido indudablemente al hecho de que se presenta como un mundo nuevo de inversión y oportunidades para países industrializados que ya en sus países han tocado techo de productividad. En definitiva cuando un país está optando por una candidatura de alto costo lo que está haciendo es poniéndose en valor y declarándose como miembro responsable de la comunidad mundial, ya sea por país emergente o país consolidado que quiere seguir siendo país influyente dentro del entorno.
A continuación, la descripción breve de la situación económica de los países anfitriones antes y después de las olimpiadas dará una visión generalista del impacto de las Olimpiadas en su economía nacional. Se ha centrado en el crecimiento del PIB y el deflactor más utilizado del PIB que elimina la influencia de la inflación, o aumento de precios en el valor y producción de los bienes y servicios.
La política económica ha sido más determinante en el crecimiento del país después de las olimpiadas a lo largo de la historia que la inversión realizada en las mismas. Analizando la contribución al PIB total de las olimpiadas no se supera el 2% del PIB total llegando a dejar un 0,05% de contribución al PIB en el caso de Los Ángeles. Las ciudades organizadoras se encuentran en una horquilla de contribución al total entre el 25% de Seúl y menos del 5% de las ciudades estadounidenses y china.
En muchos países hubo una recesión económica post-olímpica por el “efecto valle” o “efecto caída en V”. Este fenómeno está principalmente provocado por un crecimiento de las inversiones, boom de consumo e ingresos antes y no respaldado posteriormente por un respaldo de la utilización de las instalaciones e infraestructuras realizadas.
Australia contribuyó a paralizar la actividad del resto del país y diez años después se cuestiona el retorno que ha dado a la ciudad y al país unos juegos espectaculares que dejaron tras de sí la Ópera, el Puente Harbour o si la Playa Bondi justifican todo el gasto generado. EEUU, por ejemplo, consiguió con Los Ángeles, la de menor presupuesto en la historia en términos de PIB, un elevado crecimiento en el año 1984 y una abrupta desaceleración después de los mismos. Sin embargo, este hecho fue debido a la política fiscal expansiva adoptada desde fines de 1981 hasta mediados de ese año, reduciendo los impuestos personales y las tasas de referencia por parte de la Reserva Federal. Por otro lado en Atlanta no se produjeron cambios debido a que las tasas presentaron tendencia alcista y el déficit fiscal mejoró respecto al año anterior.
En Atenas, si bien el resultado fue positivo, la desviación de la inversión se situó en torno al 50%, lo que hace difícilmente previsible la rentabilidad de los proyectos. Seúl, fue un éxito económico con beneficios por sí misma.
Japón, Canadá y México adoptaron la política monetaria o fiscal expansiva en el año o años anteriores, lo cual contribuyó a la variabilidad posterior de la actividad económica. Montreal en este caso debido a las dificultades en la estimación de los presupuestos, generó un déficit de más de 1000 millones de dólares canadienses de la época que tuvo que ser pagado durante 30 años a través de política fiscal de aumento de impuestos no prevista anteriormente.
España, sufrió una crisis económica y financiera debido a la Guerra del Golfo , retrasada varios años gracias al esfuerzo realizado por España en la preparación de los Juegos Olímpicos, pero después de los mismos, debido a la deuda pública contraída el efecto fue mucho más importante de lo que cabía esperar.
Pekín ha realizado un 80% de la inversión, pequeña en términos relativos de PIB, en mejoras de infraestructura de transporte, telecomunicaciones, servicios públicos, seguridad y protección ambiental, con efecto a medio plazo. Esto hace que la economía tienda a contraerse en los años posteriores a las olimpiadas. El efecto ha sido menor de lo esperado debido a la debilidad económica de EEUU durante esta crisis mundial, y las olimpiadas han influido menos que en otros países en la economía de este país. El efecto real en China será controlar la inflación sin afectar a su demanda interna, para lograr sostenerse en un 9% -10% de crecimiento posterior, que en principio parece controlado aunque la inflación haya sido alta en el 2009 como puede verse en la evolución negativa del deflactor del PIB, en el año siguiente se volvió a valores del deflactor entorno al 5% con crecimientos del PIB mayores del 10%.
Madrid 2020, se configura como una candidatura a la reafirmación de España como país con interés en seguir recuperando el crecimiento económico-político que comenzó con la democracia, y que aunque no ha conseguido ser sostenible y está atravesando los efectos de una crisis mundial general y una nacional, ha mostrado a lo largo de los años después de las Olimpiadas de Barcelona, un amplio avance en este desarrollo y liberalización. La actitud se ha demostrado en las anteriores candidaturas por el hecho de que se ofrecía un proyecto real, con una inversión ya dispuesta, casi realizado antes de conocer la decisión, frente a países que sólo ofrecían una idea. Algo positivo de esta espera será el conocimiento de los resultados de otras Olimpiadas y la posibilidad de replantearlas de una forma beneficiosa para España y su economía, y en el momento en el que se produzcan la crisis mundial actual probablemente será historia. Por tanto, muchas personas consideran que España y Madrid en particular se merecen la organización de los Juegos. Veremos qué decidirá el COI en el 2013.
