ADICTOS A REDES SOCIALES: LA ENFERMEDAD DIGITAL
Voy a romper el hielo inaugurando dentro del módulo de entorno social este tema para su reflexión.
La redes sociales no sólo sirven para mostrar fotografías, documentos, mensajes, etc. también se han abierto al intercambio de aplicaciones de terceros no desarrolladas por la propia red. Está demostrado que un adulto pasa más de tres horas al día en internet y un adolescente dos, si a este dato le añadimos que muchas de estas horas se producen en las horas de sueño, una persona tiene riesgo de adicción a las redes sociales.
Además hay que tener en cuenta que a tiro de un clic podemos crear identidades falsas que crean tensión emocional y que favorece la adicción.
Pero el principal problema se encuentran en los adolescentes cuya abstinencia de entrar en la red les puede generar ansiedad e incluso depresión, donde además se encuentran unido muy estrechamente a su teléfono móvil. Basta con que echemos un vistazo cuando estamos en un tren, autobús, un restaurante, etc. como los adolescentes se encuentran literalmente enganchados a esos terminales. Además para estos adolescentes la noticia no es lo que ocurrió ayer sino lo que acaba de ocurrir hace décimas de segundo y consideramos la televisión como un mecanismo de relajación.
Haca algún tiempo leí que una Universidad de E.E.U.U. había estudiado que es mucho más difícil resistirse a las tentaciones de Facebook o Twitter que incluso dejar de beber o de fumar y de hecho ya se están estudiando protocolos para evitar esa adicción. Ya nos familiarizaremos con lo que se conoce como la DIETA VIRTUAL que no es ni más ni menos que enseñarnos a navegar por redes sociales para conseguir una desintoxicación tecnológica.
Además este tipo de adicción tiene importantes impactos sobre todo en el mundo laboral. EN algunas encuestas de ha podido manifestar que el uso de redes sociales como Facebook o Twitter en el trabajo ha afectado negativamente a la productividad en el mismo.
Como conclusión quiero deciros que tenemos que controlar muy mucho el tiempo que permanecemos en la red y que tenemos que empezar a hablar más que de relaciones sociales de relaciones virtuales.