En la actualidad, raro es el día que no escuches noticias en los telediarios, leas artículos en periódicos o tengas una conversación entre amigos, en el que no aparezca de una u otra forma la tecnología blockchain. Para explicar la importancia que subyace en ella, solo nos debemos fijar en que, en estos momentos, un 10% de la población española ya invierte en criptomonedas. Sin embargo, para poder efectuar dichas inversiones es necesaria la minería de criptomonedas;  proceso mediante el que, a partir de una potencia informática, se procesan transacciones en una
blockchain generando una recompensa (criptomonedas) a los que lo llevan a cabo. A sus comienzos, estaba al alcance de todo el mundo porque el problema computacional se resolvía en escasos segundos y por tanto la energía necesaria para minar era prácticamente nula. No obstante, conforme las monedas digitales empezaron a revalorizarse y la tecnología blockchain empezó a ser una realidad, el número de interesados y por tanto la complejidad para resolver estos problemas matemáticos, se acrecentó significativamente. Sabiendo que cada vez es más costosa por tiempo (coste de procesamiento), por precio (coste de la energía), así como que la actualidad para poseer una potencia informática que pueda abordar las necesidades para realizar la minería, es necesario una gran cantidad de equipos informáticos o
pertenecer a una red minera, resulta muy complejo realizar minería de criptomonedas de forma individual. Además, el minado de criptomonedas se enfrenta a un problema de sostenibilidad medioambiental muy relevante porque la gran mayoría de las actividades mineras se cubren principalmente con energía del mix de generación habitual, donde los combustibles fósiles aún están muy presentes. Es en estos momentos cuando aparece Solarmine, un proyecto que consiste en ofrecer una solución para el minado de criptomonedas basada en un servicio de pago por suscripción (Mine as a Service) que permite a los suscriptores minar de forma sostenible, sin límites de hardware, energía y espacio.