Fuentes: CEIC, GS Elab.: Estudios Económicos – Scotiabank INE y http://www.google.es/publicdata/
¿Se le puede exigir un esfuerzo fiscal mayor a la clase media española?
Las clases medias españolas pagan más IRPF que sus vecinos. Aunque el tipo máximo en España (el 43%) es equivalente al de los grandes países de la UE (el tramo más alto en Alemania es del 45%, en Francia del 41%, en Italia del 43% y en el Reino Unido del 50%.), la diferencia está en cuándo se entra en ese último escalón. La Hacienda española considera ricos a sus ciudadanos mucho antes que sus homólogos europeos. Así, en Alemania se sube a ese escalón a partir de 230.000 €, en Reino Unido a partir de 146.500 €, en Italia a partir de 68.800 €, en Francia de 64.000 € y en España a partir de los 52.360 €.
Siempre se apela al IRPF como ejemplo de un impuesto “progresivo” y “justo”, que castiga a los ciudadanos en función de la renta, imponiendo un volumen mucho mayor sobre los ricos que sobre las personas con menos ingresos. Sin embargo, un análisis detallado de los números muestra cómo es la clase media alta asalariada la que soporta el mayor peso de este tributo.
Las grandes fortunas no pagan a Hacienda (ni de cerca) un porcentaje similar al de los trabajadores de ingresos medio altos. Por un lado, eluden tributos con complejas operaciones financieras o instrumentos vedados al común de los mortales (léase las Sicav); además, una gran parte de sus ingresos llega a través de las ganancias de capital, que tributan al 21% y no al 43% como los rendimientos del trabajo en el tipo máximo del IRPF.
Las clases medias hispanas tendrían muchos más motivos de queja. Según datos recogidos acerca de los impuestos sobre la renta en 86 países, el IRPF es el tributo sobre las ganancias que más castiga a las clases medias de entre los grandes países de la UE (Alemania, Francia, Italia y Reino Unido).
Los tramos
Según la Ley del IRPF vigente hasta el último ejercicio, en España los tramos son los siguientes: por los primeros nueve mil euros no se paga nada; desde esta cantidad hasta 17.360 € al año se aplica una retención del 24%; desde 17.360 hasta 32.360 la retención será del 28%; desde 32.360 hasta los 52.360 € anuales el 37%; con ingresos anuales que superen estos 52.360 € el porcentaje se sitúa en el 43%.
Tras la última modificación anunciada por el Gobierno, a partir de ahora habrá dos tramos más: para ingresos a partir de 120.000 euros un 44% de la base liquidable; y a partir de 175.000 euros, un 45%.
El resumen es que antes de que entre en vigor esta nueva medida (más estética que efectiva, por la poca recaudación extra que se espera que genere), los españoles que ganen más de 52.360 € pagan el mismo % de sus ingresos por trabajo que los que ganan 1 millón, por ejemplo.
Lo que se paga por 100.000 euros
Quizás la medida más exacta para calcular el peso del IRPF sea la tasa efectiva pagada por un determinado nivel de ingresos. Y también aquí las clases medias españolas salen mal paradas. Esto es lo que se conoce como el tipo efectivo de los impuestos sobre la renta. Pues bien, España es el quinto de los seis grandes países de la UE con mayor tipo efectivo para ese nivel de ingresos: un 28,5%, frente al 14% de Francia. Sólo Italia con un 33,1% le supera. Y la tendencia es al alza.
¿La progresividad?
Ni siquiera el argumento de la progresividad se mantiene. Y no es sólo cuestión de las habituales quejas acerca de la capacidad de los más adinerados para eludir impuestos que harían que las estadísticas de Hacienda estuvieran algo falseadas. Está claro que los más ricos pagan más en la parte que declaran, pero también maximizan más su estrategia fiscal (algo, por otra parte, completamente legítimo).
Pero además, como una parte mayor de sus ingresos vienen por las rentas del capital (que tributan menos, como explicábamos más arriba), a partir de los 144.000 euros, el tipo medio y el efectivo sobre la base imponible total empiezan a bajar.
