Durante los últimos años el sector industrial europeo se ha visto sometido a una sucesión de intensos y rápidos choques. Primero fue la pandemia que, además del reto de mantener la actividad con las restricciones de movilidad, puso de manifiesto algunas debilidades de los sistemas productivos y problemas en el suministro de bienes necesarios para superar la COVID-19. Segundo, los cuellos de botella y las disrupciones en las cadenas mundiales de producción, con sus efectos sobre la inflación y restricciones de oferta. Tercero, el choque energético y en los precios de muchas materias primas, como consecuencia de la guerra de Ucrania iniciada en febrero de 2022. El aumento de los precios de gas y petróleo han puesto a su vez de manifiesto la necesidad de acelerar la transición energética hacia economías neutras en emisiones, al mismo tiempo que el sector industrial tiene que aprovechar las oportunidades que brinda la revolución digital y los procesos de automatización y robotización. Cuarto, los cambios que conllevan la nueva globalización y las políticas industriales desarrolladas por países como EE.UU. con su Inflation Reduction Act. Todos estos cambios suponen retos enormes para la industria europea y para las políticas industriales, tanto a nivel nacional como de la UE, que se enfrenta a la necesidad de repensar sus prioridades, regulaciones e incentivos.  

Para analizar estos retos, contaremos con María Trallero (Johann Wolfgang-Goethe-Universität) y Carme Poveda (Cámara de Comercio de Barcelona y Universidad Autónoma de Barcelona), quienes  debatirán sobre estas cuestiones y con todos los asistentes en la próxima edición del Observatorio de Economía Global de la EOI del próximo 23 de marzo, con la moderación de Raül Blanco (Presidente de Renfe).