Gestión de proyectos europeos
La gestión de un proyecto europeo se complica enormemente cuando lo que tenemos entre manos es un proyecto realizado por varias instituciones libremente asociadas, donde cada una de ellas tendrá sus objetivos, cultura, prácticas e intereses distintos. En este tipo de proyectos se multiplican las partes interesadas o stakeholders, y por tanto el número de potenciales conflictos entre ellos.
Este es el entorno en que tendrá que desenvolverse quien quiera gestionar y trabajar en este tipo de proyectos. La capacidad de saber gestionar un proyecto de estas características depende fundamentalmente de tener una visión clara de lo que se podría llegar a hacer y lo que realmente podemos hacer en la práctica.
En términos generales, el ciclo de vida típico de un proyecto europeo tiene las siguientes características:
- Tiene entre 4 y 10 fases.
- Implica unos costes y un esfuerzo crecientes durante el primer 75% de su duración, y decrecientes en las fases finales.
- Tiene un riesgo de fracaso decreciente con el tiempo, a medida que se superan con éxito los hitos previstos.
- Permite a los stakeholders un margen de maniobra para influir sobre las características y coste del proyecto decreciente con el tiempo.
El trabajo para un proyecto europeo empieza mucho antes de que el proyecto en sí se acometa. Es necesario preparar una propuesta y configurar un consorcio, esperar a una evaluación y negociar un contrato. Una vez concluido el proyecto, la explotación de los resultados obtenidos no es sino una tarea más de la misma actividad. Todas estas tareas constituyen también fases del proyecto, puesto que son únicas, implican un coste, llevan un tiempo, precisan de un nivel de calidad en sus resultados y son necesarias para el propio inicio del proyecto. Se puede definir como ciclo de vida del proyecto europeo, aquel que está compuesto de las siguientes fases:
- Preparación de la propuesta.
- Evaluación de la propuesta.
- Negociación de contrato.
- Proyecto en sí mismo, o fase regulada por el contrato con la Comisión Europea.
- Diseminación/Explotación comercial.
Para terminar quería señalar a continuación algunos aspectos particulares de los proyectos europeos.
- Multiplicidad de stakeholders: Comisión Europea, socios, etc.
- Cliente principal: Comisión Europea, aunque también existen otros.
- Proyecto distribuido: organizaciones, objetivos, culturas, países, etc.
- Presupuesto cerrado que conlleva la necesidad de una justificación detallada del mismo.
- Convocatorias muy competitivas. La probabilidad de éxito es inferior a un 10%.
- Responsabilidad compartida, pero rol prominente del Coordinador del Proyecto.
- Contrato restrictivo.
- Elevados gastos de carácter administrativo.