Es decir, que una persona que gane 600.000 euros divididos en 450.000 por ganancias del capital y 150.000 por rendimientos del trabajo, puede tener un tipo medio inferior al de un asalariado de ingresos muy inferiores pero que obtenga el 90% de sus ganancias a través de su sueldo.
La retórica y la práctica comúnmente aceptada dice que los impuestos deben pagarse en función de las posibilidades de cada uno. Así, los más ricos serían los que más deberían contribuir a la caja común -ponen más de lo que luego reciben- para ayudar a los pobres. Sin embargo, un vistazo rápido a las cifras deja muy atrás toda esta propaganda. Lo cierto es que en España los que pagan los impuestos son, fundamentalmente, los asalariados.
IRPF: agarrados por las nóminas
Hacienda nos tiene agarrados por sus nóminas y hace uso de esta facultad para aplicar las subidas necesarias cuando lo necesita. El IRPF es un impuesto que castiga fundamentalmente a los empleados por cuenta ajena, que no tienen posibilidad de jugar con los diferentes tributos (asociar parte de sus bienes a la empresa, deducirse por IVA, etc…) como hacen, con toda legitimidad, autónomos o empresarios. Como puede verse en el gráfico sobre la estructura porcentual de la base imponible del IRPF, el 75% de la recaudación proviene de las rentas del trabajo.
Y aunque los que tienen salarios más altos, pagan más, esto no quiere decir que todos ellos sean personas ricas (o que todos los ricos paguen mucho).
De los 71.736 millones de euros recaudados por IRPF en 2008 (último ejercicio del que se tienen datos finales), el 35,5% vino del último 4% de los contribuyentes, los que ganan más de 60.000 euros. Ésta es una cantidad respetable, pero en ningún caso exagerada. La mayoría de las personas en este tramo reciben la mayor parte de sus ingresos de los rendimientos del trabajo. Por eso será “el colectivo de trabajadores más cualificados el más castigado para una subida de tipos del IRPF”. Y si bajamos un poco más la vista, podemos ver que aquellos que ganan entre 30.000 y 60.000 euros al año (clase media pura y dura) suponen sólo el 10,3% de los contribuyentes pero pagan el 30% de lo recaudado.
La mayor parte del resto de la recaudación del Estado proviene de los impuestos indirectos como el IVA o los impuestos especiales. De lo que reciben las arcas de la Administración Central, más de un tercio llega del IRPF y una cuarta parte del IVA, seguido de los impuestos especiales (especialmente tabaco y gasolina). Todos estos impuestos indirectos caen de nuevo, fundamentalmente, sobre las clases medias.
Esto no quiere decir de ninguna de las maneras que haya que subir el Impuesto de Sociedades o reinventar antiguos tributos como el de Patrimonio. Ninguna de estas medidas mejoraría las cosas (echaría a las empresas del país y disuadiría a los grandes inversores de invertir en España). Pero los datos dejan claro que la estructura impositiva actual no cumple ni siquiera con los requisitos que quieren los que dicen que es “justa”: la retórica políticamente correcta se queda en eso, pura retórica.
¿Y a quién le afectan las actuales reformas para incrementar los ingresos del Estado? ¿No existe otra forma de aumentar dichos ingresos?
Pues es evidente que de nuevo la clase media es la más afectada. Veamos algunas opciones más justas:
- Subvención Estatal a Formaciones Políticas: 20,5 millones de € y exención de pagos de impuestos (que no he podido calcular).
- Subvención Estatal a la Iglesia Católica: aproximadamente 5.000 millones de € y unos 750 en exención de impuestos.
- SICAV: en el año 2010 sólo 33 de las 3.201 Sicav registradas retiraron capital por un valor total de 137 millones de €. Tributando al 21% engordaron las arcas de Hacienda en 29 millones de €. Suponiendo que hubieran tenido que tributar al mismo % que los demás hubieran sido 62 millones de €.
- Deuda Clubes de Fútbol: aproximadamente 6.000 millones de €. Algunos clubes como el Zaragoza con una deuda que supone el 400% de su presupuesto. O en cifras, clubes como el Barcelona con una deuda de 578 millones de €, Atlético de Madrid con 456 o Real Madrid con 590. Una deudas en IRPF y Seguridad Social que estamos sufragando entre todos. Ninguna Empresa ‘normal’ se sustentaría con esas cifras ¿por qué se permite? ¡Es un escándalo!
- Senado: 55 millones de € en el 2011. Una institución que si la suprimiésemos ahora mismo, nadie se daría cuenta. O se ‘reinventa’ o mejor desmantelarla.
