EL SECTOR FINANCIERO: CONTEXTO, PERSPECTIVAS E IMPACTOS REGULATORIOS

Introducción:

A fecha 31 de Enero de 2012, fecha de elaboración de este artículo, la perspectiva sobre el sector financiero es clara: deberá enfrentarse en los próximos meses a la que esperemos sea la tercera y última ronda de reestructuración. Se producirán nuevos procesos de fusiones o integraciones provocados en buena medida por el requerimiento de provisiones requeridas para hacer frente al mayor deterioro de los activos dañados, en una coyuntura económica complicada, que augura malas perspectiva para el negocio bancario. Esta perspectiva podría verse modificada si, la hasta ahora predecible política gubernamental cambiara, o si aparecieran nuevas razones exógenas a nuestro país, esto es, del ámbito Europeo. En este sentido, es importante tener en cuenta que las reflexiones aquí realizadas se circunscriben al momento actual.

Coyuntura económica

Analizando el PIB a nivel mundial, según previsiones del FMI, la desaceleración del ciclo económico es evidente (prevé pasar de 3,8% en 2011 a 3,3% en 2012), incluido el bloque emergente. Prevé además una contracción del área euro para 2012 del -0,5%, con las economías periféricas liderando el ajuste (Italia: -2,2% y España: -1,7%). La clave es la magnitud de la restricción fiscal.

España es una de las economías más afectadas. Según datos de Analistas Financieros Internacionales al análisis trimestral del PIB revela tasas negativas hasta finales de 2012 y avances contenidos no superiores al 0,3% en adelante. El drenaje de la demanda doméstica persiste hasta los últimos meses de 2013 restando, en 2012, 3,7 puntos a la evolución interanual de PIB. Esta caída del PIB viene provocada por el ajuste fiscal esperado para este año, que será al menos de 40.000 millones de euros: de un lado los 36.000 millones de euros necesarios para reducir el déficit del 8% del PIB previsto para 2011 al 4,4% exigido para 2012, y de otro se producirá una recaída de la actividad que requerirá un esfuerzo adicional de al menos 4.000 millones.  Para la obtención de este ajuste, la previsión es reducir el consumo público en 15.000 millones de euros y la inversión pública en 9.500, e incrementar los ingresos vía impuestos y venta de activos en 15.500 millones de euros.

En este contexto, el desarrollo de las reformas estructurales planteadas por el gobierno es clave para sentar las bases de la recuperación. Se está avanzando en la consolidación fiscal y la reducción del tamaño del sector público: primer paquete de ajuste fiscal a nivel estatal, desarrollo de la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria y propuesta de mayor control sobre los presupuestos económicos, plan de reordenación del sector público empresarial y medidas de apoyo a la liquidez de las CCAA. Es muy necesario, y en eso hemos centrado este artículo, finalizar la reestructuración del sector financiero y abordar definitivamente la reforma laboral: reforma de la negociación colectiva, reducción del número de contratos vigentes y cambios en las condiciones de despido, fomento del empleo juvenil y formación profesional y moderación salarial.

Perspectivas financieras

La descripción de la coyuntura económica realizada anteriormente nos pone en contexto para comprender las malas perspectivas de negocio bancario para el año 2012.

En cuanto al crédito AFI estima un descenso del  – 5%, siendo – 1,6% el descenso esperado en depósitos. De cara a la economía real, en cuanto a la reactivación del crédito, a pesar de las medidas de liquidez adoptadas por el BCE, coexisten ciertos factores que en mi opinión impedirán la recuperación del flujo del crédito a hogares y empresas: las necesidades de capital exigidas por la EBA y los mercados financieros, el proceso de desapalancamiento, el empeoramiento del cuadro macro y la disfunción de los mercados financieros.

Desde el punto de vista de la cuenta de resultados, algunas previsiones vaticinan una reducción de beneficios del entorno de un 20% (antes de aplicar las pérdidas por deterioro). Por un lado la reducción del crédito impactará en el margen de intereses, además se prevé una reducción importante de ingresos por banca mayorista, pero sobre todo se estima un incremento de gastos relevante provocado por la reducción del exceso de plantilla que hay que acometer (se estima un exceso de 40.000 empleados).

El tamaño del problema del sector financiero

Para explicar el impacto de los saneamientos que se requerirán en las próximas semanas o meses en el sector financiero, inicialmente debemos hacernos una idea del tamaño del “problema”.

El 23% de préstamos al sector privado en España (datos del Banco de España a Septiembre de 2011) tienen como destino la construcción o la promoción. Esto supone algo más de 410 miles de millones de euros.

Analizando la perspectiva de los activos dañados (128 miles de millones de euros), de nuevo la construcción y promoción destacan con un 58% del total, esto es, 86 miles de millones de euros.

Si a estos 86 billones de euros (dudosos + subestándar) sumamos los adjudicados, concluimos que el total de activos dañados es de 149 miles de millones de euros.

Este es el tamaño del problema al que se enfrenta el sector financiero, y debe solucionarlo, según las últimas noticias, en un plazo de tiempo corto (uno o dos años), con recursos propios, esto es, dotaciones y/o reservas, y si no fuera suficiente realizando las integraciones necesarias para alcanzar el nivel de solvencia requerido.

Impacto de los saneamientos en la estructura del sistema financiero

El nivel de provisiones del sector financiero es del 33% de los activos dañados, esto es, 49 billones de euros. Si al empeoramiento de la situación añadimos que se producirá un nuevo escenario de revalorización de activos, con una depreciación que puede llegar hasta un 70%, se requerirían otros 55 miles de millones de euros para llevar a cabo el saneamiento.

Claramente esto tendrá un impacto directo en el capital de las entidades, que podría llevar a la necesidad de recapitalización por 44 miles de millones de euros, para alcanzar el 9% requerido.

Conclusiones

Si analizamos los datos expuestos en los párrafos anteriores a nivel de entidad, las conclusiones son claras: existe un primer grupo de entidades que tendrían dificultades extremas, esto es, no serían capaces de abordar el saneamiento: BMN, Unnim, Novagalicia y Catalunya Caixa. Otro grupo sería el formado por entidades que tendrían bastantes dificultades y tendrían que buscar soluciones en muchos casos de tipo inorgánicas: Bankia, liberbank, Caja3, Ibercaja y Popular. Y por último existe un grupo de entidades que podría salvar razonablemente la situación: Santander, BBVA, Kutxa, Unicaja, Bankinter, la Caixa y en menor medida Sabadell.

En definitiva, la gran reflexión sería: de un lado, que el panorama para el sector es complicado y el mapa financiero de  2013 será con toda seguridad distinto al de inicios de 2012. De otro, también es importante decir que se han ido dando pasos adecuados (Frob, Ley de Cajas, Solvencia y ahora valoración de activos a precio de mercado), quizás más lentos de lo esperado, pero en la buena dirección.

En cualquier caso España fue y es un país de referencia en el sector financiero y en mi opinión sabrá gestionar el futuro con la profesionalidad y el criterio aplicados antes de los excesos cometidos en los últimos años con el sector inmobiliario.


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