Innovación en la entrega o distribución de los productos
Como hemos visto en el curso, en un contexto en el que la competitividad en la mayoría de los sectores es muy alta, el éxito de cualquier tipo de empresa pasa por proporcionar satisfacción y valor a sus clientes. Por lo tanto, para que una empresa prospere es necesario que conozca lo que demandan sus clientes o sus distintos segmentos de clientes, ya que solo así será capaz de cubrir sus necesidades.
Extrapolando esta idea al tema que nos ocupa, podemos afirmar que el objetivo que debe buscar la innovación y el desarrollo, hoy en día, es encontrar soluciones para mejorar la vida cotidiana, sobre todo cuando se aplica en el ámbito del consumo (innovación al servicio del usuario).
Actualmente no se concibe que una empresa pueda subsistir dejando a un lado la innovación, máxime en un periodo de crisis como el que estamos atravesando. Sin embargo, hasta ahora las empresas han centrado la mayor parte de los esfuerzos relativos a la innovación en el proceso productivo (para producir más y mejor) y en la oferta (para mejorar la calidad del producto o servicio ofrecido). Sin embargo, en estos últimos años ha aumentado considerablemente las medidas innovadoras relacionadas con la entrega o canal de distribución de los productos.
En mi opinión, esto puede deberse a varias causas; por un lado, cada día aumenta el volumen de operaciones de compra que se cierran en internet, provocando que los negocios físicos empiecen a considerar como un competidor importante a los virtuales (en algunos sectores, como las agencias de viajes, las tiendas virtuales superan en ventas a las agencias de viajes tradicionales); por otro lado, en un contexto de competitividad creciente, pueden ser pequeños aspectos no vinculados directamente al producto, como la manera de adquirirlos, los que decanten la balanza entre una marca u otra.
Por los motivos expuestos, no es de extrañar que, cada vez más, las actuaciones emprendidas por grandes empresas a nivel internacional estén dirigidas a esta fase del proceso, mejorando el servicio prestado al usuario y reduciendo, en la medida de lo posible, los aspectos negativos inherentes a todo proceso de compras (colas, tiempos de espera, desplazamientos, etc.).
Es obvio, que en este ámbito estamos todavía empezando, y que en un futuro algunos hechos que hoy en día asumimos con naturalidad, como tener que hacer cola para pagar, serán cosa del pasado. Por lo tanto, por tratarse de los primeros pasos que se dan en este sentido, me gustaría recoger en este post algunos aspectos innovadores relacionados con esta última fase del proceso, los cuales han sido puestos en marcha por dos grandes empresas a nivel internacional. Por un lado Apple, todo un referente en materia de innovación y que, como no ha podido ser de otra manera, también es pionero en la innovación a la hora de distribuir sus productos. Por otro lado Inditex, todo un referente en el panorama nacional en materia de innovación, que destaca también por su poderío en logística.
A continuación se describen varias medidas innovadoras adoptadas por cada uno de ellos:
• Apple ha introducido en sus Apple Stores una aplicación específica que posibilita hacer pedidos y recogidas de productos, la cual incluye opciones innovadoras como el llamado self-checkout: clientes que llegan a la tienda, cogen un producto que han encargado y pagado a través de la aplicación sin intervención del personal de la tienda, y salen directamente por la puerta con él.
Con la opción del self-checkout un cliente podría, en la tienda física, encontrar lo que necesita en las estanterías, lanzar la app, escanear el código del producto, y pagarlo en el momento con la tarjeta de crédito que tenga asociada con su Apple ID. Tras eso, podría salir de la tienda con el producto bajo el brazo, sin que sea necesaria la intervención del personal de la tienda y sin necesidad de hacer colas.
Se debe recordar que Apple ya introdujo una medida innovadora disruptiva que cambió la forma de vender o distribuir la música, a través de Itunes.
• Inditex ha destacado siempre por el potencial de su logística, ya que mientras el resto de firmas tarda en pasar una prenda del boceto a la estantería de la tienda tres o cuatro meses, Inditex rebaja el tiempo a un par de semanas, consiguiendo servir la mercancía a sus establecimientos en sólo 48 horas (dos veces por semana).
Esta ventaja logística se ve favorecida también por lo que en la empresa denominan “comunicación 2.0” entre la empresa y el cliente, ya que cada encargado de tienda, que concentra las informaciones recibidas de los clientes por los vendedores, comunica diariamente (y dos veces por semana de manera muy detallada) mediante procedimientos informáticos la caja, los artículos, tallas y colores, es decir, los ritmos y volúmenes de ventas más solicitados por los clientes para reponerlos de inmediato (24-48 horas). La ventaja es así triple porque no solo se repone rápidamente la mercancía agotada, sino que también disminuyen los costes financieros vinculados al almacenaje y el mantenimiento de stocks (materias primas y productos acabados y en curso).
Estas medidas se han visto reforzadas por la implantación de un potente sistema de ventas en internet, a través del cual se tiene acceso a todo el catálogo de la marca y se puede disponer de la mercancía en 48 horas, incluso devolverla, sin moverse uno de su casa.
http://www.um.es/ixcongresoaehe/pdf2/Competitividad%20e%20innovacion.pdf
Por último, me gustaría destacar un artículo titulado “Jobs y Christensen: Innovación en la manzana mecánica” que describe un poco alguna de las claves del éxito de la compañía Apple. Este artículo me ha parecido muy interesante y está relacionado directamente con el tema que nos ocupa:
http://www.navarrainnova.com/es/ponte-al-dia/innova-en-2-minutos/2011/12/14/24363.php
Una de los aspectos que más me ha gustado del artículo es que queda claro que el concepto de innovación no tiene por qué estar relacionado con complejidad. Una muestra de ello es el concepto “single responsible individual”, un concepto muy simple que debería estar presente en cualquier proyecto de cualquier empresa, pero que no suele quedar reflejado por escrito.
Además, me gustaría resaltar una frase recogida en el artículo, mediante la cual Steve Jobs justificaba la asunción de riesgos a la hora de innovar en su empresa: “Si alguien me tiene que canibalizar, quiero ser yo”.
Un saludo