- Diputados: 350 diputados repartidos en 10 fuerzas políticas. A 93.000 € anuales/diputado son 32,5 millones de €. Si contamos que dado el ‘lamentable’ sistema de elección de nuestros representantes todos votan lo que diga ‘su partido’ podríamos eliminar 340 cargos (los otros 10 tendrán un peso en las votaciones correspondientes al nº de escaños que cada formación haya obtenido, así en 2011 el diputado del PSOE valdría por 169, el del PP por 153, etc.). El ahorro serían casi 32 millones de € sólo en salarios. Es más, los otros 10 diputados deberían tributar como todo ciudadano, es decir, al 45% y no al 17 como ahora. Esto supondría otro cuarto de millón de €.
- Fútbol-Retenciones: los jugadores con un salario superior a los 600.000 €/año cotizaban al 24% y no al 43% como el resto de las rentas. Se ha corregido, pero no es retroactivo, lo cual es absurdo porque cualquier trabajador tributa por su rango salarial y no por la fecha de su contrato. En 2011 se estiman casi 226 millones de € en IRPF frente a los 120 recaudados.
- Fútbol-Cláusulas de Rescisión: hasta la fecha no se paga IVA ni IRPF cuando un jugador paga su cláusula de rescisión de contrato para fichar por otro club. En 2011 se estiman 28 millones de € en IVA y otros 79 en IRPF.
- Fútbol-Nuevo Rango de Retención: para personas que ganan hasta 15 millones de € bien se pueden permitir pagar más. Supongamos un 55%. Trabajando con las mismas medias de antes para el caso del fútbol se recaudarían 275 millones de € adicionales. Imaginemos si fuese igual para el resto de grandes fortunas.
- Salarios de Políticos: sólo entre salarios de presidentes de CCAA (1,5 millones de €), de presidentes de diputaciones provinciales (3,5 millones de €) y los 50 alcaldes mejor pagados (otros 3,5 millones de €) tenemos 8,5 millones de €. Podemos pedirles un esfuerzo a ellos también y que se hagan una rebaja salarial de proporción a la aplicada a los funcionarios. Tendríamos casi 1 millón de €.
- Lucha contra el Fraude: hasta la fecha ningún Gobierno le ha prestado mucha atención. Y se estima entre un 20-25% del PIB la economía sumergida en España. En 2011 cerca de 265.000 millones de €. Pongamos reducirlo un 10%. Nos daría unos 34 millones de € en recaudación.
- Tasa Tobin: hasta ahora nunca se ha aplicado. Según datos del 2010 con 1,4 billones de € de negocio en la Bolsa de Madrid se podría aplicar una tasa de un 0,25%, lo que darían unos 3.500 millones de €.
En resumen, hemos conseguido hasta 15.914 MILLONES DE EUROS. Lógicamente no podremos suprimir de golpe la ayuda a la Iglesia o solicitar a los clubes de fútbol toda su deuda contraída (durante años se ha mirado hacia otra parte y eso que ya se les condonó la anterior cuando entró en vigor la ley de las SA en el deporte).
Son sólo algunos ejemplos. Pero hay bastantes, bastantes más. Y sin tener que subir más los impuestos a la, ya de por sí maltrecha, clase media. Porque, en contra de lo que se suele pensar, el esfuerzo fiscal de los españoles es de los más altos de la UE. Véase el siguiente gráfico relativo al ejercicio del 2008.
Para hacer comparaciones de niveles impositivos entre unos países y otros, el indicador de presión fiscal es insuficiente (la presión fiscal de un país es el cociente entre los ingresos impositivos totales -incluidas las contribuciones a la Seguridad Social- y el Producto Interior Bruto) y se debe tener en cuenta la relación entre ésta y la renta per cápita.
Esta distinción es importante puesto que un mismo nivel de presión fiscal no afectará de la misma forma a un país rico que a uno pobre, de la misma forma que un tipo de gravamen medio sobre la renta de, pongamos, el 50%, no afectaría de la misma forma a una persona con una renta de 15.000 € anuales que a alguien que cobra por encima de los 100.000€.
Esto es lo que trata de medir el concepto de esfuerzo fiscal, que calcula la capacidad fiscal efectiva de una región, es decir, la relación entre la capacidad fiscal utilizada (CFU) y la potencial (CFP). En su versión más simple, el esfuerzo fiscal se representa como el cociente entre la presión fiscal (proxy de la CFU) y el PIB per cápita (proxy de la CFP), lo que se conoce como el Índice de Frank (1959).
Presión Fiscal = Total de ingresos impositivos / PIB
Esfuerzo Fiscal = Presión Fiscal / PIB per cápita
Si se observan los datos del gráfico anterior, el indicador de esfuerzo fiscal transmite una imagen muy distinta de la que ofrecía la presión fiscal. Curiosa es la situación de los países periféricos.
