La crisis y su importancia en la lucha contra los paraísos fiscales

En los últimos años, a raíz de la crisis financiera, hemos podido ver en la prensa los continuos esfuerzos realizados por la UE y los países más poderosos del mundo para acabar con los paraísos fiscales. En 2009, por poner un ejemplo, ocho líderes europeos y el presidente de la Comisión se reunieron en Berlín, y acordaron unir fuerzas para acabar con estas figuras, así como para desarrollar mecanismos de sanciones a aquellos que se negaran a cooperar.

Dos años después se celebró una reunión del G-20 en Cannes, los días 3 y 4 de Noviembre de 2011, donde Sarkozy ejerció de anfitrión y lideró al grupo en una firme oposición a los paraísos fiscales, llegando incluso a declarar que no estaría dispuesto a tolerarlos. Tras esta cumbre, el G-20 hizo pública una lista de 11 territorios considerados paraísos fiscales, entre ellos Suiza y Liechtnstein,

Sin embargo, a día de hoy la situación no ha cambiado mucho, y tampoco parece que lo vaya a hacer a corto plazo. Las medidas adoptadas para ponerles coto han sido, hasta ahora, muy laxas, y los estándares de transparencia fiscal exigidos a los países para abandonar la lista gris en ocasiones muy bajos.

Además, debe tenerse en cuenta que de la opacidad fiscal que proporcionan estos países no solo se aprovechan las grandes empresas internacionales, sino también algunas personas físicas que los usan para ocultar fondos procedentes de operaciones ilícitas, que si bien no son tan cuantiosas económicamente como las de las multinacionales, pueden causar un prejuicio a la sociedad igual o mayor que aquellas. Dentro de este grupo, como no, tiene representación una parte de la clase política, que son los que también adoptan las decisiones importantes, por lo que es un asunto en el que convergen muchos intereses y, por lo tanto, de muy difícil solución…

Lo triste de todo esto es que se haya tardado tanto para tomar conciencia del problema, cuando no hay un duro en caja, y que haya tenido que ser la crisis, que ha hecho que los ingresos de casi todos los países desciendan y que el déficit se dispare, la que haya hecho saltar todas las alarmas,  valorándose ahora más que nunca la importancia que puede tener el capital “que se pierde en el camino” en el conjunto de la economía de un país. Todo ello, en una época en la que el alto déficit de muchos países pone en riesgo el “estado de bienestar” que ha caracterizado a la UE, y que tan bien valorado está fuera de nuestras fronteras.

Si esta lucha se hubiera comenzado antes, cuando la economía pasaba una buena etapa, posiblemente se hubiera llegado a la crisis en unas condiciones más favorables (con menos deuda) y en una mejor posición para afrontarla.

Hace unos meses Wikileaks anunció la publicación de la lista de clientes de un importante Banco Suizo. Este hecho hizo que me viniera una pregunta a la cabeza: ¿Qué pasaría si la banca suiza, de un día para otro y sin avisar, perdiera la opacidad que la caracteriza e hiciera público todo lo que esconde? Seguramente desencadenaría un revuelo importante, y posiblemente a más de uno le entraría un apuro….

Les dejo también el link de un video de 3 minutos de la organización Noaparaisosfiscales, la cual explica todo este tema “a su manera”:

Un saludo a todos


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