Tras el reciente periodo de fuerte expansión monetaria con medidas extraordinarias para hacer frente a la crisis económica derivada de la COVID-19, durante los últimos trimestres han cambiado las tendencias económicas en las economías avanzadas con el surgimiento de tensiones inflacionistas que no se veían desde hace décadas, en un contexto de consolidación de la recuperación e intenso dinamismo de la demanda agregada. Los Bancos Centrales a finales de 2021 y principios de 2022 empezaron a plantearse la retirada de los estímulos monetarios, de manera mucho más rápida en EE.UU que en la eurozona. Al mismo tiempo, los representantes de los trabajadores reclaman el mantenimiento del poder adquisitivo de sus salarios, en una situación de bajas tasas de desempleo y escasez de mano de obra en muchos sectores. En los últimos días, el cruel episodio bélico desatado con la invasión de Ucrania por Rusia previsiblemente intensificará las tensiones de inflación y afectará la recuperación de las economías occidentales, dificultando así la actuación de los Bancos Centrales.