Por tanto, existen otras formas de recaudar más sin tener que pedirle un esfuerzo extra a nuestra clase media. O, al menos, si no existiera otra alternativa; que cuando todo se suavice alguien se preocupe de volver a soltarle alguno de los agujeros de su bien amarrado cinturón.
[Lectura recomendada: La falacia de los impuestos bajos en España – Instituto Juan de Mariana]
¿Es JUSTO el Sistema Electoral Español?
Mi reflexión gira en torno al Sistema de Elecciones que impera en España desde que se recuperó el sistema democrático. No se trata de debatir propuestas económicas como tales, sin embargo sí que tienen repercusión, y nada despreciable, en el devenir económico, político y social de nuestro querido país. Por todo ello, en mi opinión, antes de comenzar las profundas reformas de toda índole propuestas por los candidatos de unos y otros partidos políticos, creo que deberíamos abordar una reforma seria y a fondo de cómo elegimos a nuestros representantes, qué capacidad de gestión y, sobre todo, de decisión pueden llegar a tener y, algo totalmente novedoso qué responsabilidad deben asumir al acceder a un cargo público de relevancia.
Comenzaré exponiendo brevemente la situación actual de nuestro Sistema, para pasar a continuación a comentar los cambios que, personalmente, haría para mejorarlo y hacerlo más justo y equilibrado.
El régimen jurídico del sistema electoral lo establece la Constitución y la Ley Orgánica de Régimen Electoral de 1985.
El Real Decreto 33/2008 fija la fecha de celebración de las elecciones; el número de Diputados que corresponde a cada provincia; la duración de la campaña electoral; la fecha en la que se constituirán las Cámaras elegidas y la normativa aplicable al proceso electoral.
España tiene un sistema parlamentario, lo que significa que tiene un Jefe de Estado y un Jefe de Gobierno claramente diferenciados. El Jefe de Estado tiene un poder testimonial, y suele ejercer principalmente las funciones de representación. El Jefe de Gobierno, sin embargo, adquiere la mayor parte del poder, y tiene como función fundamental tomar las decisiones importantes del país. El Jefe del Estado no es elegido por el pueblo, pero no es el caso analizarlo en este artículo. En cambio, el Jefe de Gobierno sí es elegido mediante un sistema democrático indirecto. Y es indirecto porque los ciudadanos no eligen al que será presidente de Gobierno, como cree la mayoría de la ciudadanía, sino a los representantes del Congreso, que serán quienes luego propongan al presidente.
España es un sistema político bicameral, es decir, con dos cámaras de representantes. La cámara baja, o Congreso, y la cámara alta, o Senado. El órgano realmente es importante es el Congreso, pues es allí donde se dictaminan la mayoría de leyes y se debate con mayor repercusión acerca de los problemas fundamentales del país. El Senado, no obstante, tiene capacidad para vetar o enmendar las leyes que se establecen en el Congreso, pero para evitar los bloqueos legislativos esta capacidad no es decisiva ni vinculante.
El sistema electoral es el procedimiento a través del cual los votos se convierten en representantes en las cámaras. La idea ingenua que suelen tener los ciudadanos de la democracia moderna es que los votos tienen todos el mismo valor, bajo la máxima de Una Persona, Un Voto. Sin embargo, la realidad es que no sucede así. Y lo veremos enseguida con los resultados de las recientes elecciones del 20N. Las listas al Congreso son cerradas, es decir, uno vota al partido político y no a las personas, en sí mismas, que lo forman. El orden en las listas lo determinan los propios partidos políticos, y los ciudadanos no pueden alterarlo. Las listas al Senado, en cambio, son abiertas, lo que significa que los ciudadanos votan a las personas que quieren, con independencia del partido del que formen parte. En el Senado es posible votar por varias personas de partidos diferentes.
En España se utiliza una división por circunscripciones y un método matemático, llamado Ley D’Hondt para repartir los representantes dentro de cada circunscripción. Dicho método está pensado para penalizar a los partidos minoritarios. No es un sistema proporcional. El resultado final dependerá del número de votos totales, del umbral establecido y de los votos otorgados a otras formaciones políticas. Una circunscripción es una división electoral en el interior del país. En España cada provincia es una circunscripción y también lo son las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla. Cada circunscripción electoral provincial (52) tiene atribuida una representación mínima inicial de 2 escaños y un número adicional de estos con arreglo a su población. Las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla forman dos circunscripciones estando representada por un Diputado cada una. Los ciudadanos votan a sus representantes en cada circunscripción y no, como se suele pensar erróneamente, a los candidatos para presidente de gobierno del país.
