Guerra de Divisas. Todos vs el Euro

Más allá de una dura crisis económica y lejos de las primas de riesgo, el mundo está  inmerso en una guerra, en la que cada país lucha por mantenerse competitivo mediante devaluaciones forzadas de sus divisas.Guerra de Divisas

Contrariamente a lo que parece intuitivo el mantener una moneda débil, en los tiempos que corren, es primordial para favorecer las exportaciones y al mismo tiempo, desalentar las importaciones, ya que esto traerá como consecuencia, una balanza de pagos positiva.

Por el contrario, el contar con una moneda fuerte, genera un auge a las importaciones y frena las exportaciones dado a los altos costes internos. Esto provoca la salida de capital del país, así como también, el endeudamiento para cubrir la diferencia.

Entonces, donde antes existía  competencia por mantener una divisa fuerte, ahora existe una devaluación competitiva para permitir exportar, mejorar el empleo y reducir la deuda externa neta, o  incrementar la posición acreedora.

El inconveniente que genera esta guerra de divisas, en Europa,  es que a los países más afectados por la crisis (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España, no les conviene un Euro apreciado, porque estos países ellos necesitan exportar para salir de sus problemas económicos internos. Esta necesidad queda manifestada por la fuerte caída en el consumo interno, y la sobre producción y el crecimiento de stock acumulado, que están sufriendo las empresas de los países europeos mencionados. Además, si el precio del euro subiera, éstas empresas, venderían menos, lo que impulsaría a Europa a entrar en esta batalla de divisas, con el fin de que  su moneda  no se aprecie.

Como podemos imaginar, si unas divisas se debilitan, esto se debe, principalmente, a que otras se fortalecen. El Banco Central Europeo (BCE) no baja  los tipos de interés y están provocando que el euro sea una moneda más fuerte, frente a las principales del mundo, en lo que va de 2013.

Desde su creación en 1999, y con el fin de mantener una política impuesta por Alemania, el euro se ha revalorizado hasta 2011 un 31% frente al dólar americano; un 32% frente a la libra; un 54% frente al rublo; un 54% frente a la rupia; un 10% frente al real brasileño; y un 70% frente al peso mexicano, entre otros. Aún frente al yuan, que tenía ya en 1999 un tipo de cambio infravalorado, se ha depreciado un 21%.

La estrategia de lograr una mayor cuota de mercado, devaluando la moneda, probablemente provoque que otros países reaccionen,  haciendo lo mismo, con lo que al final no se habrá conseguido ningún propósito, salvo el de crear volatilidad e inseguridad en los mercados de capitales y un daño en la economía en general.

Con el fin de intentar calmar los mares, el Banco Mundial, así como otras entidades financieras mundiales, recomiendan que se intente ‘inyectar’ moneda en los mercados de forma coordinada y evitar así el impacto en los mercados emergentes o en recuperación.

Mientras Alemania considerando al Euro, dentro de los parámetros que ellos interpretan como normales, la Unión Europea, no intervendrá en esta guerra de divisas, por lo que aquí, en España, estamos condenados a esperar hasta que Angela Merkel tome un camino distinto.

Los únicos que puede que ganen con esto son los inversores especuladores, que luego de darse la buena vida con la crisis desde el 2008, se han cambiado de juego, y ahora se dedican a comprar y vender divisas. Yo me pregunto ¿no será contra ellos con los que tenemos que luchar antes  que entre nosotros?

 


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