Gestión de proyectos
La herramienta que más atractiva me ha resultado del modulo de gestión de proyectos es la del valor ganado o valor de trabajo realizado (EV, Earnead Value), en la medida que creo que es una herramienta eficaz para el control de costes, plazos y alcance de proyecto.
Creo que en ciertas empresas constructoras se está utilizando bajo la apariencia de herramientas informáticas más o menos comerciales, pero sin un conocimiento profundo por parte de los usuarios de todo el potencial que nos ofrece.
Creo que tenemos que adaptarnos a las necesidades de los clientes, y que estas están cambiando a una gran velocidad.
En el mercado español, actualmente en crisis, los organismos públicos ya se están adaptando a la normativa europea, que no permite la tramitación tan “alegre” de modificados por lo que tanto empresa constructora como cliente tenemos que cambiar dinámicas fuertemente arraigadas en nuestro sector:
- los organismos públicos no debería incentivar las fuertes bajas en la licitación
- las empresas constructoras deberían licitar con precios más “ciertos”.
El precio de adjudicación en la actualidad viene muy condicionado por la necesidad del cliente de abaratar al máximo, y la de la empresa constructora de “contratar ” obra., por lo que se adjudican con unas importantes bajas, a uno precios no muy realistas, por lo que creo que ambos tendrán interés en determinar el coste final real de la obra desde el minuto O, para que puedan corregir cuantas desviaciones fueran detectadas sin comprometer el alcance del proyecto.
En una situación futura de normalidad como la que se pueda estar dando actualmente en Europa, no se licitará con bajas tan importantes, y tanto organismos públicos como constructoras manejaran en el contrato precios más realistas
La litación PPP en el sector público y la llave en mano del sector privado necesitan de unos presupuestos de construcción lo más realistas posibles y de un control férreo de su evolución.
Todas estas variables confieren a esta herramienta una gran vigencia para satisfacer la necesidad cada vez más acuciante de controlar los costes, los plazos y estimar el costo final de la obra, posibilitando nuestra adaptación a las nuevas necesidades de nuestros clientes, sobre todo en Europa, donde se han acabado las vacas gordas.