¿Cuales son las consecuencias de este sistema de reparto de votos? La consecuencia global es, en realidad, sumamente dramática. Partidos que en total suman un mayor número de votos acaban teniendo menor representación que otros con un menor respaldo electoral. Y los votos que reciben las formaciones que no tienen correspondencia alguna en los representantes electos se pierden en el vacío. Por otra parte, tampoco es justa la cantidad de diputados que aporta cada provincia: las provincias subpobladas están sobrerrepresentadas. Y lo ilustro con un sencillo pero ejemplar caso (fuente INE a fecha 01 de octubre de 2011):
Soria tiene 92.251 habitantes (un 0,20% del total de España) y dispone de 3 representantes en el Congreso de los Diputados. Madrid tiene 6.389.950 habitantes (un 13,84% de España) y 36 representantes en el congreso (207 debería tener). Mientras que Barcelona, con 5.331.760 habitantes (un 11,55% de España), cuenta con 31 diputados (173 debería tener). Cada uno de los tres legisladores sorianos representa a 30.750 ciudadanos, mientras que cada parlamentario madrileño tiene sobre sus hombros la responsabilidad de representar a 177.499 conciudadanos y en Barcelona esta cifra asciende a 171.992 personas. El sistema electoral español es muy injusto. No solo porque el voto a unas candidaturas políticas vale más que el voto a otras (por el propio método d’Hondt), sino porque el lugar de residencia de los ciudadanos marca también el valor de su voto. Quienes viven en las zonas rurales, en las zonas más despobladas, en las que las posiciones conservadoras están más implantadas y en las que el caciquismo está más presente y tiene más poder, tienen un voto que puede valer hasta cinco veces el de quienes vivimos en las zonas urbanas. Ello, por no hablar de lo que ha destacado por don Rafael García Almazán: las correcciones en la distribución de escaños que se hacen en cada convocatoria electoral en función de los cambios demográficos crean injustas paradojas como la pérdida de un escaño en Asturias o en Vizcaya, para que los ganen Alicante y Huelva, dos provincias cuya población ha crecido gracias a la llegada de inmigrantes que, curiosamente, no pueden votar.
«Un ciudadano un voto», lema de cabecera de cualquier democracia que se precie, es en España sencillamente mentira. Y esto tiene un nombre: Fraude Electoral.
¿Qué sería deseable? Para empezar recuperar la máxima imperante en toda democracia que se digne de ello: Una Persona, Un Voto. Para ello hay que eliminar el concepto de circunscripciones y tener 1 única circunscripción, que se corresponda con el conjunto del estado. Dicho de otra forma, que en las elecciones generales, los españoles votásemos como tales, a las mismas listas independientemente de donde vivas. Para el resto de provincias, comunidades autónomas y ayuntamientos ya existen otras elecciones donde se eligen representantes locales, cada uno los suyos. El empleo de la distribución de Hondt no sólo favorece a las mayorías, lo cual ya es un agravio democrático, si no que aplicada sobre un número muy pequeño de unidades (diputados en cada circunscripción, que en el caso de las Generales son 3 o 4 diputados por provincia) se comete un error nada despreciable.
Cierto es que usemos el método de distribución que usemos, cuanto más pequeño sea el número de elementos a repartir, mayor error se comete (llamo error a la diferencia entre la proporción de votos y de diputados obtenidos). Pero con el método D’Hondt se potencia este efecto bipolarizador. Pero es que además de dicho error, este método hace un uso de los votos que no se pueden contabilizar (blancos, nulos y abstenciones) repartiéndolos entre las formaciones políticas votadas (premiando a las mayorías). ¡Cómo se puede permitir tal cosa! El Parlamento tiene, hoy en día, un déficit de representatividad y, por lo tanto, DE LEGITIMIDAD.
Veamos, con ayuda de los datos de las elecciones del 20N y los correspondientes gráficos, la diferencia entre la existencia de varias circunscripciones y la existencia de una única circunscripción. Es decir, compararemos el actual sistema español con un hipotético sistema democrático de una única circunscripción y que respetara la máxima de igualdad de toda democracia que se precie.
En la tabla de la derecha están los datos oficiales y legales de acuerdo a la ley electoral vigente. Se han detallado únicamente aquellas fuerzas políticas que han obtenido representación parlamentaria. Sólo con esto se distingue perfectamente la diferencia entre ellas en cuanto al esfuerzo (llámese también nº de votos) necesario para ganar un escaño. Hasta 5 veces más necesita alguna fuerza política para obtener un escaño. Y como ya se vio anteriormente, los 2 grandes partidos siempre salen bien parados de esta situación anómala. Huelga entrar a valorar más esta tabla, cae por su propio peso la injusticia cometida.
En el siguiente gráfico se detallan los escaños obtenidos por cada una de las fuerzas políticas anteriores siguiendo el reparto de la ley D’Hondt.
Existen algunos casos aberrantes como son los de IU y UPYD, que con más de 5 veces los votos de algunas formaciones obtienen menos diputados.
Otros casos son EQUO y PACMA que con cifras similares a otras formaciones en nº de votos (incluso superiores) se quedan sin representación parlamentaria. Con este sistema electoral vamos sumando error tras error. Primero porque no todos los votos de los ciudadanos valen igual. Por si eso fuera poco, a la hora de repartir el pastel vamos premiando a las mayorías con votos que no les pertenecen ya que NADIE se los ha otorgado directamente. Al final se produce un descalabro monumental. Un resultado totalmente manipulado e injusto a todas luces.
Ahora bien, con un reparto proporcional, la nueva distribución del Parlamento sería muy diferente. Se abren las puertas a más formaciones políticas, no existe un castigo a las minorías y se tratan a todos por igual. En la tabla de la derecha se detallan las nuevas formaciones políticas, sus votos obtenidos, así como el nº de votos que han necesitado por cada escaño alcanzado. La diferencia con los datos de la anterior tabla salta a la vista: 6 partidos políticos nuevos y un esfuerzo idéntico en la consecución de cada escaño del Parlamento.
¿Cómo se ha obtenido el equivalente entre votos y escaños? Tomando del nº total de votos emitidos (24.590.557) aquellos que realmente fueron asignados por voluntad popular a alguna formación política, es decir, 23.939.576 (333.095 votos son en blanco y 317.886 son votos nulos). Como tenemos 350 escaños en juego, la relación es sencilla:
Nº Votos por Escaño=23.939.576/350=68.398. Existen diferencias por los decimales, así que se utiliza un redondeo hacia abajo, por lo que existen algunas diferencias entre partidos, pero que en ningún caso alteran el resultado final del reparto de escaños.
Si llevamos esta nueva tabla a un gráfico similar al obtenido anteriormente llegamos a la siguiente conclusión(se cuentan sólo los votos que cada formación tiene, mientras que nulos y blancos no se reparten):
En este caso no hay nada que cualquier persona pueda entender en su sano juicio. Vivas donde vivas tu voto sí que vale lo mismo. Y más importante aún, ningún voto que un ciudadano no haya querido dárselo a ninguna fuerza política será repartido en forma alguna. Los votos en blanco, los nulos y las abstenciones se contabilizan, pero no para repartirlos sino para saber en qué número expresar el desencanto de la gente con los partidos actuales. En el caso que nos ocupa la nada despreciable cifra de 333.095 votos son en blanco, 317.886 votos nulos y 9.710.775 abstenciones.
Como se puede apreciar en el siguiente gráfico que recoge ambos métodos de reparto para una mejor comparación, el resultado final, si todos contásemos lo mismo, es muy diferente al actual. De hecho se rompe hasta la mayoría absoluta. Pero sería un sistema equitativo se mire por donde se mire.
Se arreglarían desajustes tan grandes como el caso de IU o UPYD. Mientras que si leemos los datos, los partidos de las Comunidades con estatutos diferentes no se ven mermados. Justo al contrario, alguno crece. Con lo que el tema de la territorialidad también se salva haciendo un reparto “democrático” Ya no hay discriminación por mayorías o minorías, ni por provincias, ni por nada. Ahora es un reparto igualitario para formar un ejecutivo que debe representar a todos por igual.
Si se leen bien los datos del último gráfico, faltarían 2 escaños por repartir. Es decir, sólo se han distribuido 348 de los 350 escaños. ¿Por qué? Pues fundamentalmente es debido a los ajustes de decimales (en muy poca medida) y, sobre todo, a los votos nulos, en blanco y abstenciones, que juntos suman la nada desdeñable cantidad de 10.361.756 votos (o su equivalente en votos si los ciudadanos responsables de ellos hubieran querido otorgárselos a alguna de las fuerzas políticas que se presentaban a las elecciones). Un 30,21% de la Población Española decidió el 20N no depositar su confianza en ninguna de las fuerzas políticas que se presentaban a elección. Es una cifra lo suficientemente alta como para no respetarla tal y como se hace hoy en día. Pues bien, al hacer un reparto proporcional toda esa gente está diciendo que el equivalente a 2 escaños se queda huérfano. Lo que hacen hoy los “muy listos” de nuestros representantes es repartirse esos 2 escaños ¿cómo? Pues siguiendo la ley D’Hondt entre las mayorías nuevamente. Así, los partidos más votados empiezan a “chupar” escaños de todas partes, mientras que los minoritarios van perdiendo cada vez más. Pues lo justo sería que si la gente no los ha otorgado se queden sin asignar. Así el Parlamento constituido tras las elecciones del 20N estaría formado por 348 diputados (no 350) y la mayoría absoluta estaría situada en 175 diputados (no en 176).
Me he basado en un reparto proporcional, pero existen otros métodos para hacerlo. El más parecido al mío es el llamado Cociente de Hare. El resultado es idéntico al reparto proporcional salvo esos 2 escaños libres que irían en este caso a FAC y FACMA respectivamente por un reparto basado en un algoritmo que no viene al caso. En mi opinión, de la misma forma que antes lamentaba el reparto injustificado de votos, esos 2 escaños los dejaría libres puesto que repartirlos también es otra forma de falsear la realidad. Si la ciudadanía en su conjunto no ha otorgado su voto a ningún partido ¿quiénes somos nosotros para distribuir dichos votos como nos plazca? El 20N los españoles depositaron su confianza a 348 diputados, y hubo otros cientos de miles que o no se sentían respaldados por ninguno o querían protestar de alguna forma por la situación actual. Pues resulta que estos últimos, representados por 2 escaños, sin quererlo están votando a las mayorías. ¡Otra injusticia más del sistema de reparto actual! No. Estos 2 escaños deben quedar libres porque es la decisión del pueblo. Y la mayoría absoluta en lugar de estar en los 176 escaños estará en 175. Y aún así nadie la habría conseguido.
Se rompen todas las trabas a las minorías, porque además de todo lo anterior, se elimina el porcentaje mínimo para tener representatividad (que es del 3% en las elecciones generales) y ¿cómo afectaría el voto en blanco? Pues de ninguna manera, como los nulos y las abstenciones. Las 3 categorías irían a la bolsa de los ciudadanos que no se decantan y que aceptan el resultado que salga, pero sin que su voto se manipule de forma alguna como sucede ahora puesto que se reparten entre las listas más votadas. Además, con el método actual el voto en blanco se suma al número total de votos del escrutinio, a partir del cual se calcularán los porcentajes de representación. Así, un elevado voto en blanco significa elevar considerablemente el número de votos necesarios para llegar al 3% del total, lo que dificulta la representación de los partidos muy minoritarios.
Una vez lograda la equidad en el reparto es hora de profundizar en el tema de las listas. Lo mejor es que fueran como las del Senado, es decir, abiertas. Que los ciudadanos voten por personas y no por partidos. De esta manera, cada político sería más responsable de sus actos, incluso en conciencia al votar ciertas leyes en el Parlamento. Hoy en día son presos de las normas internas de sus respectivas formaciones por lo que podríamos sustituir los 350 escaños por los 13 partidos representados dando a cada uno de ellos el peso correspondiente del reparto actual. El resultado sería el mismo y el Estado ahorraría muchos costes por el ahorro de butacas parlamentarias “mudas”.
Y todo lo anterior debería complementarse con una reforma del Senado, para que sea realmente territorial y tenga funciones verdaderas y no como ahora que su utilidad es prácticamente nula.
No quería terminar este post sin mencionar otra reforma importante y que ninguna formación menciona. La del Sistema Judicial. La dejo para otro artículo. Pero al menos que comience ya a sonar algo. Se supone que contamos con un Poder Judicial independiente. ¡Ja, independiente! ¿Quién lo nombra?. Para introducir lo que me gustaría fuera mi siguiente entrada comentaré unas breves notas al respecto de los 2 principales Órganos de la Justicia en España, a saber el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC).
El CGPJ cuenta con 20 miembros elegidos por los políticos (10 los elige el Congreso de los Diputados por mayoría de 3/5, es decir, 210 escaños; y los otros 10 los elige el Senado de igual forma, es decir, por mayoría de 125 senadores). Por su parte el TC cuenta con 12 miembros, de los cuales 10 son elegidos por políticos (4 los elige el Congreso de los Diputados por mayoría de 3/5, es decir, 210 escaños; otros 4 los elige el Senado de igual forma, es decir, por mayoría de 125 senadores y los 2 restantes son elegidos directamente por el Ejecutivo) y los otros 2 por el CGPJ, que a su vez lo eligió la clase política también.
¿Alguien ve algo raro en esta forma de elegir a nuestros máximos defensores de las libertades y correcto funcionamiento de nuestro Sistema de Justicia en España? Al final, como en todo, sólo por las urnas les estamos confiriendo un poder cuasi absoluto a 350 personas. ¡Y queremos cambiar algunas leyes! Con dicho Sistema ¡jamás!
Pero esto lo dejo para el siguiente post. Que lo disfrutéis.